Sanidad distribuye 172 millones a las CC.AA. para reforzar la Atención Primaria y otros 39 millones para salud mental

NOTI-AMERICA.COM | ESPAÑA

El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Sanidad, ha autorizado la distribución de un total de 228 millones de euros a las comunidades autónomas (CC.AA.) y al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) para el ejercicio presupuestario 2025.

De esta cantidad, 172.425.000 euros se destinarán al refuerzo de la Atención Primaria y Comunitaria, mientras que 39 millones de euros se invertirán en el fortalecimiento de la atención a la salud mental, y otros 17.830.000 euros irán al primer plan específico de prevención del suicidio en las 17 comunidades autónomas del país. Estas dotaciones buscan consolidar planes estratégicos nacionales y mejorar la calidad, equidad y sostenibilidad de los servicios sanitarios en todo el territorio.

La partida de 172,4 millones de euros para la Atención Primaria consolidará el Plan de Atención Primaria y Comunitaria 2025-2027 (PAPyC 25-27), una hoja de ruta estatal para fortalecer el primer nivel asistencial. Los objetivos prioritarios incluyen la ampliación de procedimientos diagnósticos, la optimización de procesos administrativos, la implementación de inteligencia artificial para la transcripción conversacional, la renovación de infraestructuras y equipamiento, el fomento de Escuelas de Salud y programas de Paciente Experto/a, la detección temprana de violencia de género, la interoperabilidad de historias de salud digitales y el acceso al SNS para personas sin hogar.

El 50% de estos fondos se distribuirá según criterios poblacionales, superficie, dispersión e insularidad, y el otro 50% estará condicionado al cumplimiento de requisitos estratégicos como la publicación de nuevas ofertas de empleo público, la cobertura de puestos de difícil provisión, el nombramiento prioritario de enfermeras especialistas y la estabilidad de las unidades docentes acreditadas.

Por otro lado, los 39 millones de euros para salud mental apoyarán el Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027. Este plan contempla ocho líneas estratégicas que vertebrarán la política pública en salud mental para los próximos años. Entre ellas, se destaca el refuerzo de los recursos humanos con la incorporación de figuras de apoyo mutuo de personas con experiencia en salud mental, contratadas en dispositivos asistenciales. También se financiarán recursos para la salud mental comunitaria y alternativas a la institucionalización, como casas de crisis, equipos de atención domiciliaria, intervenciones de apoyo a la vida autónoma y programas de prevención de adicciones.

Otras líneas de acción incluyen la promoción de los derechos humanos y la lucha contra el estigma, con mecanismos para evitar intervenciones involuntarias y la creación de figuras de apoyo al ejercicio de los derechos de personas con discapacidad psicosocial. Se impulsarán programas formativos y campañas para el uso adecuado de psicofármacos y la desprescripción cuando sea indicada, así como la mejora de la accesibilidad para personas en situación de vulnerabilidad y el refuerzo de la formación profesional en violencia de género.

También se impulsarán actuaciones preventivas y programas especializados para la salud mental perinatal, de la infancia y la adolescencia, se apoyará el desarrollo de registros y sistemas de información, y se financiarán actuaciones para promover el acceso al empleo digno y el mantenimiento laboral de personas con trastorno mental.

El primer Plan de Prevención del Suicidio en 2025 dispondrá de 17,83 millones de euros. Este presupuesto se desglosa en 12.830.000 euros para gastos corrientes, incluyendo equipamiento y desarrollo del plan, y cinco millones de euros para gastos de inversión en bienes de capital y activos fijos, como infraestructuras y equipamiento tecnológico. Las comunidades autónomas recibirán estos fondos tras adherirse a las actuaciones, presentar una memoria detallada y cumplir con los procedimientos establecidos.

Las actuaciones del Plan de Prevención del Suicidio incluyen campañas de concienciación y sensibilización para promover el conocimiento sobre la conducta suicida, con mensajes contra la discriminación y el estigma, especialmente en poblaciones vulnerables.