¡Así se vive el primer amor!

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El primer amor o esa primera pareja es ese gran descubrimiento que nos ayuda a definir quiénes somos y qué queremos.

Aunque el amor tiene varios tipos: el filial, el fraternal, el amistoso y el romántico; el que se queda en la memoria es el romántico; y esto es tal vez porque, aunque no lo parezca, los muchachos viven todos estos a flor de piel.

El primer amor, un tiempo de cambio

La adolescencia se caracteriza por ser una etapa en la que los jóvenes están en búsqueda de su identidad, de definir quiénes son. Qué les gusta y qué no. Qué quieren. Cómo son percibidos. Viven un momento de total redescubrimiento de ellos mismos.

Esta es una etapa cumbre, en la cual explica la psicóloga Mariana Plata empiezan a surgir las dudas más importantes sobre la sexualidad y el objetivo principal de los jóvenes es encontrar respuestas. Lo ideal es que las hallen en adultos que los quieran y busquen lo mejor para ellos, bien sea sus padres, tíos, hermanos mayores o, incluso, profesores.

El problema está cuando las buscan en sus compañeros de clase o vecinos. El hecho de que sean contemporáneos reduce la probabilidad de que sus experiencias sean fiables. Todavía son muy chicos y les falta vivir un sinfín de encuentros antes de construir su propia definición.

Ensayo y error

El primer noviazgo ayuda a definir la identidad, los valores, los gustos, los límites, las comunicaciones y los derechos dentro de una relación amorosa sana. Aun cuando no estén biológicamente maduros, no se debe desestimar el valor de este encuentro.

Prevención

Es imposible controlar la vida de los demás y eso incluye la de los hijos. Aunque vivan bajo nuestro mismo techo, pueden buscar la manera de burlar las normas de la casa y salir a escondidas para verse con la pareja, su primer amor. Es por ello que lo más recomendable es hablar claramente sobre la responsabilidad que conlleva mantener una relación para que sean conscientes no solo de los pros, sino también de los contras.

Ruptura

Hay que darles permiso de sentir todas las emociones asociadas con una pérdida (frustración, enojo, tristeza). Recordemos que a esa edad se vive intensamente. Es el rol del cuidador primario ayudarlo a procesar estas emociones y encontrar formas más sanas de canalizarlas.