EL GRAN DESPLIEGUE  De Presionar a preparar el terreno. 

NOTI-AMERICA.COM

Las dimensiones del despliegue militar estadounidense en el Caribe y la intensificación de las declaraciones desde Washington parecen orientadas a la provocación, una táctica muy bien pensada, antes de una común invasión.

El gran despliegue de flotas en el Caribe y la operación tendría carácter prolongado, con una duración de varios meses, y se desarrollaría en el espacio aéreo y en aguas internacionales.

Hablamos de un enclave estratégico con capacidades tecnológicas muy avanzadas tan sólo para destruir carteles antidrogas. Éste despliegue, más bien estaría pensado para cambiar la geopolítica mundial. Va más allá de combatir con el narcotrafico, se trata de erradicar con facciones de peligro que asotan a Venezuela y a América en conjunto.

Plataformas especializadas de inteligencia, le otorgan a Washington un amplio margen de acción para ejecutar misiones encubiertas y operaciones puntuales, como quedó demostrado con la extracción de cinco opositores desde la embajada argentina en el mes de mayo.

Este operativo prolongado, impactaría sustancialmente el tráfico de narcóticos en el Caribe, afectando a una de las principales fuentes de financiamiento del régimen venezolano. Si es prolongado, es decir extenso, es importante pensar en cómo sería la movilización del despliegue naval en las Costas del Caribe.

Por otro lado, el uso de la fuerza militar contra los cárteles se enmarca en una de las principales promesas electorales del gobierno de Trump: «Eliminar a los cárteles de la droga que destruyen vidas en Estados Unidos”.

En lugar de constituir una confrontación militar abierta, se sugiere un cerco que combina presión en alta escalada por parte del gobierno estadounidense.

Este enfoque, busca incrementar importantes costos económicos y políticos para el Régimen de Nicolás Maduro, sobre todo propiciar fracturas internas que faciliten una transición política evitando una intervención militar convencional . Sinó se barajarían otros escenarios.

Giovanna Carbone