Nadie compra el fraude de Maduro: la comunidad internacional aísla al dictador
NOTI-AMERICA.COM | VENEZUELA
El triunfo de Nicolás Maduro que proclama el Consejo Nacional Electoral (CNE), la cúpula del chavismo y el alto mando militar de Venezuela, después de los comicios presidenciales de este 28 de julio, resulta difícil de creer en el hemisferio. Desde el Reino Unido, Estados Unidos, España, Alemania e Italia hasta diez países de la región dudan y exigen transparencia en el escrutinio.
Todos desconfían de los números. Hay recelo internacional por los cómputos emitidos después de la dictadura cumplir 25 años en el poder. Otros seis años de miseria y abusos son inconcebibles no sólo en el exterior sino también para la oposición liderada por el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González y su aliada de Vente Venezuela, María Corina Machado.
En un comunicado conjunto, Argentina, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay exigen “garantías de que los resultados electorales respetarán a cabalidad la voluntad popular expresada por el pueblo venezolano en las urnas”.
De la misma forma, Francia pidió este lunes “transparencia total” en la divulgación de los datos detallados de las actas y de los centros de voto y “solicita la plena aplicación de la ley electoral venezolana, lo que implica sobre todo la publicación íntegra de las actas y de los resultados de los centros de voto”, indicaron fuentes diplomáticas en un comunicado.
En ese orden, también el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aseveró que reconocerá el triunfo de Maduro en los comicios si el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela “confirma la tendencia”, aunque pidió “esperar el recuento”.
Además, insisten en que ello sólo será posible con un “conteo de los votos transparente, que permita la verificación y y control de veedores y delegados de todos los candidatos”.
¿Lo permitirá Nicolás Maduro? Hasta ahora, no hay certezas de alguna disposición pero sí abunda la evidencia de maniobras para impedir que el recuento -en caso de ejecutarse- sea indiscutible. En las redes sociales difunden videos de miembros del Plan República retirando bolsas con material electoral de los centros de votación. ¿Son las actas? ¿Son las boletas? Nadie tampoco responde desde el CNE.
Resultado fuera de toda razón
“El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer”, asegura el presidente de Chile, Gabriel Boric. Desde Caracas, el chavismo lo desacredita por dudar del triunfo.
El canciller de Maduro, Yván Gil, atribuye la posición del mandatario austral a una “incompetencia” que le impide desconocer que “los hijos de Bolívar y de Chávez no necesitamos su devaluado reconocimiento, aquí si derrotamos el fascismo con votos y con apoyo popular, y además somos libres de tutelajes, cosa que lastimosamente su gobierno no puede decir jamás. ¡Ocúpese de sus problemas! Acá ganamos, defendemos el triunfo y celebramos como verdaderos revolucionarios”.
Así está el tono del régimen. Ninguno de sus voceros o representantes brinda espacio para las dudas que levanta la jornada pero las hay de grandes dimensiones.
“La comunidad internacional está observando esto muy de cerca y responderá en consecuencia” afirma el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken en nombre del gobierno de Joe Bien.
La advertencia a Maduro es tácita. Sobre todo al destacar que “lo fundamental es que cada voto se cuente de forma justa y transparente, que los funcionarios electorales de inmediato compartan información con la oposición y los observadores independientes sin demora, y que las autoridades electorales publiquen una tabulación de los votos”.
Mientras, Italia se pregunta si ¿el resultado que anuncia el triunfo de Maduro refleja realmente la voluntad del pueblo?. Los indicios de vicios durante la contienda comicios son innegables para el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou. El mandatario deja claro que no se puede reconocer un triunfo si no se confía en la forma y los mecanismos utilizados para llegar a este.
No se puede resumir mejor. Nadie en su sano juicio confía en el triunfo de Maduro. Sin embargo, China, Rusia, Irán y Cuba lo pierden o dejan a un lado para celebrar con Maduro.
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