El IPC en la lista de la compra: la fruta, los billetes de tren y la ropa para niños, lo que más subió en mayo

NOTI-AMERICA.COM | ESPAÑA
Las frutas frescas, los billetes de tren y la ropa para niños fueron los articulos de la cesta de la compra que más se encarecieron durante el mes de mayo en España. También subieron, por quinto mes consecutivo, los precios de los hoteles, más de un 4 %, a pesar de que otros productos vinculados al turismo, como los billetes de avión y los paquetes turísticos, bajaron con fuerza después de la Semana Santa, con descensos que llegaron a rebasar, en algunos productos, el 10 %.
Ese encarecimiento de los hoteles -el producto que más sube de toda la cesta en lo que va de 2025-, junto al de los restaurantes, hacen que la hostelería se mantenga como el grupo de gasto con más inflación en el último año, un 4,3 %, por encima incluso de la vivienda y los suministros asociados, donde las familias volvieron a apreciar un repunte en el coste de la electricidad: en mayo, la luz subió un 1,2 % y en lo que va de año acumula ya un alza del 4,5 %.
En mayo también se notó, con la definitiva llegada del buen tiempo, la subida de la ropa y el calzado, que se encarecieron un 2,4 % y un 2,9 %, respectivamente. El mayor alza se registró en las prendas para bebés y niños, un 3,8 %, aunque también repuntaron notablemente el calzado de mujer, un 3,1 %, y las prendas de mujer, con un 2,7%.
El índice general de precios, en cualquier caso, acabó mayo en su tasa interanual más baja desde octubre del año pasado, un 2 %. Y es que el empuje de la fruta, de la ropa, de la hostelería y de la electricidad se contrarrestó con las bajadas de los paquetes turísticos -un 12,7 % menos que en abril para viajar por España y un 6,6 % menos para salir al extranjero- y de los vuelos, especialmente los internacionales, que se abarataron casi un 14%, el producto que más bajó de toda la cesta.
También tiraron hacia abajo del IPC los carburantes, ya que el precio del gasóleo cayó un 2,7 % y el de la gasolina, un 2,2 %, de forma que, respecto a mayo de 2024, su coste ha bajado un 9,1 % y un 12,5 %, respectivamente. Un descenso incluso mayor se aprecia en los combustibles líquidos para uso en el hogar, que el mes pasado se abarataron más de un 5 %, de forma que ahora cuestan un 15 % menos que hace un año.
También volvió a bajar el aceite de oliva, cuyo precio se ha reducido un 28 % en lo que va de este año -es el artículo que más ha bajado en 2025- y que está ya en su nivel más bajo desde noviembre de 2022. El aceite de girasol, en cambio, sigue el camino contrario: en los cinco primeros meses de este año acumula una subida del 8,5 %.
Para ilustrar cómo impacta la subida de la inflación en los bolsillos de los ciudadanos, DatosRTVE ha seleccionado 15 productos básicos de consumo habitual, que se encuentran entre los más consumidos y los que más gasto suponen para la mayoría de las familias. Los siguientes gráficos muestran cómo han variado sus precios respecto al mismo mes del año pasado o respecto al mes anterior, según se prefiera, así como su evolución en los últimos cinco años.
Esta cesta de la compra reducida incluye alimentos como la leche, el pan o el aceite de oliva, que no solo son de los más frecuentes en las cocinas españolas, sino que en a partir de 2022 registraron fuertes subidas de precio. Algunos de ellos siguieron encareciéndose en 2024, como el pescado y el marisco, que en conjunto subieron casi un 5%; en cambio, las frutas se estabilizaron e incluso se registraron bajadas: las legumbres y verduras se abarataron casi un 4% el año pasado y el aceite de oliva bajó más de un 12%, tras dos años de fuertes subidas. También se incluyen los carburantes, que en 2021 y 2022 tuvieron alzas muy elevadas -incluso con el alivio que suponía la subvención de 20 céntimos por litro que estuvo vigente medio año-, pero que a lo largo de 2024 siguieron descendiendo de precio, con una rebaja acumulada del 3,3%.
Otros productos, que en un primer momento no sufrieron esa espiral inflacionista, en el último año tuvieron subidas notables, lo que refleja la distinta manera en que cada sector ha trasladado el aumento de los costes que inicialmente desencadenó el incremento de los precios energéticos y las reverberaciones de ese impacto a toda la economía. Así, por ejemplo, los veterinarios y las peluquerías repuntaron en 2024 por encima del 3%, mientras que los precios de restaurantes y bares aumentaron por encima del 4%. La ropa y el calzado, mientras tanto, han mantenido sus precios relativamente estables en los últimos años.
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