Cada vez son más los españoles que se animan a rentabilizar sus ahorros a través de la bolsa. Poco a poco, la población va tomando conciencia de lo importante que es invertir el dinero en vez de dejarlo parado en sus cuentas bancarias.
Prueba de ello son la cantidad de webs especializadas y cuentas en las redes sociales dedicadas al mundo de la bolsa y las inversiones que han aparecido en los últimos años. Uno de los primeros consejos que suelen darse en estas plataformas a los que quieren iniciarse es que sólo inviertan a través de brokers o casas de bolsa reguladas en España.
Seguro que tú ya lo has escuchado en más de una ocasión. