PHOTO/Ministerio de Defensa – Los actores que protagonizaron la presentación en sociedad de Paz en 2011: Roberto Lopez (Hisdesat); Antón Cuadrado (Airbus Espacio): la titular de Defensa, Carme Chacón; la presidenta del CDTI y el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez
El satélite español Paz fue una de las víctimas del presidente ruso Vladimir Putin tras su primer asalto a las fronteras de Ucrania. Moscú obstaculizó su lanzamiento durante cerca de 4 años a pesar de los intentos amistosos y las gestiones diplomáticas de España al más alto nivel para intentar obtener la luz verde del Kremlin.
No obstante, el ingenio acaba de cumplir sus primeros 5 años en órbita gracias a que SpaceX, la compañía del multimillonario Elon Musk, le dio prioridad y catapultó el satélite al espacio el 22 de febrero de 2018 a bordo de un lanzador Falcón 9 desde la base californiana de Vandenberg.
Pero debía haber ocurrido en un cohete ruso Dnepr muchos años antes. Así lo estipulaba el contrato suscrito en octubre de 2010 entre la compañía de servicios estratégicos Hisdesat, que ahora dirige Miguel Ángel García Primo, y la sociedad estatal rusa Kosmotras.
Sin embargo, la anexión de Crimea por parte de Rusia en marzo de 2014 y las sanciones impuestas por la Unión Europea lo cambiaron todo. Aplicadas también por el Gobierno del presidente Mariano Rajoy, provocaron las represalias del Kremlin.
Una medida adoptada por Moscú fue cortar la llegada de turistas rusos a las costas del sur de España. Otra rescindir las importaciones de carnes y productos perecederos. Una tercera consistió en demorar “sine die” el envío al espacio de Paz, el primer satélite español equipado con tecnología radar.
Doble problema: lanzador ucraniano y anexión de Crimea
La falta de autorización del Kremlin para el despegue del lanzador Dnepr con Paz a bordo desbarató los planes del entonces ministro de Defensa, Pedro Morenés, y del hoy al frente de Hispasat y entonces consejero delegado de Hisdesat, Miguel Ángel Panduro, la compañía propietaria del satélite, cuyo contratista principal fue la actual Airbus Space Systems España.
La demora se prolongó durante cerca de un lustro, lo que obligó a Hisdesat a mantener almacenado su enorme plataforma de 1,4 toneladas, 5 metros de longitud y 2,4 de diámetro. En junio de 2011, en la presentación oficial del satélite, la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón, había anunciado que Paz “debía estar en órbita en 2013”.
No contaba con la anexión de Crimea por parte de Rusia ni con las represalias de Vladimir Putin, lo que impidió que el contrato con la compañía rusa Kosmotras se llevara a efecto. Finalmente, Hisdesat denunció el contrato y llevó a Kosmotras ante la Cámara de Arbitraje de París para conseguir la devolución del dinero adelantado. No lo consiguió.
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