Más productividad, mayor crecimiento económico del país y otras razones para la inclusión laboral de personas con discapacidad
NOTI-AMERICA | COLOMBIA
Tras la caída económica de 0,3% en el tercer trimestre del año, la vinculación laboral inclusiva es una respuesta para que el país retome la senda de crecimiento y que demuestra la necesidad de generar estrategias sistémicas que incorporen el acceso al mercado laboral de personas con discapacidad, dado que, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, en países como Colombia la no participación de esta población puede representar una pérdida del PIB de entre el 5,3% y 6,9%.
En Colombia hay 2’417.000 personas con discapacidad, de las cuales el 88% están en condiciones de trabajar, no obstante, solo unas 475.000 están ubicadas laboralmente, según datos del Dane con corte a septiembre pasado.
Rafael Arias, gerente de Educación y Empleo de Fundación Corona, explicó que bajo ese contexto empresas de todos los tamaños deben considerar la posibilidad de mejorar su productividad incorporando en sus procesos de talento humano un enfoque de empleo inclusivo que les permita aprovechar las ventajas de contratar a personas con discapacidad.
“Esto no solo contribuiría a derrumbar los mitos que han persistido entorno a esta población, sino que su desocupación, que hoy es del 10,9% en el país y que mantiene a más de 58.000 personas con discapacidad en búsqueda activa de trabajo, empezaría a disminuir”, señaló.
En ese sentido, es importante resaltar que una de las ventajas de contratar a personas que hagan parte de este grupo poblacional son, entre otras, la disminución del ausentismo laboral, menor accidentalidad laboral, mejor clima de trabajo, menores niveles de rotación, mejor desarrollo organizacional y un mayor reconocimiento y reputación corporativa.
Al respecto, Alejandra León, directora del programa Pacto de Productividad, precisó que es necesario saber que no hay cargos específicos para personas con tipos de discapacidad específica y que se deben desempeñar en los cargos de acuerdo con su formación, competencias e intereses.
“Además, las empresas que promuevan su vinculación podrán tener acceso a beneficios tributarios que otorga la Ley del 361 de 1997 al que tienen derecho los empresarios, la cual establece, entre otros, el descuento sobre el impuesto de renta por los aportes realizados al SENA, ICBF, cajas de compensación familiar”, anotó.
Teniendo en cuenta este panorama, el programa Pacto de Productividad puso a disposición del país tres recursos que les ayudarán romper las barreras laborales de las personas con discapacidad para que así se promueva su movilidad social. El primero es un tablero de datos que permite tener información actualizada sobre formación y empleo de las personas con discapacidad en el país, lo que facilitará el desarrollo de planes, proyectos y la toma de decisiones.
El segundo es una guía para el área de gestión humana de las empresas con recomendaciones sobre los ajustes que deben implementar, a manera de paso a paso, para garantizar la participación de las personas con discapacidad; y la tercera es una guía para el Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el trabajo que busca orientar y concientizar en la inclusión laboral de esta población.
Juan Pablo Álzate, líder de Seguridad Económica de la Fundación Saldarriaga Concha, enfatizó en que una discapacidad es muy diferente a una enfermedad. “Contrario a lo que muchos creen, por ejemplo, son personas con menores niveles de ausentismo en el trabajo, con mayores niveles de productividad en muchos casos y su contratación no implica mayores costos para la empresa”, puntualizó.
Finalmente, es importante mencionar que aún hay un camino importante por recorrer en la inclusión laboral de personas con discapacidad, y lograr ser conscientes y reconocer que el desarrollo y productividad de un país como el nuestro requiere del aporte de todas y todos.
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