5 factores que estimulan los potenciales talentos de tus hijos

NOTI-AMERICA | COLOMBIA

Un estudio reciente de XYZ, muestra que los estudiantes talentosos son entre el 5 a 15% en las poblaciones de los colegios privados. A su vez, de estos, el 40% de los jóvenes talentosos nunca se descubre, porque hace caso a la profesora o porque entienden fácilmente lo conceptos en clase o instrucciones y no representan retos mayores de aprendizaje.

Por lo tanto, y debido a que las acciones pedagógicas para estudiantes talentosos son nulas, el 30% de estos niños se convierte en un problema social y solo un 30% logra desarrollar su potencial. Esto quiere decir que los sistemas educativos están diseñados para generar currículos comunes o centrarse en las dificultades, mas no para estimular el talento.

Sumado a ello, según el Ministerio de Educación de Colombia en 2020, las capacidades o talentos excepcionales en los niños de Colombia son capacidades que, primero se desarrollan, son heterogéneas y dependen del contexto de desarrollo del niño. El cerebro se forma en las etapas tempranas del desarrollo infantil y esto, ineludiblemente, configura la realidad de los futuros jóvenes.

Por ello es muy importante fomentar en los niños experiencias educativas significativas de aprendizaje y diversión para fomentar su neurodesarrollo. Según Liliana Monroy Ballarín, Directora del Preescolar Grimm´s de Inspired Education Group en Colombia, especialista en psicopedagogía con 25 años de experiencia liderando instituciones educativas:

“cuando los niños, en edades tempranas, tienen experiencias que invitan al juego, la exploración y la creatividad se activa el Sistema de Recompensa Dopaminérgico; un complejo conjunto de estructuras cerebrales que libera dopamina, un neurotransmisor crucial para la sensación de bienestar, satisfacción y motivación. Lo que más adelante, hace que los niños desarrollen un amor por el aprendizaje.

Entonces, ¿Cómo cultivar las habilidades y capacidades de un niño desde temprana edad?

1. Un enfoque minimalista en el entorno educativo o en casa: para estimular el desarrollo del talento de un niño, educadores y padres pueden adoptar un enfoque minimalista en el entorno reduce el estrés y promueve la concentración durante el juego y la interacción. Facilitar recursos para que varios niños jueguen juntos fomenta la colaboración y la gratitud, enseñando que la felicidad no está ligada a las posesiones materiales.

Asimismo, pasar tiempo al aire libre contribuye al bienestar físico y emocional, mientras que ofrecer actividades creativas como pintura o modelaje estimula el desarrollo cognitivo. Estas acciones no solo respaldan el crecimiento del talento, sino que también inculcan valores fundamentales como la colaboración, el respeto y la gratitud, fundamentales para un desarrollo saludable.

2. Involucrar a los niños en actividades que estimulen su pensamiento crítico y resolución de problemas: existen métodos y enfoques educativos específicos que han demostrado ser beneficiosos para desbloquear el potencial de estudiantes con talentos y habilidades específicos. Más allá de los métodos, han demostrado ser efectivas todas las actividades que no son basadas en la repetición, si no las que permiten a los estudiantes analizar situaciones y aplicar su pensamiento crítico para responder con soluciones pragmáticas a las problemáticas. Tanto colegios como padres pueden ofrecer experiencias de aprendizaje relacionadas con la vida real que brinden oportunidades para aplicar talentos y profundizar la comprensión.
3. Lograr una motivación por el aprendizaje de cualquier ciencia en los niños mediante la didáctica o el juego: este permite activar el factor emocional para facilitar el aprendizaje. Ya en caso de que el niño tenga dificultades o escasa motivación, es recomendable para los padres y los docentes brindarles a los estudiantes herramientas de apoyo psicológico y emocional.
4. Seguimiento del proceso de aprendizaje: es de vital importancia que la observación de los niños en su desarrollo sea continua, se puedan establecer metas y ofrecer retroalimentación constructiva constante al niño para nutrir los talentos de cada uno. En resumen, los programas educativos deben crear un ambiente donde cada niño se sienta valorado y apoyado en su desarrollo único, mediante una combinación de flexibilidad y atención personalizada.
5. Reconocimiento y paciencia con el ritmo personal de aprendizaje: es necesario reconocer que cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje y crecimiento, al igual que una semilla necesita tiempo y espacio para florecer. Al ofrecer espacios para jugar, escuchar con atención, reconocer sus logros y fracasos, respetar sus ritmos y estilos de aprendizaje, y proporcionar apoyo emocional y físico, los niños pueden desarrollarse con confianza y seguridad. Al confiar en los procesos naturales de desarrollo y proporcionar amor y presencia, cada niño tiene el potencial de florecer y crecer de manera única y significativa.