Vídeo e IA, transforman la seguridad penitenciaria
NOTI-AMERICA | COLOMBIA
Según el World Prison Brief, Brasil se encuentra entre los países con la mayor población carcelaria del mundo, con más de 900,000 personas privadas de libertad, mientras que en la región, países como México, Argentina y Colombia suman más de 400,000 reclusos. A lo largo de todos los países latinoamericanos, existe una necesidad común: hacer que los centros de detención sean más seguros y eficientes a través de la tecnología.
Según Rodolfo Gomes, Gerente de Soluciones de Video para Motorola Solutions en América Latina, “esta modernización es posible gracias a un ecosistema de seguridad que conecta distintas tecnologías para proporcionar visibilidad y facilitar una respuesta ágil. La analítica de video impulsada por IA ayuda a detectar situaciones sospechosas en segundos, mientras que la automatización reduce el tiempo de reacción y elimina brechas operacionales, anticipando conflictos internos, disturbios o incluso escapes”.
Las cámaras corporales, cada vez más presentes en entornos de seguridad pública, también desempeñan un papel estratégico y refuerzan la transparencia de las operaciones. Además de registrar con precisión las interacciones entre oficiales y reclusos, ayudan a reducir los enfrentamientos y a producir evidencia validada digitalmente con integridad legal.
Las prisiones en América Latina están haciendo también avances para combinar tecnología e inteligencia artificial. La tendencia es clara: una integración de imágenes, datos en tiempo real y comunicación de campo en una única plataforma para actuar con mayor claridad y coordinación. “Tecnologías de IA, Reconocimiento de Placas (LPR), cámaras de largo alcance, analíticas de video, integración de radios y localización de personal en tiempo real están potenciando la eficiencia y reduciendo los riesgos humanos, con casos de uso como el transporte de reclusos y el rastreo individual con tobilleras electrónicas”, añadió Gomes.
Hoy, un ecosistema tecnológico que funciona como una extensión de la inteligencia de los equipos de seguridad ha transformado definitivamente las prisiones en entornos mejor preparados. El futuro de la seguridad en los sistemas penitenciarios latinoamericanos depende de tecnologías que empoderen a los tomadores de decisiones con información confiable y en tiempo real. Cuando la inteligencia se distribuye y el ecosistema trabaja como un conjunto, las prisiones dejan de ser meros sitios de contención y se convierten en parte de una estrategia de seguridad urbana más amplia.



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