Trombøembolismo pulmonar: puede aparecer de forma repentina y comprometer la respiración y el funcionamiento del corazón

NOTI-AMERICA.COM | VENEZUELA

El trombøembolismo pulmonar, más conocido por sus siglas TEP, aparece cuando un coágulo bløquea de forma parcial o total una de las arterïas que llevan la sângre desde el corazón hasta los pulmones. Ese “tapón” impide que una parte del pulmón reciba la sângre venøsa que necesita para oxigenarse, lo que puede desencadenar un cuadro grâve que afêcta no solo al sistema respiratorio, sino también al corazón. Aunque puede surgir de forma silenciosa, su impacto en el organismo puede ser inmediato y potencialmente môrtal si no se detecta a tiempo.

La mayor parte de los trombos que causan un TEP no se originan en los pulmones, sino en las venas profundas de las piernas. Desde ahí viajan por la circulación hasta llegar al ventrículo derecho del corazón, que los impulsa hacia la arterïa pulmonar. Cuando el coágulo queda atrapado en este punto crítico, se interrumpe el flujo sânguíneo y aparece la sintomatología característica.

Existen situaciones muy concretas que favorecen la aparición de estos coágulos. Una de las más relevantes es la inmovilización, ya sea por una fractura, una operación reciente o un reposo prolongado en cama. Tras una cirugía especialmente si afecta a las extremidades inferiores, el rïesgo se dispara durante los primeros días, motivo por el que se prescriben anticoagulantes preventivos. Algo similar ocurre durante los viajes largos. Permanecer sentado durante más de ocho horas reduce el movimiento de los músculos de las piernas y, con ello, la circulación sânguínea, creando un entorno más propicio para la formación de trombos.

Síntomas que se repiten en la mayoría de los pacientes: la sensación repentina de falta de aire que puede aparecer tanto en reposo como con actividad leve, el dôlor torácico punzante y los episodios de mareo o incluso desvanëcimiento. En situaciones más severas puede aparecer fiebre y tos con sângre, especialmente cuando se produce un infârto pulmonar, es decir, cuando una parte del tejido pulmonar deja de recibir riego y se necrosa.

El objetivo del tratamiento inicial es estabilizar al paciente, aliviar las molestias y evitar que el coágulo siga comprometiendo la circulación. En la mayoría de los casos, la primera elección son los anticoagulantes administrados por vía subcutánea o intravenosa durante los primeros días.

Maria Valentina Noguera Medina

Periodista - noti-america - Promar Community Manager - Talento Plus Diseñadora/ creadora de contenido...

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