Padre: no solo das techo, siembras raíces. Por: Abogada Emilin Pina Mogollón.

NOTI-AMERICA.COM | FLORIDA
Padre: no solo das techo, siembras raíces.
Por: Abogada Emilin Pina Mogollón.
Women’s Life Coach.
Ser padre no es únicamente una cuestión biológica ni una función limitada al sustento material. Ser padre es, por encima de todo, una tarea del alma. En una época en la que la figura paterna ha sido malinterpretada entre autoritarismos de ayer y ausencias de hoy, es necesario recuperar el verdadero sentido de la paternidad: no es aquel que simplemente “da un techo” —que provee un techo y alimentos—, sino aquel que siembra raíces profundas en el corazón de sus hijos.
Un verdadero padre es quien educa emocionalmente. No evade los silencios incómodos ni los momentos difíciles; más bien, los transforma en oportunidades para enseñar. Enseñar a sentir, a nombrar las emociones, a resolver conflictos con diálogo y empatía. Un padre no se impone con gritos, sino que guía con la fuerza serena del ejemplo. Mira a sus hijos a los ojos no para juzgarlos, sino para comprenderlos, para descubrir en esa mirada quiénes son y quiénes sueñan ser.
La raíz que ofrece un buen padre también se nutre del amor y el respeto a Dios. No se trata de imponer una religión, sino de mostrar con la vida lo que significa tener fe, vivir con valores, respetar lo sagrado en uno mismo y en los demás. En un mundo cada vez más confundido, un padre que honra a Dios brinda a sus hijos una brújula ética, un punto de referencia que los sostendrá incluso en las tormentas.
Ser padre es sembrar: sembrar respeto, responsabilidad, compasión, honestidad. Sembrar para que el hijo sea un buen ciudadano, alguien que no solo busque su bienestar personal, sino que también contribuya al bien común. Porque la paternidad no termina en el hogar; se proyecta en la sociedad a través de los valores que el hijo encarna.
En este Día del Padre, más allá de los regalos y las felicitaciones, es importante detenernos a honrar a esos hombres que han sabido ser raíces. Padres que no huyeron ante las dificultades, que aprendieron a pedir perdón, que supieron decir “te amo” sin vergüenza, que eligieron estar presentes no solo con el cuerpo, sino con el alma. Padres que comprenden que educar a un hijo es acompañarlo a descubrir su propósito y apoyarlo a construir una vida de bien.
“No solo das techo, siembras raíces” nos recuerda que un hogar se construye no solo con ladrillos, sino con vínculos, con ternura, con ejemplo. Y que ser padre es, al final del día, un acto de amor profundo y trascendente.
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