Boric emprende el cuarto intento del Estado chileno para una salida política al conflicto en la zona mapuche
NOTI-AMERICA.COM | CHILE – El presidente chileno de izquierdas, Gabriel Boric, ha escogido este 21 de junio, el Día Nacional de los Pueblos Indígenas, para que arranque el trabajo de la Comisión para la Paz y el Entendimiento. Es una instancia que tendrá una integración política transversal -sus miembros serán anunciados este miércoles- y que busca generar un diálogo, pero sobre todo una salida política, al conflicto en la zona mapuche que se ha intensificado y complejizado desde 1997. El enfoque está puesto en un asunto que ha sido de una tensión permanente: la restitución de tierras, una demanda histórica del mayor pueblo originario de Chile.
El Ejecutivo ha escogido Santiago, la capital, y no las regiones en el sur del país que abarcará la Comisión –Biobío, Los Ríos, La Araucanía y Los Lagos– para presentar al grupo de comisionados. Lo ha hecho como una señal política de que no se trata de un tema que solo atañe a quienes viven esos territorios, donde hay constantes ataques de grupos radicales armados en conflicto por las tierras, sino que es un asunto de interés nacional. Lo que sucede en esta zona del país ha sido catalogado como uno de los problemas de mayor importancia que tiene actualmente el país sudamericano.
La Araucanía es una de las zonas más pobres de Chile. Pero también, junto a las otras tres regiones que conforman la llamada macrozona sur, es foco de violencia rural. Grupos armados cometen atentados, como incendios y tomas de predios, quema de escuelas e iglesias, robo de madera, narcotráfico, y enfrentamientos con la policía y civiles. Gran parte de esos territorios se encuentran bajo estado de excepción constitucional, es decir, con presencia militar, desde el Gobierno del expresidente Sebastián Piñera (2018-2022), de la derecha tradicional. Era una medida que, cuando Boric era diputado, él y su sector rechazaban. Sin embargo, ante el alza de la violencia, que ha recrudecido en la víspera de la presentación de la Comisión para la Paz, el oficialismo ha ido renovando la determinación.
La semana pasada, el 16 de junio, el mandatario visitó por tercera vez La Araucanía, donde fue a inaugurar la conexión ferroviaria Temuco-Pitrufquén. Un día antes, una capilla fue incendiada y en el lugar fue encontrado un lienzo, que es algo común después de los atentados. Boric, quien con el tiempo ha ido endureciendo su discurso, vinculó los mensajes con amenazas hacia él. “No me van a intimidar”. “Ustedes son una pequeña minoría violenta que va a ser perseguida y castigada por el Estado como corresponde”, dijo el mandatario, que distingue la violencia de las “legítimas” demandas del pueblo mapuche.
En mayo de 2022, el Gobierno presentó el Plan Buen Vivir, que consiste en una serie de medidas para mantener el diálogo con los pueblos indígenas, la puesta en marcha de parlamentos territoriales y la restitución de tierras a través de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), cuya creación anunció en noviembre de 2022. Es una estrategia que hoy está a cargo del sicólogo Víctor Ramos, que también lidera la implementación de la Comisión para la Paz y el Entendimiento, y que presentó la primera ministra del Interior de Boric, Izkia Siches. Parte de la generación política del presidente, apenas cuatro días después de que asumiera el Gobierno, Siches hizo su primera visita a La Araucanía, y fue recibida con un atentado: cortes de ruta, barricadas y mensajes de amedrentamiento.
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