La productividad ha sido reconocida durante mucho tiempo como un determinante clave que moldea las disparidades de ingresos entre países. Estudios recientes sugieren que cerca de la mitad de las diferencias en los ingresos per cápita pueden atribuirse a diferencias en la productividad. Sin embargo, surge la pregunta: ¿qué factores contribuyen a la productividad agregada? Un punto de vista predominante sugiere que la productividad agregada está influenciada por factores intrínsecos a las empresas, como lo son el conocimiento y la experiencia arraigados en sus marcas, patentes, prácticas de gestión, modelos de negocio y otros activos intangibles. Esta perspectiva ha impulsado la implementación de una serie de políticas en todo el mundo que van desde incentivos fiscales para la investigación y el desarrollo hasta programas de incubadoras de empresas emergentes, todos con el objetivo de fomentar y mejorar la productividad incorporada en las empresas.
Otro componente crítico que influye en la productividad agregada son los factores específicos a cada país. Estos factores incluyen instituciones, recursos naturales, infraestructura y calidad de la fuerza laboral. Es importante destacar que estos elementos están a disposición de todas las empresas que operan dentro de un país, pero no pueden transferirse entre países. Reconocer la importancia relativa de estos dos componentes es esencial para los hacedores de políticas públicas responsables de diseñar estrategias efectivas para promover el crecimiento económico y reducir las disparidades de ingresos entre las naciones.
Un formulador de políticas públicas podría preguntar: ¿Qué sucedería con la producción por trabajador en Colombia si todas las empresas alemanas, junto con sus conocimientos, patentes y experiencia, fueran de alguna manera trasladadas a Colombia? ¿Alcanzaría Colombia el mismo nivel de producción por trabajador que Alemania, o seguiría siendo significativamente inferior debido a factores como infraestructuras menos desarrolladas, instituciones menos eficaces y trabajadores relativamente menos capacitados?
Distinguir entre las contribuciones de los factores intrínsecos a las empresas y los factores específicos del país es fundamental. Sin embargo, también es un desafió, ya que diversas combinaciones de estos factores pueden generar un producto por trabajador.
Determinar la productividad intrínseca a las empresas
Un enfoque innovador para abordar este desafío consiste en comparar las operaciones de las empresas multinacionales en distintos países. En promedio, la cuota de mercado de las empresas multinacionales es cuatro veces mayor en países en desarrollo que en países de altos ingresos. Aprovechando esta observación, mis coautores y yo hemos realizado un estudio reciente en el que presentamos un método novedoso para medir la productividad intrínseca a las empresas y su contribución a las diferencias observadas en los ingresos per cápita. Nuestra idea principal es que las empresas multinacionales pueden transferir su productividad a escala mundial, pero deben utilizar los factores disponibles en los países en los que operan. Dado que se podría esperar que las franquicias de las empresas multinacionales utilicen modelos de negocio similares en distintos países, las diferencias en su cuota de mercado entre naciones nos ofrecerían una indicación de las diferencias en la productividad de las empresas locales en esos países. Las diferencias restantes en los ingresos per cápita pueden atribuirse a diferencias en los factores propios de cada país.
Nuestros resultados revelan que la productividad propia de las empresas representa aproximadamente un tercio de la variación de la producción por trabajador e impacta significativamente el crecimiento del ingreso, ayudando a explicar por qué algunos países son más ricos que otros. También indican que las políticas destinadas a reducir las brechas de productividad internacional entre las empresas podrían mitigar la desigualdad mundial.
Diferencias entre países
No obstante, existen diferencias notables entre países. Por ejemplo, Dinamarca y España presentan una producción por trabajador similar. Sin embargo, Dinamarca se beneficia de factores intrínsecos al país que son más sólidos, mientras que las empresas españolas muestran una mayor eficiencia. De manera similar, Italia y Lituania poseen factores nacionales comparables, pero la marcada diferencia en la producción por trabajador entre ambos se atribuye a la menor productividad intrínseca de las empresas lituanas. Por otro lado, tanto México como España exhiben niveles similares de productividad en sus empresas, pero las notables disparidades en los factores nacionales explican la considerable ventaja de España en términos de producción por trabajador.
Estas diferencias son también evidentes entre sectores. Japón, Corea, y Alemania exhiben niveles relativamente altos de productividad empresarial en el sector manufacturero, mientras que la productividad intrínseca de las empresas en el sector de servicios se equipara a la de otros países desarrollados.
Implicaciones de política
Estos resultados subrayan una clara implicación en materia de políticas: las intervenciones gubernamentales que contribuyen a reducir la brecha en la productividad intrínseca de las empresas en diferentes países podrían reducir sustancialmente las disparidades de ingresos entre países. Además, el aumento en la productividad de las empresas puede ayudar a los países a reformar su composición sectorial y a obtener ventajas en sus sectores operativos clave. Es importante destacar que estas conclusiones siguen siendo válidas sin importar el tamaño del mercado de un país.
Comprender la interacción entre los factores intrínsecos de las empresas y los factores específicos de los países resulta esencial para abordar las disparidades en los ingresos a escala global. Los formuladores de políticas públicas pueden aprovechar estos hallazgos para diseñar medidas eficaces que promuevan la productividad de las empresas y fomenten el crecimiento económico, facilitando en última instancia el camino hacia un desarrollo más equitativo entre las naciones.
Fuente: BID
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