LA PERSECUCIÓN DEL ANTICRISTO SANDINISTA
Primera Entrega
NOTI AMÉRICA | NICARAGUA
La presente nota no es una narrativa de una historia cinematográfica de ciencia ficción, se trata en realidad de los últimos acontecimientos noticiosos más importantes en la nación centroamericana. Cuesta creer que en pleno Siglo XXI se libre en Nicaragua una batalla en el plano espiritual de tiempos apocalípticos entre el bien y el mal, entre las fuerzas de las milicias celestiales de la luz dirigidas por el Arcángel San Miguel, jefe de los Ejércitos de Dios y las legiones del mal encabezadas por Azazel, un demonio salido de las tinieblas que según los teólogos es experto en todo tipo de armas y disfraces para engañar a sus oponentes. Azazel aparece cuatro veces en la Biblia, no es el nombre de una entidad, sino que significa literalmente «para la total eliminación».
Los gobernantes de Nicaragua le han declarado literalmente la guerra a la iglesia católica, el pasado 21 de febrero Daniel Ortega cuestionó públicamente en una acto gubernamental a esta institución religiosa lo que profundizó las ya deterioradas relaciones diplomáticas con el Vaticano con el encarcelamiento del obispo Rolando Álvarez, el símbolo espiritual de la resistencia patriótica permanece aislado en una celda de máxima seguridad, acusado entre otros delitos de “traición a la patria” lo que ha causa indignación y el repudio de los líderes de la iglesia católica como de representantes de organismos internacionales y de gobiernos de diferentes países del mundo.
El obispo Álvarez guarda prisión en las celdas de la 300 en el Sistema Penitenciario la Modelo donde todo lo religioso pasa por la “bendición” del capellán, el pastor evangélico Omar Duarte Pérez de la iglesia Ríos de Agua Viva. Cabe señalar que, como fiel servidor del gobierno, el pastor Omar Duarte guarda un profundo silencio ante las constantes violaciones a los derechos humanos que sufre a diario la población penal de la cárcel más grande de Nicaragua: la Modelo.
Para algunos activistas de la oposición el silencio cómplice del pastor Omar Duarte no tiene cabida en el crimen atroz cometido por paramilitares sandinistas contra una familia cristiana que asistía a su congregación, a esta familia del barrio Carlos Marx de Managua la quemaron viva por negarse a prestar su casa a los francotiradores del gobierno, este acto de genocidio ocurrió el 16 de junio durante las protestas sociales del año 2018.
Las víctimas fueron: Óscar Velásquez Pavón de 46 años, su esposa Maritza López Muñoz de 40 años, el hijo de ambos, Alfredo de 26 años y su esposa Mercedes Álvarez de 20 años, y los hijos de estos últimos, Matías de cuatro meses y Dayerli de tres años, todos ellos murieron calcinados de manos de los seguidores del gobierno, un crimen de lesa humanidad que sigue como muchos otros en la impunidad.
La persecución del régimen ateo de los Ortega Murillo contra la iglesia «es, la puesta en práctica de lo esotérico, el ocultismo va en sintonía con su fiel filosofía marxista-leninista: el materialismo dialéctico y sus leyes, según los principios del comunismo» respondió el licenciado en teología y pastor evangélico Gedeón Torres al ser consultado por NOTI – AMERICA sobre los últimos acontecimientos en el país.
El pastor Torres sabe de lo que habla, la iglesia evangélica pentecostal que visitaba también fue lesionada por falsos líderes religiosos que apoyan a los gobernantes sandinistas, su ministerio cristiano «Golpe de Espada – Apocalipsis 3;20» que se transmite a través de Radio Pueblo Unido, también fue víctima de la persecución sandinista en los barrios orientales de Managua durante el estallido social en el año 2018, lo que le obligó a exiliarse en Costa Rica.
La persecución sandinista contra los creyentes de la fe cristiana, pica y se extiende…
El último acto de represión del gobierno sandinista se registró el pasado fin de semana cuando un grupo de religiosas de la orden de la hermandad Trapenses, una rama de las monjas Benedictinas de la Argentina que sirvieron durante 22 años en Nicaragua, salieron «voluntariamente» del país rumbo a Panamá después que el gobierno de los Ortega Murillo les confisco el edificio donde se ubicaba el Convento y Monasterio Santa María de la Paz en el departamento de Chontales.
A esta situación se le suma, la falta de seguridad ciudadana en Nicaragua desde el enfoque de los derechos humanos, la que podría poner en grave peligro la relativa paz social en la segunda nación más pobre de América Latina después de Haití.
El Estado policiaco sigue cometiendo de manera sistemática graves violaciones a los derechos humanos considerados por expertos en la materia como delitos de lesa humanidad; la disposición del régimen autoritario de Daniel Ortega que prohíbe la celebración de la procesión del viacrucis, la violación al derecho ciudadano a la libertad de expresión, de conciencia, de culto y religión, entre otras restricciones preocupa notablemente a organismos internacionales como al Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (CALIDH) según lo expresó en un comunicado de prensa.
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