La revolución del monitoreo térmico en la industria farmacéutica

NOTI-AMERICA | COLOMBIA
En un entorno regulado con rigor por organismos como la FDA, EMA y COFEPRIS, la industria farmacéutica enfrenta uno de sus mayores desafíos: asegurar el control térmico durante toda la cadena de suministro. Más que cumplir la norma, hoy se trata de proteger la salud de millones, la rentabilidad de los negocios y la credibilidad de las marcas.
“El monitoreo en tiempo real de temperatura es una herramienta crítica, no un lujo”, afirma Marcel Souza, gerente de producto de Thermo King LATAM. “Cada grado de diferencia puede representar una pérdida millonaria o una crisis reputacional”.
Según el Instituto IQVIA, la industria biofarmacéutica pierde anualmente cerca de 35 mil millones de dólares por fallas en la cadena de frío. Un dato que ilustra la dimensión del problema y la urgencia de adoptar tecnologías que garanticen la integridad de medicamentos y vacunas durante su transporte y almacenamiento.
Estas pérdidas no solo son económicas: una desviación térmica puede hacer que una vacuna pierda su efectividad, comprometiendo la salud de los pacientes y generando consecuencias legales y reputacionales devastadoras para las empresas involucradas.
La implementación de sistemas telemáticos ha marcado un antes y un después en la gestión de la cadena de frío. Gracias a sensores inteligentes integrados en vehículos y conectados a plataformas de análisis en la nube, las empresas ahora pueden:
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Detectar desviaciones de temperatura en tiempo real.
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Recibir alertas inmediatas y actuar de manera preventiva.
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Rastrear condiciones como humedad y vibración en todo momento.
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Optimizar la trazabilidad y cumplir con las exigencias regulatorias.
Además, estos sistemas mejoran la eficiencia operativa, reducen el uso de combustible y contribuyen a metas de sostenibilidad. Hoy, la tecnología no solo protege los productos, también fortalece la rentabilidad y la competitividad del negocio.
La evolución no se detiene. Los nuevos desarrollos integran inteligencia artificial y algoritmos predictivos que permiten anticipar riesgos antes de que ocurran, ofreciendo un nivel de control sin precedentes.
En este escenario, la inversión en monitoreo térmico deja de ser un gasto y se convierte en un blindaje estratégico: protege la calidad del producto, evita sanciones regulatorias, mejora la toma de decisiones y fortalece la reputación empresarial en un mercado cada vez más exigente.
La gestión eficiente de la cadena de frío es hoy un factor diferenciador en la industria farmacéutica. No se trata solo de transportar medicamentos, sino de hacerlo con la precisión que exigen la salud pública, la normativa global y la sostenibilidad financiera.
“Cuando se trata de medicamentos sensibles a la temperatura, no podemos dejar la rentabilidad ni la reputación empresarial al azar”, concluye Souza. “Invertir en tecnología es invertir en confianza”.
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