El falso Brad Pitt y otras estafas amorosas: cómo funcionan, cómo evitarlas y qué hacer si caemos en ellas

Cómo actúan los estafadores del amor

El timador comienza por crear una identidad falsa antes de ponerse en contacto con la potencial víctima. La técnica de Conocimiento y Concienciación del Área de Ciudadanos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) Alicia Fernández nos explica que «normalmente roban información de perfiles de redes sociales que son muy activos, suben muchas fotos y mucha información personal y no son tan conocidos».

A continuación, los estafadores acceden a aplicaciones de citas o redes sociales y desde estos canales realizan el primer contacto con la persona a la que pretenden engañar. La lingüista forense y autora del libro ‘Estafas amorosas: El donjuán seduce, convence y manipula’, Sheila Queralt, señala que en el inicio de la comunicación el ciberdelincuente usa «un lenguaje muy cautivador, generalmente muy romántico, y utiliza palabras clave que crean constructos mentales, que hacen que te las creas». Según detalla la experta, algunas de estas expresiones recurrentes, «sobre todo al principio», son «confianza» o «sinceridad».  Añade que en los primeros momentos también es habitual «crear relatos, historias inventadas de superación, generalmente heroicas, que se cuentan para que la otra persona le admire y refuerce este vínculo».

A partir de ahí, indica Alicia Fernández, construyen la relación «a través de una manipulación emocional y hacen que esta persona confíe en ellos», adaptando su lenguaje al contexto y deseos de su objetivo. «Se convierten en aquello que está buscando la otra persona», explica Sheila Queralt. De manera que, si la víctima «está buscando a alguien extremadamente romántico, a la pareja ideal o al padre de sus hijos, ellos se comportan como tal», añade.

Todas estas situaciones tienen el objetivo de conseguir un rédito, principalmente económico. Existen diferentes casos, desde solicitar dinero alegando una situación personal complicada hasta la ‘sextorsión’, que consiste en la petición de un importe por parte del ciberdelincuente para evitar que este haga públicas imágenes íntimas que la víctima le había enviado previamente.

Buscan personas con necesidad afectiva y sin conocimientos digitales

Las expertas consultadas coinciden en que «no hay un perfil de víctima concreto». No obstante, la técnica de INCIBE, Alicia Fernández, destaca que «los estafadores intentan buscar a personas que sean más manipulables, que confíen muy rápido en la gente, y a personas mayores, simplemente por su desconocimiento del mundo digital». «Son individuos que están buscando el amor, que están pasando por un momento difícil en su vida tras una ruptura o una pérdida, o que realmente están abiertos y tienen esa necesidad afectiva en ese momento», agrega la lingüista forense Sheila Queralt.

Es durante el desarrollo de la conversación cuando deciden si la persona con la que están conversando puede ser víctima o no de su intento de engaño. Según nos explica Queralt, «los ciberdelincuentes al principio empiezan a probar con pequeñas estafas, pequeñas pruebas para ver si realmente la víctima les va a entregar el dinero o no». En caso de que no tengan «un talón de Aquiles, algo que realmente vaya a hacer que después caigan en una estafa más grande, dejan de hablar con ellas», añade. Esta lingüista.

Cómo evitar caer en una ‘estafa del amor’

Las expertas aportan claves para aprender a identificar un intento de esta clase de estafa. Recomiendan, en primer lugar, «aplicar el sentido común«. Alicia Fernández (INCIBE) señala la importancia de «hacernos muchas preguntas y desconfiar de aquellas personas que no hemos visto nunca». La lingüista forense Sheila Queralt expone que debemos sospechar si la otra persona va demasiado rápido y, por ejemplo, «te declara un amor extremadamente profundo en las primeras horas o en los primeros días».

Las expertas también aconsejan evitar la sobreexposición en plataformas online. Según indican, influye nuestro nivel de actividad en las redes sociales, ya que un perfil puede aportar muchos detalles de la vida de la potencial víctima. «Muchas veces compartimos cuáles son nuestros gustos y de repente la otra persona justamente los comparte», apunta Queralt. Además, es fundamental no compartir datos personales, como puede ser el número de teléfono o información bancaria y, sobre todo, en ningún caso se debe enviar ninguna cantidad de dinero a estos perfiles.

La Asociación Nacional Contra la Estafa con Manipulación Emocional (Anceme) ofrece varias claves en su Guía de Prevención de Estafas Románticas. En ella, destaca posibles motivos que nos deben hacer desconfiar si miramos las redes sociales del potencial cibercriminal, como una foto de perfil «increíblemente atractiva», tener muy pocas fotos publicadas o pocos amigos y que no viva o trabaje cerca de ti. También recomiendan realizar una búsqueda inversa de la foto del perfil a través de herramientas como Google Lens para comprobar si se corresponde con la persona que afirma ser o, en cambio, aparece como otro individuo o en un banco de imágenes, tal y como sucedió en el caso de Morata de Tajuña. El ciberdelincuente, según el manual de Anceme, también evita videollamadas y se comunica sobre todo a través de mensajes escritos. Por otra parte, suele prometer encuentros que nunca se acaban llevando a cabo. La asociación advierte de las principales estrategias de estos timadores para conseguir su objetivo.

La Policía Nacional sugiere que, si se sospecha de un caso como este, se debe «cortar cualquier tipo de comunicación, bloquear el contacto, intentar recabar toda la información -pantallazo de conversaciones, perfil, recibos de ingresos realizados…- y acudir a denunciar a comisaría». Por su parte, la Guardia Civil recomienda «desconfiar de las relaciones que avanzan demasiado rápido, verificar las identidades de las personas y nunca enviar dinero a desconocidos», como te contamos en el Telediario de TVE. Si crees que puedes estar siendo víctima de una estafa romántica, también puedes ponerte en contacto con el INCIBE a través del número 017, así como mediante WhatsApp o Telegram. Desde esta institución aconsejan igualmente compartir estas situaciones con familiares y amigos «porque van a ser muchísimo más objetivos que nosotros, que podemos estar dentro de ese engaño».