Quienes Ganaron y perdieron en las pasadas elecciones Regionales de Venezuela 2025

NOTI-AMERICA.COM | VENEZUELA
Quienes Ganaron y perdieron en las pasadas elecciones Regionales de Venezuela 2025
Después del triste resultado electoral en las pasadas elecciones Regionales de Venezuela el pasado 25 de Abril de 2025 hago mi análisis sobre quienes ganaron y quien realmente perdió en este proceso electoral ante en contrapunteo al mejor estilo del joropo Venezuela que fue culpa de Enrique Capriles, Manuel Rosales, María Corina Machado, el Consejo Nacional Electoral secuestrado y totalmente desprestigiado más la práctica común de amenazas del Régimen Dictatorial Venezolano que describo a continuación.
- El Gobierno Chavista: Triunfo a través del Fraude Institucionalizado
El oficialismo, encabezado por Nicolás Maduro, logró una victoria rotunda en las elecciones parlamentarias, obteniendo el 82,6% de los votos y controlando 23 de las 24 gobernaciones. Sin embargo, la participación fue alarmantemente baja, con solo un 42,6% del censo electoral acudiendo a las urnas. Este resultado refleja una estrategia de fraude electoral sistemático, que incluye la eliminación del código QR en las actas de votación, un mecanismo clave para la transparencia1
- La Oposición Participante: Un Triunfo Parcial con Viejos Actores y Sin Proyecto Claro
A pesar del descrédito que arrastra el sistema electoral venezolano, sectores de la oposición decidieron participar en las elecciones del 25 de abril de 2025. Lograron ganar algunos espacios locales y curules en la Asamblea Nacional, lo que en apariencia puede considerarse un triunfo.
Sin embargo, ese «triunfo» es profundamente cuestionable. Muchos de los actores opositores que lograron puestos son los mismos que han estado presentes en ciclos anteriores de derrota y desgaste, y que hoy avanzan políticamente más por inercia que por legitimidad popular. No presentan un proyecto coherente, carecen de una narrativa sólida que conecte con la mayoría de los venezolanos, y su base de apoyo electoral es frágil, cuando no artificialmente sostenida por el régimen para mantener una apariencia de pluralidad.
Además, su participación fue vista por buena parte del país y por figuras como María Corina Machado como una forma de convalidar un sistema sin garantías democráticas. En ese contexto, su avance político se interpreta más como una concesión del poder chavista para dividir a la oposición y legitimar las elecciones, que como una expresión auténtica de respaldo ciudadano.
Este sector opositor, al aceptar las reglas del juego impuestas por el chavismo sin exigir condiciones mínimas de transparencia y equidad, se vuelve funcional al sistema. Su éxito parcial termina siendo una victoria hueca, desprovista de fuerza transformadora y desconectada de las aspiraciones de cambio profundo que reclama la mayoría del país.
- María Corina Machado: La Voz de la Abstención y la Resistencia Moral
María Corina Machado, líder de la oposición, optó por llamar a la abstención como forma de protesta contra lo que considera un proceso electoral ilegítimo. A pesar de las críticas internas, su postura ha sido coherente con su rechazo al régimen de Maduro y su insistencia en que el verdadero ganador de las elecciones presidenciales de 2024 fue Edmundo González Urrutia, quien obtuvo el 70% de los votos según sus declaraciones.
En mi opinión el verdadero ganador de las elecciones del 25 de abril de 2025 en Venezuela, la ciudadanía que se cansó del modelo político-electoral, refleja una realidad palpable: una gran parte de la población ha perdido la confianza en un sistema que percibe como corrupto y manipulado.
La baja participación electoral, reconocida oficialmente (CNE) como del 42,6%, es un claro indicativo de este desinterés generalizado. Además, la falta de transparencia en los procesos electorales y la represión contra la oposición han profundizado la desconfianza ciudadana. María Corina Machado, líder de la oposición, ha señalado que «más del 85% de los venezolanos desobedecimos a este régimen y dijimos no», destacando la postura de quienes optaron por la abstención como forma de protesta2
Este fenómeno no es aislado; se ha convertido en una tendencia creciente en Venezuela. La falta de propuestas concretas por parte de los actores políticos tradicionales y la ausencia de un proyecto de país claro han llevado a muchos ciudadanos a sentirse huérfanos de representación. La repetición de actores políticos sin un cambio real en las estructuras de poder contribuye a esta sensación de estancamiento y falta de alternativas viables.
En este contexto, la abstención se erige no solo como una forma de rechazo, sino como una manifestación de desobediencia civil frente a un sistema que muchos consideran ilegítimo. La verdadera victoria, entonces, podría residir en la capacidad de la ciudadanía para mantener su postura crítica y exigir cambios profundos en la política venezolana.
Es fundamental que los actores políticos reconozcan este descontento y trabajen en la construcción de un proyecto inclusivo y transparente que recupere la confianza de la población. Solo así se podrá avanzar hacia una verdadera democracia que responda a las necesidades y aspiraciones del pueblo venezolano.
La Pérdida Silenciosa: El Sacrificio de la Familia Venezolana y el Cierre de las Puertas Internacionales
Para muchos venezolanos, el verdadero perdedor en las elecciones del 25 de abril de 2025 no es un actor político, sino el padre de familia, el hermano, la hija o la esposa que se enfrenta a la cruda realidad de un país colapsado económicamente y políticamente. Este individuo, que ya no ve en el sistema electoral ni en la clase política una solución a la crisis, es quien realmente sufre las consecuencias del fracaso del modelo político venezolano.
La crisis económica, con su inflación desbordada, el desempleo masivo y la precarización de la vida cotidiana, ha dejado a millones de venezolanos atrapados en un círculo vicioso de pobreza. Muchos de estos ciudadanos ya no confían en que las urnas puedan ofrecerles una salida viable. A lo largo de los años, la emigración fue vista como una válvula de escape, un modo de encontrar una nueva oportunidad. Pero esta opción se ha limitado cada vez más, no solo por los altos costos asociados con el éxodo, sino también por los muros de xenofobia y discriminación que se levantan en los países que antes ofrecían acogida.
Es irónico que, mientras ciertos discursos políticos latinoamericanos insisten en la hermandad entre los pueblos, la realidad cotidiana muestra una contradicción dolorosa. Los venezolanos que migran a países como Colombia, Perú, Chile o Ecuador se enfrentan a una creciente hostilidad, con racismo y discriminación como una constante en su día a día. Los mismos países que predican la unión latinoamericana parecen ignorar el sufrimiento de quienes, en busca de una vida mejor, se ven tratados como extranjeros de segunda clase.
Este fenómeno expone la hipocresía de un discurso vacío sobre la hermandad regional. ¿De qué sirve hablar de integración y cooperación si, en la práctica, aquellos que intentan escapar de la crisis venezolana son rechazados, marginados y criminalizados? Los discursos políticos en muchos países de la región parecen ser palabras vacías, que no se traducen en acciones concretas que realmente beneficien a los migrantes, que son, en muchos casos, también víctimas del mismo sistema que hoy lucha por imponerse en Venezuela.
Es este padre de familia, esta hija que se ve obligada a dejar su hogar, este hermano que mira hacia el futuro sin esperanza, quien realmente paga el precio de una crisis que no tiene fin. La política, tanto en Venezuela como en los países vecinos, parece haber olvidado al individuo, a la persona común que, al final del día, solo busca sobrevivir con dignidad.
MSc. Orlando Cuicar Ortiz
Exiliado Político
@orlandocuicar
Fuentes consultadas
Comentarios recientes