Conoce el método para cambiar el «guión» de tus celebraciones familiares este año: la silla vacía en Navidad ya no es un ëstrés
NOTI-AMERICA.COM | ARGENTINA
El psiquiatra Javier Quintero, jefe de Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario Infanta Leonor y profesor titular de Psiquiatría en la Universidad Complutense de Madrid, recuerda que es normal experimentar emociones encontradas en las celebraciones familiares navideñas y que reconocerlas es el primer paso para gestionarlas.
En este sentido, explica que la Navidad despierta emociones que van mucho más allá de la alegría y, aunque estas fechas suelen asociarse a ilusión, reencuentros y momentos especiales, para muchas personas también viene acompañada de ëstrés y tensïón emocional. Preparar comidas para toda la familia, convivir con personas con las que no siempre existe una buena relación o enfrentarse a esa silla vacía puede convertir estas fiestas en un periodo especialmente vulnerable.
Evita hacerte cargo de todo y asigna tareas antes de que empiece el caos, permite que otros colaboren, haz las cosas con calma, no todo tiene que ser perfecto y busca un momento a solas para recargar energías. Repite gestos sencillos que te hacían feliz. Acciones como poner luces o ver una película especial reactivan circuitos de motivación y liberan dopamina, ayudando a recuperar la energía y la esperanza, además de conectar con tus recuerdos, tus vínculos y lo que te importa, despertando la ilusión de forma natural.
No te obligues a estar bien y permítete sentir tristeza, enfädo o ganas de estar solo, porque aceptar la emoción reduce la presïón de tener que aparentar felicidad, recuerda a la persona ausente con un gesto, y que el dôlor crece cuando intentamos evitarlo, y cuídate tú. En unas fechas en las que las personas experimentan de manera más intensa los sentimientos de duelo que producen las ausencias familiares, los animales de compañía actúan como un apoyo emocional que acompaña la tristeza y aporta calma, ayudando a sobrellevar esos momentos difíciles sin sustituir el vínculo perdido.
Con información de: El Tiempo



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