Se puede aliviar ,sanar abrazando arboles? You can try!

Desde que Zuleika Cabezas me mostró en 2012 que debía abrazar un árbol como parte del proceso de curar mis heridas del alma y dicendome a mi misma «you can try», comencé a amar está práctica y cada vez que camino en medio de la naturaleza no hay nadie que me impida hacerlo.

Abrazar a los árboles forma parte de la costumbre de nuestros ancestros lo cual más allá de definirse como un gesto físico, para mi significa la conexión directa con la naturaleza y la solución a muchos de mis problemas.

Tener la oportunidad de hacer contacto con natura es experimentar paz, calma y sirve para reducir el stress y la ansiedad, es por eso que también mequito mis zapatos y los dejo descansar y caminar sobre cualquier verde grama.

Para Natasha Tudares, periodista y quien reside en Maracaibo, Venezuela abrazar árboles es sentir conexión con la tierra y sus raíces. Cuando respira el oxígeno que le da árbol inhala pureza, limpieza, siente protección, energía, se siente viva, simplemente alcanza su equilibrio.

Es por eso que muy orgullosa de sus hábitos me muestra sus fotos haciendo esta práctica en diversas partes del mundo.

Mientras tanto otra amiga que está en Orlando, Florida, Xiomary Urbaez, escritora de la reconocida casa editora Planeta, me envía su opinión con subtitulo llamativo: La poderosa simpleza de abrazar un árbol.

En su contenido Urbáez explica como lo vive “Los hombres construyen templos para convocar lo sagrado. Pero… alguna vez la naturaleza misma fue el santuario. Y aunque el tiempo anda en carrera, la memoria genética me lleva al refugio del templo natural, tal como lo hicieron los antiguos. Soy de esa gente que se arrodilla en el altar de follaje y madera, cerquita de Dios. El silencio y la penumbra del bosque-catedral me serena. Es bendición Divina. Escucho a la naturaleza viva oficiando su sagrada misa, cobijada por troncos y raíces. Hechizada, exorcizo mi profana humanidad, al descargar el agobio de tanta modernidad”.

Y es que ese mundo maravilloso de convivir con la naturaleza trae experiencias únicas. En mi caso, si el mío el de Ana Barcenas, estaba aplicando una terapia de limpieza de sentimientos en mi corazón y el primer paso fue exhalar imaginariamente las tristezas y rabias, seguido de inhalar los diversos verdes de los elementos que te rodean. Esto lo hice repetidas veces.

Es increíble como vas sintiendo el flujo positivo dentro de tu cuerpo. Yo quiero contarles esto que hago: particularmente me imagino un rayo verde curativo lleno de alegría y mucho amor con su efecto sanador a cualquier sinsabor de la vida misma.

Simplemente sufro una transformación parecida a un reseteo, vuelvo a ser yo misma, desde lo más profundo sin influencia, sin prejuicios, ni pensamientos ajenos a lo que potencialmente positivo es.

Es por eso todo salió a la perfección desde 2012 continuo haciéndolo cada vez que lo necesito y cada vez que a mi paso se cruza un precioso arbusto y un sedoso, suave piso verde. Te atreverías a hacerlo? You can try!