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Amnistía es corrupción

Antonio Regalado

REUTERS/SUSANA VERA – Protesta contra el Gobierno del primer ministro español Pedro Sánchez en la Plaza Cibeles de Madrid, España

España salió masivamente a la calle para defender la democracia. Una ciudadanía especialmente cabreada contra Sánchez. Más de un millón de constitucionalistas invadieron las plazas para decirle que su segundo apellido no es Pérez-Castejón. Su segundo apellido desde el último Colón (29 de octubre) -Luis del Pino dixit- es Traidor.

Así lo refrendaron los manifestantes de la Puerta del Sol, los de Londres, París y Bruselas; los de Albacete, Soria, Salamanca, Toledo, Teruel, Sevilla, Bilbao, Valencia, La Coruña y así, los del resto de la geografía española, incluidos los que quieren denunciar este asalto a la libertad ante Ferraz 80. España despierta a pesar de la acción de la policía de Marlaska a jóvenes de tercera generación.

Pedro Sánchez Traidor. Y al decir traidor, quieren decir: perjuro, bellaco, conspirador, mentiroso, indigno, villano, desertor e hipócrita. Alguien que se rinde sin luchar, un cobarde como Fernando VII. Algo peor, una mala persona. La historia no le absolverá ni, aunque apruebe la ley de Amnistía con 279 votos.

Los ciudadanos están en contra de que los delincuentes se conviertan en personas honorables, de que elaboren leyes para borrar su pasado y están dolorosamente hartos de que el presidente se beneficie, chantajeado y humillado, por un puñado de votos. Nunca siete votos de un forajido han costado tanto al Erario público. Más de 100.000 millones el primer año.

Jamás fue España entera tan vilipendiada por unos políticos que se absuelven a sí mismos del mayor pecado de un servidor público: la corrupción. Claro que es una corrupción plurinacional. Amnistía siempre es corrupción.

Leyes de desconexión

Digámoslo de nuevo: este es un golpe de Estado dirigido desde el Palacio de La Moncloa. Los perversos no son Puigdemont, Junqueras, Otegui y Ortúzar. Ni Sumar y Podemos. Los responsables son los ministros Llop (Justicia), Marlaska (Interior) y Robles (Defensa). ¿Cómo pueden apoyar una ley (inmoral) de Amnistía que rompe la libertad, la igualdad y borra de un plumazo los delitos de golpistas, terroristas y nacionalistas, supremacistas y xenófobos, delincuentes convictos y confesos, que nos roban a manos llenas y que han prometido volver a intentar la secesión?

No, estos ministros no son juristas de reconocido prestigio; son tratantes de leyes, lacayos del caudillo sanchista, descendientes de la II Convención francesa. Los tres son capaces, solos o en compañía de otros, de cortar las cabezas regias. Y las de los plebeyos disidentes que somos todos los que no comulgamos con las ruedas de molino de sus infames trolas.

Como ejemplos, tres víctimas del despotismo gubernamental: el coronel López de los Cobos y el expediente abierto a los Guardias Civiles por defender la Constitución (Interior) y la decapitación política de la exdirectora del CNI, Paz Esteban (Defensa).

En este veranillo de San Miguel 2, inauguramos el Gobierno del Terror Revolucionario (1792-94). Son los nuevos herederos de Maximilian Robespierre, partidarios eficaces de la guillotina informativa e incruenta, de momento. Ya han puesto en marcha la violencia callejera para acusar preventivamente al PP y a VOX. Todos somos derecha, ultraderecha y fascismo. Los golpistas son el “progreso”. La involución permanente. ¡Joder, qué tropa!

Desde el pasado día 9 de noviembre, -34º aniversario de la caída del Muro de Berlín-, han alzado otro muro de la vergüenza que nos lleva directamente a la dictadura bolivariana. Esta es la primera ley habilitante del Parlamento y no será la última. No faltará el “exprópiese” si las empresas no regresan a Cataluña. Eso sí, todo lo hacen por el bien de España.

