Por eso, a pesar de su potencial, los pacientes pueden encontrar dificultades para inscribirse y participar en los DMP. En Colombia, donde la diabetes representa el 3,2% de la carga de morbilidad, recientemente conversamos con 40 pacientes y 39 profesionales sanitarios de dos Entidades Promotoras de Salud (EPS) sobre los desafíos para usar efectivamente los DMP y si la telesalud podría ayudar. A continuación, destacamos algunos de nuestros hallazgos clave.
¿Cuáles son las principales barreras que impiden a los pacientes seguir su tratamiento para la diabetes?
Cuando se trata de manejar enfermedades crónicas como la diabetes, el camino está lleno de desafíos. Hemos identificado cinco grandes grupos de obstáculos:
- Barreras administrativas y sistémicas: Algunos pacientes deben esperar hasta tres meses solo para ver a un especialista. Los pacientes se enfrentan a este tipo de retrasos con regularidad, ya sea para concertar una cita, esperar la autorización de un procedimiento o tener que lidiar con órdenes de derivación caducadas. Además, la atención suele estar fragmentada. Muchos pacientes acaban teniendo que desplazarse entre distintos centros, lo que aumenta los costos y el estrés.
“No siempre es fácil conseguir una cita. Por ejemplo, yo tenía que tener mi cita a finales de enero, principios de febrero, y cuando llamé para programarla, me la dieron para marzo”, dijo uno de los pacientes del estudio.
- Barreras psicosociales y de apoyo: Los adultos mayores suelen seguir mejor los planes de tratamiento, mientras que los pacientes más jóvenes a menudo tienen dificultades incluso para aceptar su diagnóstico, por no hablar de gestionarlo adecuadamente. Para muchos pacientes, la falta de sistemas de apoyo dificulta el cumplimiento de los planes de tratamiento. Esto se ve agravado por la falta de apoyo psicológico.
“Creo que es muy importante tener en cuenta la salud mental y el papel de la psicología, que es muy limitado en el programa de diabetes. Uno de los problemas es que los pacientes no tienen un proceso de aceptación adecuado, y su red de apoyo no siempre es lo bastante fuerte. Tiene que haber un sólido componente de salud mental para ayudar a los pacientes a aceptar su diagnóstico y animar a las familias a implicarse más en el apoyo al paciente”, explicó un profesional sanitario.
- Barreras educativas e informativas: No se trata sólo de lo que los pacientes saben, sino también de lo que no saben. Muchos no han recibido suficiente información sobre su enfermedad, por lo que no saben cómo tratarla eficazmente. Otros tienen demasiada información, a menudo de fuentes poco fiables. Con el auge de las redes sociales, muchos recurren a dudosos consejos en línea.
“Con tanta información disponible, los pacientes se ven bombardeados por internet. A veces nos desafían, diciendo cosas como: ‘Google dice que eso no está bien, que el tratamiento debería ser…’”, comentó un profesional sanitario.
- Barreras para el cambio de comportamiento y de estilo de vida: Muchos pacientes luchan contra los cambios de estilo de vida necesarios para controlar su enfermedad, ya sea ajustando su dieta o estableciendo rutinas más saludables. Gran parte de ello se debe al apego cultural y a hábitos profundamente arraigados
“El mayor reto para los pacientes es el aspecto cultural de sus experiencias y hábitos… Conseguir que entiendan que tienen que cambiar esos hábitos ha sido lo más difícil”, señaló una de las enfermeras.
- Barreras estructurales en la prestación de asistencia sanitaria: Los tiempos de consulta limitados dificultan la atención adecuada de las necesidades de los pacientes. Además, puede haber problemas con la entrega y dispensación de medicamentos.
“El tiempo es un verdadero obstáculo; vamos constantemente contrarreloj. Si dedico demasiado tiempo a escribir todo lo que requiere un auditor -rellenar formularios, rellenar el historial clínico-, ni siquiera tendré tiempo de mirar al paciente a los ojos, porque siempre hay otro paciente esperando. Es un obstáculo enorme”, explica uno de los profesionales sanitarios.
