Un amor predestinado: El hechizo coreano que arrasa en Netflix
NOTI-AMERICA.COM | MÉXICO
‘Un amor predestinado’ se ha consolidado como una de las propuestas más sólidas del catálogo de Netflix este año. La trama nos presenta a Jang Shin-yu (Rowoon), un abogado de éxito que vive bajo la sombra de una aterradora enfermedad genética: una maldición familiar que ha pasado de generación en generación desde la era Joseon.
La salvación se encuentra encerrada en un misterioso cofre de madera que pertenece a Lee Hong-jo (Jo Bo-ah), una funcionaria pública cuya vida es la antítesis del brillo de Shin-yu. Al abrir el cofre, Hong-jo descubre un libro de hechizos prohibidos que cambiará la vida de ambos para siempre, vinculando sus destinos de forma irreversible.
El carisma de Rowoon y la química con Jo Bo-ah
Gran parte del éxito de la serie en España reside en la magnética presencia de su pareja protagonista. Rowoon ofrece una interpretación llena de matices, pasando de la frialdad corporativa a una vulnerabilidad conmovedora cuando un «hechizo de amor» lanzado por error empieza a surtir efecto en él.
La química con Jo Bo-ah es el corazón del relato. Juntos logran equilibrar la tensión romántica con momentos de comedia física brillante, especialmente cuando Shin-yu intenta luchar contra los sentimientos «mágicos» que lo obligan a perseguir a la protagonista. Esta dualidad ha sido clave para mantener a la audiencia española enganchada durante sus 16 episodios.
Más que un simple romance
A diferencia de otros dramas, ‘Un amor predestinado’ destaca por una factura técnica impecable. El contraste visual entre la modernidad de Seúl y la belleza mística de los jardines tradicionales coreanos añade una capa de sofisticación que fascina al público occidental.
La serie lanza preguntas sobre el libre albedrío y el peso de las acciones de nuestros antepasados. Para el espectador español, es la puerta de entrada perfecta a un género que combina la cotidianidad con el folclore más profundo de Corea del Sur, demostrando que el amor, cuando es cosa del destino, no entiende de épocas ni de hechizos.



Comentarios recientes