Mienten, como siempre, cuando dicen que este es el resultado de las urnas del 23-J. Sabemos que nunca llevaron la amnistía en el programa electoral. Tampoco llevaban los indultos y ahí los tienen. Ahora, queda la Lawfare, -el acoso, la guerra a los jueces-. Desde ayer se acabó la separación de poderes y, por tanto, un hachazo invisible y homicida al Estado, no a la nación, sino al Estado de derecho.

La dictadura plurinacional ha comenzado con la investidura del ciudadano Sánchez.

Los pactos de la ignominia

Enumeremos, brevemente, tras el sofocón colectivo, los acuerdos de la infamia. Empecemos por los del PSOE-Bildu. Los firmó el propio Sánchez. Faltaban Otegui, Ternera y Txapote. La transparencia es el absoluto silencio socialista. ¿Qué han exigido a cambio? Todos los presos a la calle, el Ayuntamiento de Pamplona robado a UPN, millones a espuertas para el euskera, reconocimiento de la nacionalidad vasca, anexión de Navarra, fuera el Ejército y la Guardia Civil y referéndum vasco (amañado) el mismo día que el catalán.

La foto de la mesa camilla de Junqueras con el valido Bolaños soportará muy mal el peso de los días. Allí se entregó un cheque de 15.000 millones cada año, más los trenes de cercanías y el AVE. La llave de los puertos, otros 1.300 millones para la policía autonómica y la condonación del derroche de la Generalitat. Y la deuda histórica (456.000 millones), la cesión del 100% de los impuestos y el catalán como única lengua desde las escuelas a la universidad.

Todos son privilegios para los golpistas. La amnistía se da por hecha y el referéndum por la independencia se hará unilateralmente. Trocear Renfe y Adif, tras las sentencias en contra del TC son puñaladas por la espalda a la solidaridad. Si le ceden la gestión, la administración española desaparecerá de aquella comunidad autónoma. De eso se trata. De laminar la presencia del Estado. Adiós al Corredor Mediterráneo porque tendrá que pagar un peaje medieval al atravesar ese terruño camino de Francia. ¡Gloria a los constitucionalistas catalanes que se ven desamparados hasta el próximo siglo!

De todas las mentiras de la historia, la más falsa es el relato que don Pedro se ha tragado de la Guerra de Secesión entre Austracistas y Borbones, que terminó con la victoria del duque de Anjou, el futuro rey Borbón Felipe V. Tras los golpes de Estado del Gobierno catalán del 34 y del 36, empieza la represión de los catalanes hasta el punto de que siguió con más proteccionismo que en el siglo XVIII y XIX. Naturalmente obvian su pasado esclavista y sus privilegios manufactureros. Hasta bien entrada la democracia -conviene no olvidarlo- fue Rafael Escuredo el que se negó a que los beneficios de las Cajas de Ahorro fueran directamente a Cataluña y al País Vasco.

El victimismo del catalán es otra gran mentira. Pujol y su pía familia, con sus misales, han sido los mayores ladrones de la historia europea -más corruptos que los Ceaucescu rumanos- y la muralla china de la amnistía también les amparará. Como a Más, Torra y al resto de sublevados. Cataluña será una colonia de Putin. Lo más obsceno es denunciar la represión del pueblo cuando todos ellos cobran del presupuesto estatal.

El Pacto Sánchez-Puigdemont -firmado en tierra extraña- es una claudicación en toda regla del comandante en jefe, Sánchez-Traidor. La grafología confirma que ambos firmantes, Cerdán y Turull son no siervos, sino sectarios militantes con alma de esclavos de Ferraz y Waterloo.

La indecencia ética y moral del socialista y del golpista fugado, no tienen límites. Tal para cual. Dos tahúres en los que el precio de la traición y del golpe lo pagaremos los contribuyentes. El último penalti de “Puchi” es que le paguemos nosotros la seguridad personal. Sánchez siempre paga la fiesta.  Y mientras tanto ambos se irán de rositas. Son los nuevos héroes de la Diagonal.

Puigdemont ha impuesto los cuatro relatores extranjeros -acompañantes, les llaman Patxi López y Bolaños-, el perímetro de la amnistía empezando por él mismo que, en cuanto la aprueben, decaerá su orden de detención europea e internacional. Y a casa en loor de santidad.

