EL ACUERDO DEL C.N.E. Por: HUGO R. ARIAS

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EL ACUERDO DEL C.N.E.

HUGO R. ARIAS

La firma del Acuerdo promovido por el Consejo Nacional Electoral ser   firmado por los candidatos a la Presidencia de la Republica, quienes se  comprometerían desde  ese momento a reconocer  y aceptar sin protesto el resultado final de la elección del 28 de julio venidero, es decir, un voto de confianza y de credibilidad para un organismo que a decir de uno de sus miembros rectores, el Presidente del cuerpo colegiado,  en muchos casos no actúa por mandato del órgano rector  que lo dirige, sino que ha  venido  tomando decisiones  unipersonales ignorando al resto de los directivos  sin ocultar su condición  y vinculación política, creando con ello un ambiente de  duda respecto a su imparcialidad que hace pensar en  su tránsito por la administración pública, particularmente cuando fue  diputado de la Asamblea Nacional, o más  reciente,  desde la Contraloría General de la Republica desde donde no controlo el gasto público del poder ejecutivo pero si fue eficiente  en  inhabilitaciones de dudosa legalidad, sin olvidar que recientemente respondió a la Unión Europea revocándosele la invitación que se les había hecho  para que fuesen observadores garantes de la imparcialidad  en la elección del 28-7, enviando al monumento de la historia la posibilidad de certificar la imparcialidad en la elección citada ut supra y nada de extraño tendría el pensar que el  famoso Acuerdo nace   con la intención de obligar a  los firmantes en   reconocer y aceptar  el resultado electoral favoreciendo solo a uno de ellos; por otro lado,   es  un escrito alejado del estado de derecho, para el la Constitución y  las normas  electorales no existen y de paso,  el Consejo Nacional Electoral no está autorizado para semejante proceder, violenta los Derechos políticos de los ciudadanos, atenta contra  la libertad de expresión, no se conoce si la autoría es de los rectores del CNE o  de uno solo, a lo mejor fue contratada su elaboración o quizás fue donado por otra rama del Poder Público Nacional. Este tema nos trae a la memoria que últimamente se han logrado varios Acuerdos, entre ellos Méjico, Noruega, Barbados, todos firmados por los representantes del Gobierno y la Oposición, en el último se toca el tema electoral, vimos, ahora lo desconocen y pretenden presentado uno a su medida como el que da lugar a este escrito, el votante no lo acepta, lo rechaza pues no esta dispuesto a seguir caminos hechos sin su participación  y entre gallos y medianoche, ese votante que les rechaza  habla permanentemente con su lideresa ya tiene la ruta trazada y la va recorriendo con decisión enfrentando inteligentemente  a la  fuerza bruta que pretende con la bestialidad atropellarle con  el valor que da la cayapa, sin embargo, vale decir que muchos de los enviados a atacar a sus semejantes, comprenden el error  y deciden fumar la pipa de la paz y muchos en silencio han formado sus comanditos con aquellos que fueron del1x10 de ayer, reconocen ser Chavistas traicionados por los pregoneros de una revolución que no existe  de allí que han  decidido  rescatar la democracia y el partido. Lo cierto, lo verdadero es que la conducta gubernamental es la de no aceptar los acuerdos, que fácilmente puede demostrarse en materia laboral al negarse a firmar las Convenciones colectivas de trabajo o acuerdos contractuales de trabajo que en democracia las partes discuten y acuerdan las mejoras para los trabajadores, entre ellas las salariales que ellos se niegan a revisar, pagando un salario mínimo que es único en el mundo de la ridiculez. Como diría el fallecido periodista Oscar Yanez diría “Asi son las cosas”.