La violencia digital y su impacto en la sociedad
REDACCIÓN NOTI-AMÉRICA (ECUADOR)
A la actual inseguridad que vive el país, donde todos los días de registran muertes violentas, secuestro, robos, extorsiones, actos de terrorismo, etc., se suma la violencia digital; que, mayormente, se genera con el mal uso de las redes sociales.
Con este antecedente, profesionales de diversas áreas y representantes del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, del movimiento LGBTI, de Acorvol, la Defensoría del Pueblo, educadores y estudiantes universitarios se reunieron para analizar el impacto que puede llegar a tener la violencia digital en la sociedad.
Para el efecto, se contó con cuatro panelistas: los experimentados periodistas, ahora docentes de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Guayaquil (Facso), Ingrid Estrella y Héctor Córdova; además de Cecilia Viteri y Carlos Orellana, de la Junta de Beneficencia y el Instituto de Neurociencias, respectivamente.
El encuentro, que se dio hace unos días en la Universidad Casa Grande de Guayaquil, estuvo organizado por el Movimiento No Violencia Ecuador, organismo no gubernamental dirigido por el activista Víctor Huerta Jouvín.
“El objetivo es poner un granito de arena como parte de la sociedad civil que, justamente, buscamos ayudar a los demás ciudadanos”, señaló Huerta, quien promueve estas iniciativas, desde hace tres años, tras sufrir un suceso de extorsión y secuestro.
“Llevo todo este tiempo recorriendo el país, haciendo conferencias, marchas, talleres, plantones, todo tipo de cosas, sin ningún interés, pues aquí no hay marca comercial, no hay partido político, somos ciudadanos comunes y corrientes”, recalcó Huerta.
Indicó que su propósito es efectuar espacios similares al menos una vez al mes, donde se abarquen todo tipo de violencia, incluso la del medio ambiente, de mascotas y, principalmente, temas delincuenciales.
El activista comentó de un proyecto integral, a realizarse posiblemente en Quito, donde todas las civiles que hay en el Ecuador se ubiquen en un lugar para que la gente de forma gratuita pueda acercarse a pedir ayuda.
“La idea es crear una plataforma de ‘No Violencia’ en la que actúen Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos, Ecu 911, la Defensoría del Pueblo, con charlas de nutrición, charlas de psicología… ahí todos damos algo y recibimos algo, sin fines de lucro, como para citar un ejemplo”, concluyó.
En su exposición, Ingrid Estrella se refirió a “la contribución de los medios de comunicación y los periodistas al fortalecimiento de la paz”, resaltando el papel de los mismos respecto a la violencia que se emite desde las redes sociales.
Para ello, abordó tres aspectos: el uso irresponsable de las redes por parte de ciertos comunicadores, la participación de estos en el linchamiento mediático digital a distintos actores de la sociedad y la falta de verificación sobre determinadas informaciones.
“Muchas veces los medios actúan de forma irresponsable al poner información no verificada, no contextualizada que lo que hace es generar miedo, generar odio, propagar la violencia, que la gente se revele, se vuelva agresiva… esto no ayuda al fortalecimiento de la democracia ni a promover la paz”, enfatizó Estrella.
De su lado, Héctor Córdova instó a tener conciencia de qué es la violencia digital y cómo la estamos viendo, como si se tratara de algo natural. “Lamentablemente eso es lo que está pasando, estamos normalizando mucha violencia en redes sociales”.
Puso como ejemplo la difusión de la foto de una mujer desnuda que se filtró y se terminó viralizando. “Nosotros la compartimos, nos reímos en los grupos, decimos está así, está asado, eso es violencia digital, porque no sabemos el daño psicológico que le estamos causando a esa persona”, dijo Córdova.
Resaltó la importancia de estos foros porque permiten ver cuáles son los alcances de estas acciones, ya que se multiplica la humillación al hacer viral la publicación. De igual manera ocurre con la discriminación, el acoso y hasta la agresión que es producto de este “linchamiento” digital del que es víctima el individuo.
Aseveró que las redes sociales nos abrieron un nuevo espacio a todos para poder comunicarnos, donde los medios tradicionales ya no son dueños de la verdad. “Hoy nosotros somos ‘prosumidores’, no solamente consumimos, sino también producimos contenidos; empezamos a ver realidades que, a lo mejor, antes los medios nos ocultaban”, finalizó el reconocido periodista.
Por su parte, Cecilia Viteri, en su calidad de coordinadora de Docencia e Investigación del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil subrayó que la violencia se difunde por todos los medios y que actualmente son los medios digitales que llegan a la mayor cantidad de la población, por eso se merece una especial atención.
“Hay poblaciones que son de prioridad, a los jóvenes, a personas que son de vulnerabilidad, por lo tanto, tener estos espacios que construya a la sociedad con una visión un poco más amplia y un estudio más a la bibliografía y a las necesidades que tenemos como sociedad es muy importante”, comentó.
“Más que todo es fundamental acudir a profesionales en salud mental cuando hemos sido agredidos o inclusive cuando sabemos que podemos mejorar y de esa manera poder contribuir a la sociedad”, sugirió Viteri.
Finalmente, llegó el turno del médico psiquiatra y psicólogo clínico, Carlos Orellana, director técnico del Instituto de Neurociencias, quien disertó sobre el trabajo de prevención que debemos ejercer todos para evitar que la violencia digital vaya a otro nivel.
Para el experto, esto es un condicionante para la producción de la violencia física, tomando en cuenta que el mundo digital cada vez es más violento, por lo que es necesaria una acción legislativa que permita el control.
“Debemos tener en cuenta la prevención, tanto primaria como secundaria. Ese problema del medio digital, es lamentablemente porque se lo utiliza para ofender, atacar y denigrar a otras personas. Debería haber leyes al respecto que lo regulen”, terminó diciendo Orellana.
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