Derechos humanos en Venezuela, ¿una entelequia simbólica? Por: Isaías Márquez

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Derechos humanos en Venezuela, ¿una entelequia simbólica?

Por: Isaías Márquez

Engreídos muestran a unos derechos humanos en esta Venezuela socialista del siglo XXI, que se hicieron ilusión efímera de letra muerta en la Constitución Bolivariana, en virtud de su violación sistemática y flagrante más la subsiguiente cacería de brujas como huida hacia adelante (conspiraciones reales; otras, ficticias) del régimen a objeto de evadir responsabilidades sobre los mismos y otras circunstancias, y asume un genocidio, de cifra impresionante migratoria cercana a unos 8,5 millones de personas para 8/2023, según el Observatorio de la Diáspora Venezolana (ODV) a causa de la crisis socioeconómica y sociopolítica sin antecedentes que ha originado por pretender imponer , a la cañona, una filosofía  tan incompatible con la idiosincrasia del pueblo venezolano tras haberse forjado una cierta cultura política democrática entre 1945-2000, cuando al alba de un martes 4/2/1992 insurge un sofisma encubierto astutamente, de bondades y virtudes –un lobo con piel de oveja-, que se rasga sus vestiduras y su futuro por el logro de un bienestar etéreo que se tradujo posteriormente, en modelo al estilo castrocomunista, encarnado en censuras a los espacios cívicos y democráticos con limitaciones a las libertades de expresión, reunión y asociación mediante prácticas inquisitorias, pues hay casos de detención, bravatas, señalamientos y acoso a miembros y afectos de los partidos de oposición, quienes se han visto forzados a recurrir a un exilio forzoso junto con su familia por resguardo a su integridad y seguridad personales, razón por lo que, entre otros, nos tachan como “amenaza” de Seguridad nacional hemisférica.

Y, es así, como existen grupos autodenominados venezolanos emigrados, perseguidos en el exterior.

En efecto, a causa de la crisis socioeconómica y sociopolítica que nos apesadumbra; tangible en crisis humanitaria, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos solicita del gobierno nacional la reinstalación de su Oficina a objeto de cumplir su misión humanitaria por el confort de la nación venezolana y sus pobladores, hoy por hoy, a manos de un régimen fatalista, que induce a desconcierto por sus actitudes erráticas e incoherentes con nuestra cultura política, reiteramos.