¿Puede ayudar la telesalud?
Los pacientes y profesionales con los que conversamos destacaron muchas oportunidades en la telesalud:
- Los pacientes agradecieron recibir llamadas de seguimiento y mensajes de texto de los profesionales sanitarios, así como invitaciones a participar en actividades educativas. Esto puede suponer una nueva capa de apoyo, sobre todo para quienes carecen de redes de apoyo sólidas.
- Recibir algunos servicios a través de la telesalud es cómodo, ya que ahorra tiempo y dinero en comparación con los desplazamientos a los centros sanitarios para las visitas en persona. También puede ampliar los servicios –por ejemplo, añadiendo más controles– y es especialmente importante para quienes tienen problemas de accesibilidad.
- Los pacientes también consideraron valiosas las herramientas para recordar las citas, como los mensajes de texto, las llamadas y los correos electrónicos, que, en su opinión, ayudaban a controlar y vigilar la enfermedad.
- Las herramientas digitales también pueden ayudar a agilizar algunas tareas administrativas. La programación de citas podría reducir los tiempos de espera, la dispensación de medicamentos podría ser más eficiente y las autorizaciones médicas podrían gestionarse con mayor rapidez.
Como describió un paciente: “La EPS tiene un sistema para eso. En cuanto tienes la consulta, aparecen los pagos, y el día antes te recuerdan la cita… es excelente”.
Pero también destacaron varios retos:
- Para que la telesalud sea eficaz, los pacientes y sus redes de apoyo deben recibir formación sobre el uso de la tecnología. Sin ella, muchos pacientes tienen dificultades para navegar por las plataformas de telesalud debido a su falta de alfabetización digital, lo que les dificulta el uso de smartphones y otros dispositivos.
“Alrededor del 68% de nuestra población mayor de 60 años no tiene smartphone, lo que dificulta el uso de WhatsApp. Ese es uno de nuestros mayores retos: llegar a los pacientes que no tienen acceso a la tecnología”, explica una de las enfermeras del estudio.
- Algunos pacientes han expresado su preocupación por la telesalud, mencionando una sensación de despersonalización por parte de los profesionales sanitarios y dificultades durante las visitas virtuales. Muchos pacientes siguen prefiriendo las consultas en persona.
“Imagínese que le enseña el pie a un médico por ordenador: ‘Enséñeme los pies’… no, el médico tiene que verlo físicamente. Con nosotros, los diabéticos, tienen que comprobar la circulación, examinar el cuerpo, mirar los dedos de los pies, hacer preguntas e incluso comprobar nuestros ojos”, dice un paciente.
¿Qué debe ocurrir con la telesalud y el tratamiento de la diabetes?
Tanto los pacientes como los profesionales sanitarios ven el potencial de la telesalud para mejorar la gestión de la enfermedad, pero sigue habiendo retos: superar las barreras para una gestión eficaz y utilizar la telesalud. Es esencial mejorar el acceso a la tecnología, garantizar conexiones sólidas a internet y crear sistemas fáciles de usar. Para que la telesalud sea realmente eficaz, hay que enseñar a los pacientes a utilizar las herramientas.
La telesalud ha llegado para quedarse y podría convertirse en un componente fundamental de la atención para la diabetes en Colombia y en toda la región. Ya está ahorrando tiempo a los pacientes y ayudando a los médicos a reducir el trabajo administrativo, lo que les permite centrarse en lo que realmente importa: la atención al paciente.
En palabras de un profesional sanitario: “Creo que la telesalud funcionó bien cuando fue necesaria en la pandemia… pero nosotros, como médicos, también tenemos que abrir la mente y verla como una ventaja”.
Como con cualquier otro enfoque, debemos reflexionar sobre cuándo y cómo utilizar la telesalud. El objetivo primordial debe ser siempre mejorar los resultados de los pacientes, y la telesalud puede desempeñar un papel crucial para ayudarnos a conseguirlo.
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