También incluirá a sus compañeros delincuentes: al filoetarra y abogado Gonzalo Boye, a la corrupta Laura Borràs, a los terroristas de Tsunami Democrátic y a los idealistas de los CDR que incendiaron Barcelona y “okuparon” el aeropuerto en las noches de terror y fuego de 2017. Noches de cuchillos largos y de cristales rotos. Pero todo fue una ensoñación.

Todos los protagonistas del proceso a la calle desde 2012 hasta los patriotas que intentaron atentar contra la Vuelta a España este año. Los policías que defendieron la legalidad, a prisión.

Se consagra la presencia de Cataluña de los organismos internacionales, con el mismo rango que España; se abre la puerta a que todos los jueces que han intervenido en el proceso -Llarena, Marchena y García-Castellón-, entre otros, puedan ser acusados de prevaricación y expulsados de la carrera.  Una depuración como en tiempos de la II República. Prevalencia y singularidad de Cataluña sobre el resto de CCAA en los ámbitos fiscal y financiero. Y, revisionismo de la historia de España partiendo de las mentiras del nacionalismo. En fin, ciudadanos de primera y de segunda. Más allá de las Mesas de “diálogo”, será el Parlament quien tenga la última palabra.

El PNV siempre en su línea democristiana y diabólica, sacando tajadas políticas y económicas. Es tiempo de setas y de nueces. Más cupo vasco, siempre con fórmula secreta, la Ertzaintza  vigilando los puertos, fuera las Fuerzas de Seguridad del Estado del País Vasco, desmantelamiento de los cuarteles, ruptura de la Caja Única de la Seguridad Social, 250 millones para el AVE y “cláusula  especial” del PNV (no del gobierno de Vitoria) con derecho a no aplicar las leyes emanadas del Parlamento nacional en su territorio.

Lo de Coalición Canaria es comprensible. Terminará devorado por la calima del Sáhara y los migrantes. Sánchez obtiene siete votos, suficientes para su investidura y para seguir en el poder hasta el 27. Ya prolongará, con elecciones o sin ellas hasta el 31. La pregunta resulta lógica. Tras estas graves concesiones ¿en qué han cedido los socios comunistas, golpistas, nacionalistas y la veleta diputada canaria? En nada.

Se hipoteca España y se terminará rompiendo. Eso sí, se romperá  plurinacionalmente. Este es el diálogo y la concordia racistas. Ya lo explicó con claridad meridiana la condenada Borrás: “Antes teníamos un problema con España; ahora lo tienen los españoles con Sánchez.” Minutos después del pacto con el PSOE, la malversadora de fondos públicos para dárselos a un íntimo amigo fue más clara aún: “Con esta firma, Junts no renuncia a nada”. O sea, que volverán a dar el golpe final. Y a renglón seguido fue más contundente envuelta en la impunidad: “La legislatura durará lo que dure la palabra de Sánchez”. Todos sabemos que es un hombre cuya palabra vale menos que nada. Pero sus cambios de opinión le permitirán sobrevivir a esta XV Legislatura.

Proposición de ley habilitante

El presidente y el PSOE siempre juegan con las cartas marcadas. En Ferraz y en la Moncloa. La pantomima de la mayoría militante con el sobre en la mano y sin mostrar documento alguno, otorga un amplio margen a la sospecha. Una pregunta obligada. Si la proposición es tan rigurosamente constitucional ¿por qué no la han tramitado como una ley orgánica con los preceptivos informes jurídicos del Consejo de Estado, Consejo General del Poder Judicial y Tribunal Supremo? ¿Por qué se impide que cualquier recurso no pueda paralizar su ejecución?  Simplemente porque con dos meses de tramitación se publicará en el BOE y todos los delincuentes afectados -todos- podrán volver a casa y presentarse a las próximas elecciones en Cataluña. Las europeas serán consideradas el primer plebiscito el próximo mes de mayo.

