Silvio Berlusconi fue ingresado el pasado viernes por el empeoramiento de la leucemia que padecía desde hacía varios años. Había salido por su propio pie muchas veces del hospital, pero esta vez el gran triunfador de la política italiana, y también el gran superviviente, perdió la batalla más importante. Tenía 86 años y llevaba de nuevo ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Raffaele desde el viernes. Desde 2019, cuando acudió al hospital por una obstrucción intestinal, sus ingresos hospitalarios han sido constantes ya fuera por el coronavirus y sus secuelas o problemas cardiovasculares tratados en Mónaco en 2021. En 2022 fue asistido por una infección de las vías urinarias y, desde entonces, ingresó en otras ocasiones, supuestamente par realizarse unos controles médicos.
Ha sido una de las personas más influyentes de la política italiana y desde muy joven supo que para conseguir el poder tenía que controlar los canales de comunicación y de ocio. Sabía que eso lo acercaría a la clase italiana, la que tiene casi siempre la llave del poder en un país industrializado y rico como Italia. Siempre vendió la idea del hombre rico hecho a sí mismo y capaz de llevar su fórmula al conjunto del país.
Fue condenado por fraude fiscal, una pena que le costó la inhabilitación política y que marcó el comienzo de su decadencia. Por su personalismo y quizás por llegar a creerse que era inmortal, como decía su médico, o que al menos su final estaba lejos, fue incapaz de nombrar a un sucesor en un partido, Forza Italia, condenado a extinguirse con él, que influyó en transformaciones políticas como el reciente ascenso de Mario Draghi a la presidencia del consejo de ministros de Italia. E incluso su derrocamiento. Él fue el inventor del eslogan que tan popular se ha hecho en España: «Comunismo o libertad».
Despedidas
«Silvio Berlusconi era sobre todo un combatiente«, dijo la primera ministra italiana Giorgia Meloni en un video difundido por redes sociales. Aseguró también que «era un hombre que no temía defender sus convicciones» y que fue uno de las personas más influyentes de la historia de la país europeo. «Con él, Italia aprendió que no se le deben imponer límites, que nunca debería darse por vencida», añadió. «Adiós, Silvio«.
El club italiano donde Berlusconi hizo historia, el AC Milan, también acudió a Twitter para despedir a su expresidente. En una serie de tuits, que incluyeron un video con momentos destacados de su carrera, la cuenta oficial del equipo de fútbol lo tildó de «inolvidable» y recordó una de sus frases icónicas: «Mañana soñaremos con nuevas ambiciones, crearemos nuevos retos y buscaremos nuevas victorias. Que representarán lo bueno, lo fuerte y lo verdadero que hay dentro de nosotros, en todos los que compartimos esta aventura de unir nuestras vidas a un sueño llamado Milán.»
Para siempre parte de nuestra historia, eternamente en los corazones y las mentes de cada rossonero.
El otro club milanés y clásico rival del AC, el Inter, también dedicó unas palabras a Berlusconi: «Dejó una huella indeleble en la historia de nuestro país. Los partidos entre el Inter y su AC Milan convirtieron a la ciudad de Milán en el epicentro del mundo del fútbol».
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