¿Cómo se elige al nuevo papa? Así funcionan las votaciones, el cónclave y las fumatas

NOTI-AMERICA.COM | ESPAÑA
La muerte del papa Francisco, tras 12 años al frente de la Iglesia católica, ha puesto en marcha el cónclave, un proceso con siglos de tradición que empezará el próximo miércoles 7 de mayo, cuya duración es imprevisible, pero que podría prolongarse días, o incluso semanas, hasta culminar en la famosa fumata blanca en la plaza de San Pedro que anuncie al mundo la elección de un nuevo pontífice, el Habemus papam con el que se dará a conocer el papa número 267 de la historia.
Desde el momento en que se produce el fallecimiento del papa y comienza el tiempo de sede vacante, los cardenales de todo el mundo son convocados para reunirse cuanto antes en Roma, con la misión de tutelar el gobierno provisional de la Iglesia y la responsabilidad de elegir al nuevo papa, en principio de entre ellos mismos. Una decisión que recaerá concretamente en 133 hombres, los cardenales electores, de los 252 cardenales que forman el Colegio cardenalicio.
La primera pista sobre lo que suceda dentro de la Capilla Sixtina las dan las fumatas, el humo que saldrá al quemar las papeletas con los votos de los cardenales, en un ritual que se repetirá hasta lograr la mayoría necesaria de dos tercios de los sufragios para un candidato. No obstante, harán falta muchos pasos para llegar a ese momento.
En el momento en el que muere o renuncia el papa se produce una situación llamada sede vacante. A lo largo de esta fase, los cardenales se reúnen en las denominadas congregaciones generales, encargadas de gobernar la Iglesia católica y que resuelven solo los asuntos ordinarios y los inaplazables. Esas reuniones se encargan también de definir los detalles que regirán el órgano elector, denominado cónclave y formado por los cardenales del Colegio cardenalicio, aunque solo pueden formar parte de la votación quienes tienen menos de 80 años, un criterio que se introdujo en 1975.
Dentro de los muros del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cónclave tiene lugar en la Capilla Sixtina, uno de los lugares más icónicos de la cristiandad, junto a la Basílica de San Pedro y la plaza del mismo nombre, a orillas del Tíber, en Roma. Estos lugares, junto a la Casa Santa Marta, se convierten en el centro de atención mundial de los católicos mientras dura la elección de la cabeza de la Iglesia.
Desde el inicio del cónclave es fundamental el secreto y la confidencialidad del proceso de elección del nuevo papa. Etimológicamente, el propio término cónclave hace referencia en latín a un lugar sellado con llave (cum-clavis). Antiguamente, a los cardenales no se les dejaba salir de la Capilla Sixtina e incluso se les racionaba el alimento hasta haber terminado de elegir a un nuevo papa.
Pero los cardenales, alojados en la Casa Santa Marta, residencia que alberga normalmente al personal de la Curia Romana, no tendrán acceso a teléfonos, internet ni medios de comunicación. Durante el cónclave de 2013, celebrado tras la renuncia de Benedicto XVI y que únicamente duró dos días (del 12 al 13 de marzo), el Vaticano prohibió el uso de redes sociales como Twitter a los cardenales electorales bajo pena de excomunión.
El primer día del cónclave se celebra en la Basílica de San Pedro la conocida como misa ‘Pro Eligendo Pontifice’, cuyo inicio está previsto a las 10:00 horas el próximo 7 de mayo. Todos los cardenales, sean electores o no; obispos, sacerdotes, diáconos y laicos pueden asistir a esta celebración, en la que se leen textos en distintos idiomas. Se celebra por la mañana, para que por la tarde den comienzo las votaciones, y la preside el decano del Colegio cardenalicio.
El primero en la procesión es el monaguillo portando la cruz, seguido por los maestros de ceremonias, el coro y los cantantes y los maestros de ceremonias, el secretario del Colegio cardenalicio y un eclesiástico que dirige la meditación de los cardenales electores. Los cardenales cantan una letanía de los santos y, al terminar, en el pórtico de la Capilla Sixtina, se canta la invocación al Espíritu Santo «Veni Creator Spiritus». Está previsto que los cardenales empiecen a entrar en la Capilla Sixtina a las 16:30 horas.
Al margen de las conversaciones o reuniones previas entre los cardenales desde que se declara la sede vacante, no hay candidatos oficiales en la elección del nuevo papa. Las listas de ‘papables’ son propias de la especulación periodística, basadas en los perfiles más destacados entre los electores. Sin embargo, antes de proceder a la elección, los cardenales habrán escuchado dos sermones para guiar su elección: uno antes de entrar al cónclave, y una meditación ya dentro de la Capilla Sixtina, en los que se expone el estado actual de la Iglesia y se sugieren las cualidades necesarias que debería tener un papa en tal contexto.
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