Así puedes controlar tus emociones y evitar conflictos innecesarios
NOTI-AMERICA.COM | CHILE
Las emociones son todo aquello que sentimos. Es la forma como respondemos ante la alegría, el placer, el agradecimiento, la ira, el resentimiento, la decepción, la tristeza o la vergüenza. En otras palabras, es el desencadenante de algún enfrentamiento en el entorno.
Eso de controlar las reacciones no es tarea fácil, pero tampoco imposible. Solo es necesario tomar consciencia y aprender a canalizarlas de manera consciente y correcta. Otro aspecto importante es tratar de conocer mejor a las personas con quien nos relacionamos.
De igual manera, cuando no podemos controlar nuestros estados de ánimo, comenzamos a actuar de forma impulsiva, sin tomar en cuenta las posibles consecuencias de nuestras acciones o inacciones, provocando incluso que se genere una conducta inadecuada. Todo ello repercute en la salud y bienestar, por lo que si logramos transformarlas y cambiar nuestro proceder, no tendrían por qué afectarnos durante toda nuestra vida. Para ello, es importante aprender a reconocerlas.
Tipos de emociones
Emociones innatas: la tristeza, el miedo, la alegría, la sorpresa, la ira y el asco, son al menos seis de las emociones que puedes percibir desde el mismo momento de tu nacimiento. Se inician con rapidez y duran pocos segundos.
Forman parte del proceso de adaptación y existen en todos los seres humanos, independientemente de su cultura. Te permiten reaccionar de un modo concreto ante la aparición de ciertos estímulos.
Emociones aprendidas: los celos, la culpa, el orgullo, la vergüenza, la satisfacción, la diversión y el desprecio, entre otras emociones, surgen como consecuencia de la socialización y del desarrollo de capacidades cognitivas.
Puedes empezar a experimentarlas entre los primeros dos o tres años de vida, posterior a las emociones primarias. Se desarrollan en un contexto de aprendizaje determinado. Son provocadas por reglas sociales y códigos morales.
Toma el control
Existen procedimientos para mantener el equilibrio emocional antes, durante y después de estar sometido a escenarios estresantes. Te exponemos algunos de ellos:
Respiración profunda: consiste en inhalar profundamente por la nariz mientras cuentas mentalmente hasta cinco, mantienes la respiración contando hasta cuatro y sueltas el aire lentamente por la boca contando hasta diez.
Este procedimiento oxigena todo el cuerpo, contribuye al buen funcionamiento del cerebro y proporciona una sensación de calma.
Autoafirmación: este método busca reemplazar las ideas nocivas por otras más reales. Para ello, debes repetir mentalmente una serie de afirmaciones que se mantendrán en el subconsciente y contrarrestarán los pensamientos que te hacen sentir triste y ansioso.
Pensamiento en stop: la distracción o parada del pensamiento es una técnica cognitiva conductual que se utiliza para reducir la frecuencia de las ideas que se encuentran en la base de los trastornos emocionales.
Cuando nos sobrevienen pensamientos destructivos es preciso cambiar de actividad, como, por ejemplo, conversar con un amigo, hacer crucigramas, cocinar, salir de paseo y practicar ejercicios, entre otros. Requiere de entrenamiento permanente, se recomienda practicarlo a diario.
Entrenamiento mental: visualiza una situación a la que le temes y practica mentalmente la forma en que la afrontarás, lo qué vas a decir, anticipándote a lo que podrás sentir.
Esto te brindará seguridad y te hará sentir relajado porque estarás satisfecho con la forma en que actúas y con sus resultados.
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