Compromiso del sector financiero para impulsar la economía circular local
NOTI-AMERICA | COLOMBIA
Con el fin de acelerar la transición a una economía circular, un modelo capaz de ayudarnos a tener prosperidad a la vez que preserva los recursos naturales, las instituciones financieras están aumentando sus frentes de actuación. Uno de estos ejemplos es el reciente apoyo de Bancolombia al Hub Círculos 2024, un espacio pionero de aprendizaje sobre economía circular para empresas, como socio estratégico dE actividades orientadas a la promoción de la economía circular realizadas por la entidad.
Esta iniciativa es un espacio de innovación y colaboración busca amplificar los mecanismos de financiación de la transición a la economía circular. Actualmente, la hay una línea de crédito dedicada a la financiación de proyectos de sostenibilidad con una taxonomía específica para proyectos relacionados con la economía circular; ya emitió un bono verde para estos proyectos y desde se asoció a la Fundación Ellen MacArthur, organización internacional especializada en economía circular.
Según indica David Penagos Echeverri, Gerente de Economía Circular y Gestión de la vicepresidencia de Innovación y Sostenibilidad de Bancolombia, «desde que creamos nuestra estrategia, nos dimos cuenta del gran potencial de soluciones y modelos que pueden acceder a nuestra línea de financiación. A partir de este potencial, entendimos que nuestro rol no debe estar solo desde el frente de facilitar la financiación, también necesitamos promover, articular y movilizar los actores económicos para que implementen, exploren y tomen acciones para materializar esas soluciones y modelos circulares y hacer realidad la transición a la economía circular».
Para Guilherme Suertegaray, responsable por la relación con las grandes empresas de la red Latinoamericana de la Fundación Ellen MacArthur, esa es una de las formas que las entidades financieras tienen de cumplir su rol como viabilizadoras de una economía circular: «El papel de las entidades financieras es fundamental para estimular la innovación y la transición hacia este nuevo modelo. Las personas y las empresas están viendo que la economía circular es el mejor marco económico que tenemos hoy para enfrentar el cambio climático además de otras cuestiones relacionadas con el ESG. Por eso hemos visto aumentar los compromisos con la economía circular y el surgimiento de soluciones innovadoras para ese modelo. Las instituciones financieras pueden proporcionar el capital y las conexiones necesarias para ampliar estas soluciones.»
El informe de la Fundación Ellen MacArthur, «Financing the circular Economy: Seizing the Opportunity», mostró que el sector financiero está cada vez más consciente del potencial de la economía circular y ha invertido en ello. Entre los cuatro años analizados, el número de fondos de capital riesgo centrados en la economía circular se ha multiplicado por diez. Además, existen tendencias y oportunidades de crecimiento en las empresas de economía circular en diversos sectores, como el de la moda (aumento del mercado de reventa y alquiler de prendas), plásticos (aumento previsto de los modelos de reutilización), alimentación y agricultura, transporte y logística, electrónica, entre otros.
El white paper publicado por la Fundación Ellen MacArthur en colaboración con la Universidad Bocconi e Intesa Sanpaolo, «The circular Economy as a de-risking strategy and driver of superior risk-adjusted returns» demuestra que cuanto mayor sea la circularidad de una empresa, menor el riesgo de impago y mayor el rendimiento de la inversión ajustado al riesgo. Esto se debe a que las estrategias de economía circular reducen el riesgo de inversión al disociar el crecimiento económico del consumo de recursos, diversificar los modelos de negocio y permitir que las empresas anticipen regulaciones más estrictas y las preferencias de los consumidores.
Para Suertegaray, «los estudios que tenemos hoy refuerzan lo que ya sabíamos sobre la economía circular: es un marco económicamente más ventajoso que la actual economía lineal – basada en la extracción, producción, consumo y descarte – y que nos ayuda a hacer frente a los principales desafíos ambientales globales, como la contaminación, el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad. Por esta razón, está siendo reconocida por las instituciones financieras como un campo de oportunidad económica. Y realmente necesitamos que estos actores utilicen su poder de cambio para acelerar el proceso»
Iniciativas como la de Bancolombia generan un valor no solo para los emprendimientos y proyectos beneficiarios, sino que también representan un valor añadido para las instituciones financieras, como lo demuestra el último estudio de la firma Sherlock Communications «Finanzas verdes: Una guía sostenible para América Latina», donde se muestra que el 46% de los colombianos está totalmente de acuerdo con que las instituciones financieras tienen la responsabilidad de contribuir a las cuestiones sociales y ambientales, y que esto traduce la identidad que los consumidores tienen con su banco, reflejado a que el 44% de los encuestados estarían dispuestos a cambiar de banco por otro con más sellos y premios de sustentabilidad.
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