2 de cada 3 mujeres reciben comentarios no solicitados sobre su cuerpo: ¿cómo impacta en su autoestima y salud mental?
NOTI-AMERICA.COM | CHILE – Uno de los constructos sociales que ha primado a lo largo de la historia de la humanidad, son los cánones de belleza. Sin duda, esta serie de características que rigen el aspecto físico de una persona han sido una fuerza poderosa para moldear la percepción colectiva de lo que se considera bello o atractivo. Si bien durante mucho tiempo han sido promovidos, incluso de forma subliminal, a través de los diversos canales de comunicación, actualmente, sabemos que estas normas poco realistas y excluyentes, ejercen una profunda influencia en la salud mental de las personas, especialmente, en las mujeres.
En efecto, esta necesidad inminente que tenemos los seres humanos por alcanzar la perfección tanto en uno mismo, como verla reflejada en los demás, nos ha llevado a emitir juicios, críticas y comentarios en torno al cuerpo femenino. Estas observaciones, ya sean positivas o negativas, causan un impacto significativo en el bienestar emocional de miles de mujeres que nos sentimos evaluadas y valoradas en función de nuestra apariencia física.
Una dura realidad
Indudablemente, los comentarios sobre el físico de las mujeres han sido una preocupación persistente, sobre todo, en los últimos años, pues es una realidad que va más allá de la edad, la raza y la clase social. Si bien la mayoría de personas tenemos cierta noción sobre este fenómeno y sus posibles consecuencias, el poder cuantificar la situación, nos invita a reflexionar sobre el papel que estamos ejerciendo como individuos en una sociedad prejuiciosa y desigual.
Con la finalidad de evidenciar la dura realidad que enfrentamos las mujeres día a día, Falabella e Ipsos desarrollaron un estudio en el marco de la campaña “Mi cuerpo no necesita tu opinión”, la cual contó con la participación de más de 1.000 peruanos entre hombres y mujeres de 18 años en adelante.
¿Cómo impacta en las mujeres los comentarios sobre su físico?
En primer lugar, creo que ninguno de nosotros- hombres o mujeres- somos ajenos a esta situación, ya sea porque alguien ha opinado sobre nuestro físico o porque nos hemos dejado llevar por esta tendencia social de juzgar a los demás. Sin embargo, muchas veces no somos conscientes de las consecuencias de este tipo comentarios, cuyos efectos pueden manifestarse de diversas maneras y variar en intensidad según la vulnerabilidad y las experiencias previas de cada individuo.
Baja autoestima
Definitivamente, las opiniones que resaltan ciertos aspectos del físico, pueden llevarnos a la comparación constante, por lo que podemos empezar a medir nuestra propia valía en función de estándares externos, lo que contribuye a una baja autoestima y una autoimagen negativa. Asimismo, las críticas repetitivas sobre nuestro cuerpo, pueden ser internalizadas y adoptadas como propias, causando así un impacto directo en nuestra confianza y que desarrollemos una percepción negativa de nuestra propia apariencia.
Trastornos alimenticios
Desde luego, las críticas que enfatizan la importancia de cumplir con ciertos estándares de belleza pueden generar una presión significativa sobre las mujeres, generando así una serie de comportamientos alimenticios extremos, como dietas restrictivas, ayuno o ejercicio excesivo, en otras palabras, se pueden desarrollar diversos trastornos, ya sea anorexia, bulimia o vigorexia. En concreto, estos comentarios pueden llevarnos a utilizar la comida como un mecanismo de control en un intento por alcanzar o mantener un cuerpo determinado.
Ansiedad y depresión
De acuerdo con la psicoterapeuta, la exposición continua a comentarios negativos sobre el cuerpo puede tener un efecto acumulativo a lo largo del tiempo, por lo que este impacto prolongado puede contribuir al desarrollo de trastornos de ansiedad y/o depresión. De igual manera, la atención excesiva a este tipo de juicios, puede llevarnos a una preocupación constante por la apariencia, lo que aumenta los niveles de ansiedad y genera cambios significativos en nuestro estado de ánimo, además supone un riesgo importante para el desarrollo de trastornos alimenticios.
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