Las relaciones de España con la nueva administración de Trump, una brecha ideológica difícil de salvar
NOTI-AMERICA.COM | ESPAÑA
Las elecciones de Estados Unidos han dejado un claro vencedor, Donald Trump, que regresa cuatro años después a la Casa Blanca más reforzado que nunca. Su discurso racista y radical ha calado en una sociedad estadounidense, que le ha dado una aplastante victoria sobre la demócrata Kamala Harris, derrotada por K.O. tras una previa campaña electoral en la que las encuestas daban un empate técnico.
Un nuevo y no tan desconocido panorama estadounidense al que tendrá que acoplarse el Gobierno de España, encabezado por un Pedro Sánchez que ha felicitado a Trump con un escueto y muy formal texto a través de su cuenta de X, donde le ha dado la “enhorabuena”, además de mandar un mensaje para “trabajar” las relaciones entre los dos países y “fortalecer” la “asociación transatlántica”.
La primera intervención pública del Ejecutivo español se ha hecho esperar hasta el mediodía de este miércoles, con la comparecencia del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quien ha insistido en el mensaje previo lanzado por el presidente de “fortalecer” la relaciones con Estados Unidos.
“Estados Unidos es un aliado natural de Europa, juntos somos capaces de hacer frente a crisis muy difíciles. Cuando trabajamos juntos, la prosperidad y seguridad de nuestros ciudadanos se profundiza y en eso vamos a trabajar”, ha asegurado Albares ante los medios.
Una alianza en la que el catedrático en Comunicación y Política Internacional en la Universidad Europea de Madrid, José María Peredo, apuesta por apartar la brecha ideológica que separa a ambos Gobiernos para poder “trabajar en positivo”.
“El aspecto ideológico tiene que quedar mucho más al margen, porque cada uno tiene una visión de transformar la sociedad muy distinta. Se trata de mostrar una cohesión interna teniendo en cuenta dónde estamos en Europa y el lugar que ocupamos en la OTAN”, asevera el profesor Peredo, para quien es “una necesidad estratégica” por parte de España estar “próximos” a una potencia aliada como Estados Unidos.
Ese «trabajo en positivo» del que habla el catedrático Peredo y la buena disposición que ha mostrado Albares, contrastan con la reacción de la líder de su socio de Gobierno, Yolanda Díaz, quien se ha mostrado muy crítica con la victoria del multimillonario presidente electo, que ha calificado como una «mala noticia». «No nos quedaremos de brazos cruzados», relataba en su cuenta de X.
“Lo primero de todo es que Estados Unidos es un socio y aliado de España, un país prioritario para nosotros y nosotros para Estados Unidos, en algunos aspectos también”, enfatiza el catedrático de la UEM.
Pero los grandes conflictos mundiales, la guerra en Ucrania y la invasión de Israel en Palestina y conflicto en Oriente Próximo, son dos escenarios que alejan más que unen al gobierno español con el próximo gobierno estadounidense, que echará a andar el próximo 20 de enero, con la toma de posesión de Trump.
“España ha sido uno de los grandes defensores del apoyo a Ucrania y en ese sentido lo esperable es que Estados Unidos cambie el rumbo respecto a su posición en la invasión rusa”, vaticina, por su parte, Paco Camas a RTVE.es, director de investigación de opinión pública en Ipsos Iberia y profesor en el Instituto de Estudios Bursátiles.
A pesar de las diferencias, los primeros pasos del Gobierno de España han ido en la dirección de mantener las buenas relaciones con la futura administración Trump, aunque solo el tiempo dictará sentencia.
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