AFP/ VLADIMIR SIMICEK – Representantes de los países miembros de la OPEP asisten a una rueda de prensa tras la 45ª reunión del Comité Ministerial Conjunto de Seguimiento y la 33ª Reunión Ministerial OPEP y no OPEP en Viena, Austria, el 5 de octubre de 2022
Por sorpresa. Así es como ha pillado a la comunidad internacional el anuncio de la OPEP+ de una nueva reducción en la producción de petróleo. Desde la organización aseguran que se trata de una medida que pretende estabilizar los precios, aunque todo indica que esta reducción los hará aumentar de forma notoria. Sobre todo, teniendo en cuenta que ya en octubre del año pasado, la OPEP+ anunció una reducción de dos millones de barriles de petróleo diarios (bpd) hasta finales de 2022, algo que no sentó nada bien en Estados Unidos. El motivo es que desde la Casa Blanca consideran mejor una bajada de precios que fomente el crecimiento económico y haga disminuir los beneficios que obtiene Rusia a través del petróleo.
Riad y Moscú disminuirán su producción en 500.000 barriles de petróleo diarios, a lo que hay que sumar el recorte de Kuwait – 180.000 bpd – y el de Irak – 211.000 bpd –. También Omán y Argelia reducirán su producción, aunque con menor impacto ya que esa reducción no supera los 50.000 bpd. El Ministerio de Energía de Arabia Saudí defiende la decisión como una medida estabilizadora del mercado petrolero. Como también lo hace Emiratos Árabes Unidos: “Esta iniciativa voluntaria es una medida de precaución tomada para garantizar el equilibrio del mercado”, asegura el ministro de Energía emiratí, Suhail bin Mohammed Al-Mazrouei.
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