Cinco precisiones al texto firmado solo por el PSOE en el Congreso:

Primera: la redacción es una chapuza gramatical y jurídica. El preámbulo parece haber sido escrito por el mismísimo presidente del TC. Habla 33 veces de que el texto es constitucional sin que lo haya estudiado el Tribunal de Garantías.

Segunda: otra parte del articulado ha sido redactado por Junts para que el ciudadano Puigdemont no se presente ante la Justicia. Sánchez borra la historia para que el golpista regrese libre. Un salvoconducto para seguir delinquiendo.

Tercera: es una amenaza contra los jueces a los que conminan a abandonar todos los procedimientos en marcha y ¡oh sorpresa! la medida de gracia se extenderá a los actos terroristas no juzgados. Ni Carl Schmitt lo hubiera hecho más fácil.

Cuarta: es un perdón penal, administrativo y contable. Un olvido para blanquear a los enemigos de España. Esta ley se ha tramitado con urgencia para impedir que haya alternancia en el poder. “Para que no gobierne la derecha”, dijo Sánchez.

Y quinta: es una ley de desconexión para neutralizar la justicia. Ahora comprobamos lo que ya sabíamos: que los socialistas, los nacionalistas, los separatistas y los terroristas son antes socialistas, nacionalistas, separatistas y terroristas que demócratas.

Una consideración más: el argumentario socialista insistirá en que la amnistía es un hecho normal en toda Europa. Solo hay un precedente: el golpe de Estado del comandante Chávez en Venezuela (2002). Fue amnistiado, ascendió a los cielos y ahí está el resultado dos décadas y un año después: un país con ocho millones de exilados políticos, un país corrupto, unas pensiones de tres dólares mensuales -no la percibes si vives fuera del país- y una represión brutal. Una dictadura perfecta. Este es el camino.

¿Cuántas amnistías, señor ministro de Exteriores, se han concedido en la UE tras un golpe de Estado? Ninguna, porque no ha habido golpes de Estado en la Europa de la democracia y de las libertades. Ya han mentido bastante. ¡Váyanse al carajo! Para colmo, en la presentación de este texto nauseabundo a Félix Bolaños, le traicionó el subconsciente: “Esta es una ley impecablemente inconstitucional”. Y tanto.

Esto es imparable

La marea de demócratas que el pasado domingo salió a protestar en todas las capitales de provincias no se detendrá porque la ley de Amnistía haya entrado en el Congreso. Esta es la lista de las instituciones que rechazan el ataque socialista al Estado de derecho ante la amenaza que supone para la unidad nacional.

Partidos políticos: PP, VOX, UPN y el PSOE de Antas (Almería). CCAA: todas las gobernadas por el PP. incluidas las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

Poder Judicial: Consejo General del Poder Judicial, Tribunal Supremo, Tribunales Superiores de Justicia de Castilla-La Mancha, Extremadura y Madrid; Comisión Permanente de los presidentes de Audiencias Provinciales de España. Asociación Profesional de la Magistratura (APM) Asociación Judicial Francisco de Vitoria, Juezas y Jueces para la Democracia, jueces decanos de 80 partidos judiciales. Asociación de Fiscales y Unión Progresistas de Fiscales, que han exigido la dimisión del Fiscal del Estado por mirar para otro lado.

Abogados del Estado, Ilustre Colegio Nacional de Letrados de la Administración de Justicia, Auditores del Tribunal de Cuentas, Unión Progresista de Letrados, Cuerpo Superior de Letrados de la Seguridad Social, Colegios de Abogados de casi toda España. Una veintena de bufetes de abogados de reconocido prestigio, como Uría Menéndez, Pérez Llorca y Cuatrecasas. 600 notarios, la Asociación de Diplomáticos Españoles, los Inspectores de Hacienda, la Asociación de Guardia Civiles, Jupol, las Cámaras de Comercio y los Ilustres Colegios de Abogados de casi toda España; periódicos como The Wall Street Jornal, The Times, El Mundo, ABC y La Gaceta Regional de Salamanca.

