Estados Unidos ha dado la espalda a América Latina, según un exfuncionario de la Casa Blanca
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Estados Unidos ha dado la espalda a América Latina, según un exfuncionario de la Casa Blanca
Carlos Díaz Rosillo predice que, si EE. UU. y la UE no se unen en la lucha contra China, hablaremos mandarín a medio plazo
AFP/MANDEL NGAN – Capitolio de Estados Unidos en Washington, DC
Carmen Chamorro Garcia
Carlos Diaz Rosillo, exfuncionario del Gobierno de Donald Trump, el que fuera responsable de supervisar el desarrollo, la coordinación y ejecución de la estrategia y la política de Seguridad Internacional en relación con las naciones y organizaciones internacionales de Europa (incluida la OTAN), África, Oriente Medio y el hemisferio occidental, ha mantenido un encuentro con esta corresponsal en estos días en Madrid. El que también fuera el director de Políticas Públicas de la Casa Blanca estima que Estados Unidos ha dado la espalda a América Latina, que está pasando por un momento crítico, si bien, la izquierda latinoamericana ha sabido vender muy bien su ideología.
Explíqueme qué relación mantiene con Ron DeSantis, el actual gobernador de Florida desde 2019 y que acaba de lanzar su candidatura a la Casa Blanca.
Dirijo un centro (Adam Smith para la Libertad Económica en la Universidad de La Florida, FIU), creado por el gobernador Ron DeSantis. Nuestro trabajo conjunto, enormemente valorado, consiste en diseñar políticas, estrategias turísticas y comerciales de las Américas. La idea es crear un centro de pensamiento de primer nivel, para promover el libre mercado en las universidades de EE. UU. DeSantis resetea y recupera el impulso. Se sabe manejar muy bien en el escenario internacional. Hablar de comunismo pudiera verse “romántico y hasta exótico”. Tratamos de ofrecer las herramientas para cambiar la narrativa y exponer a los estudiantes las ideas de la democracia, no para adoctrinarlos, sino para que sepan cómo funciona un sistema de libre mercado. Un total de cuatro exfuncionarios del Gobierno norteamericano, cada semestre, acude a dar clases. Imparten cursos ejecutivos para líderes políticos, hacemos eventos públicos, conferencias, workshops, debates entre diferentes ideologías y elaboramos proyectos de investigación, junto con consultorías para futuros legisladores, alcaldes, gobernadores que quieran implementar políticas públicas, ofrecemos datos, análisis, estudios empíricos, serios y rigurosos que ayudan a la toma de decisiones.
Respecto a la visión actual de la política exterior de los Estados Unidos… ¿Qué cuestiones cree que podrían continuar una eventual Administración republicana y cuáles implicarían cambios en la acción exterior?
Creo que va a haber muchos cambios. Lo que ocurra en Latinoamérica va a tener un impacto directo en los Estados Unidos. Tanto esta Administración como las anteriores han ignorado a América Latina. No se le ha prestado la atención que se merece. En este caso en particular, en la Administración de Biden, el desprecio ha sido serio. Y en las pocas áreas dónde ha habido cierta atención se han acercado a Gobiernos como Cuba, Nicaragua y Venezuela. Los EE. UU. han podido mantener relaciones muy útiles (con Guatemala y Paraguay, únicos Gobiernos que reconocen a Taiwán) para aumentar su presencia en la región y esta Administración le está dando duro. Lo que he visto es una politización de la política exterior: darles preferencias a gobiernos de ideología de izquierdas, y castigar a otros. China es una amenaza a la democracia, el libre mercado y la Seguridad hemisférica. Los EE. UU. pueden ser más constructivos como opción viable para generar crecimiento económico a largo plazo en la región. Pero ha de darse cuenta de ello.
¿Cuáles serán las prioridades de los EE.UU. en la reconfiguración del esquema de Seguridad y Defensa europea?
La clave de entender la reconfiguración de Europa y el resto del mundo pasa por asimilar la existencia del problema geopolítico entre China y EE. UU. que alcanza una atención específica. Por décadas, gobiernos republicanos y demócratas estaban de acuerdo en un acercamiento a China e integrarla en el sistema internacional. Uno de los grandes logros de Trump ha sido reenfocar la atención del mundo hacia el gran peligro que China representa para las democracias occidentales. Hablamos dentro del contexto de una nueva guerra fría. Un conflicto entre dos sistemas muy diferentes. Países en desarrollo ven atractiva la opción de irse con China, porque les ofrecen grandes prestaciones, pero las cláusulas de sus contratos son escandalosas. Su incursión es global como en África o Latinoamérica a través del desarrollo de planes de 100 años y si EE. UU. y la UE no se unen en la lucha contra China, vamos a hablar mandarín a medio plazo. Es muy peligroso y las democracias sólidas han de llenar el vacío que han dejado. China ejerce influencia porque EE. UU. no ha prestado atención a la región y China está ocupando ese espacio. España puede jugar papel importante en Latinoamérica si quisiera.
Carlos Diaz Rosillo
¿Cree que la actuación de la UE en la guerra de Ucrania le conducirá a un desgaste sin precedentes a largo plazo? ¿Podría haber un progresivo descenso de este apoyo?
No veo una gran agenda para Europa en este lamentable conflicto. Trump fue criticado por estimar que la OTAN debiera incrementar su gasto militar si quería ser un organismo fuerte. Hoy en día, la OTAN puede defender a Ucrania de manera efectiva, porque los recursos disponibles vinieron en parte de la presión ejercida por Donald Trump. Se trataba de que los países europeos pagaran más por una mejor defensa de ellos mismos. ¿Y quién iba a decir que teníamos una guerra en puertas?
De la misma manera, ¿cuál es su opinión sobre la actual implicación estadounidense en la guerra de Ucrania? ¿Va a ser viable mantener un apoyo militar a largo plazo?
El apoyo de todos los países ha sido esencial para frenar el abuso de Rusia, pero el americano promedio se cuestiona hasta cuándo esta transferencia ilimitada de millones de dólares. Es el dinero del contribuyente americano. Los políticos van a tener que justificar mejor el motivo de por qué esta ayuda a Ucrania. No va a haber una disminución, pero sí un mayor y eficaz nivel de auditorías que justifiquen el gasto. Rendir cuentas, en definitiva, y que el Departamento de Defensa pueda justificar debidamente. Va a seguir apoyando a Ucrania, pero no a un costo indefinido.
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