¿Nos hacen felices las luces de Navidad? Esto dice la ciencia

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La ciencia ha explorado la influencia de las luces navideñas en nuestro bienestar emocional, y los resultados son fascinantes. Estudios sugieren que las luces y colores brillantes, especialmente los azules, pueden desencadenar la liberación de hormonas asociadas con la felicidad, como la serotonina y la dopamina.

Esta respuesta es parte de un fenómeno más amplio conocido como cromoterapia, que se basa en la premisa de que diferentes colores pueden afectar nuestro estado de ánimo y energía de diversas maneras.

Además, la iluminación navideña puede evocar recuerdos nostálgicos y sentimientos de alegría asociados con las festividades, lo que contribuye a una sensación general de felicidad.

Sin embargo, es importante considerar el equilibrio, ya que un alumbrado excesivamente intenso puede perturbar nuestros ciclos de sueño al interferir con la secreción de melatonina y aumentar los niveles de cortisol durante la noche.

Por lo tanto, mientras que las luces de Navidad pueden ser una fuente de alegría y celebración, también es crucial ser conscientes de su impacto en nuestro entorno y salud.