Yo ya he firmado el comunicado de repulsa de la Asación de Periodistas para la Democracia ante el silencio de nuestra APM. Los sindicatos siguen ¡en las mariscadas! y la CEOE se duele de las dificultades para crear empleo. Ni una condena oficial a la amnistía. Solo ha faltado por adherirse a la condena el Servicio Nacional de Cereales.

La amnistía es el olvido

Y aquí paz y después gloria. En las factorías de Ferraz y de la Moncloa -el llamado equipo de opinión sincronizado- contemplan que tras la investidura del jueves y el nuevo Consejo de Ministros la calle se calmará. Y los demócratas se olvidarán de la amnistía. Sánchez comparecerá este miércoles a mediodía para exhortarnos que su sacrificio es por la Patria. Se arrodillará ante sus amigotes, les perdonará sus deudas y sus pecados para que le voten el jueves. Tendremos el presidente más débil y corrupto de la democracia, chantajeado día tras día. Indultar a corruptos es corrupción.

Su tono será muy suave, susurrante, como se susurra a los caballos -manada de votantes sectarios-, será un sermón franciscano, medioambiental, fotovoltaico, verde, feminista, LGTBI, climático, sostenible… un monólogo que se romperá en las contestaciones catastrofistas a Feijóo y Santiago Abascal. Ellos son la caverna. Con los votos alquilados en cada iniciativa parlamentaria, Sánchez apelará al pueblo, a su mayoría social y a su democracia popular. Nos envenenará de progresismo buenista, nos tensionará, nos dividirá para que nos enfrentemos civilmente, nos llevará hasta el borde del abismo y nos obligará como kamikazes japoneses a dar un paso al frente.

El presidente ha mentido a todo el mundo todo el tiempo. Y el nuevo tiempo solo se llama poder cesarista. Autoritarismo. Con la gente que salió a la calle, volveremos con más fuerza a Cibeles el sábado 18. Y le recordaremos ante sus sedes que el PSOE se ha rendido preventivamente. Y que son unos traidores.

Esta amnistía, bendecida por Cándido Conde Pumpido, si sale adelante, será una prevaricación colegiada.  Y derogar parte del Código Penal para borrar los delitos de los delincuentes del 1-O es una traición al Estado y, en especial, a la independencia judicial. Ya hemos visto la sumisión de la presidenta Armengol -la de la soberanía popular- al presidente. Tenemos ya un letrado mayor del PSOE en el Congreso que calificará la norma de constitucional. Neutralizada la oposición -toda es franquista y violenta, aunque la víctima sea Alejo Vidal-Quadras, un ferviente demócrata-, solo falta proscribir a jueces y magistrados. Los tres poderes en el tribuno Sánchez.

Siete votos después

Estamos a cinco minutos de reverdecer el “madurismo” bolivariano. Y PP y VOX tienen que dejar claro en el debate de investidura que firme lo que firme el PSOE con sus aliados, no compromete ni una coma a ambos partidos. Y que revertirán esta situación en cuanto lleguen al poder, recuperando los delitos de sedición, rebelión e inhabilitación política y económica de por vida a los que intentaren romper la unidad del Reino de España. Y la recuperación del recurso previo de inconstitucionalidad.

Lo de la convivencia, el reencuentro y cerrar heridas es una trampa para cargarse la Monarquía Parlamentaria y dinamitar la Constitución. No queremos otra República.  El enfrentamiento nos llevó directamente a la Guerra Civil con Largo Caballero de lanzadera.  El Gobierno de progreso es un Frente Popular más amplio, pero con los mismos comunistas, golpistas, terroristas y vendepatrias. La paz social y las garantías de los derechos civiles están en peligro. Han inoculado el odio y la violencia ya está aquí. ¿Qué esperaban?

Ante la gravedad extrema de esta política suicida para salvar a un solo hombre, -un hombre solo, más bien-, el pueblo seguirá en las calles, resistirá y más pronto que tarde, venceremos. Siete votos después…no nos resignamos. La movilidad no se detiene. España ni se vende ni se rinde. España sigue en pie. Y adelante. En la senda constitucional.

Antonio Regalado es periodista y dirige BAHÍA DE ÍTACA en:

aregaladorodriguez.blogspot.com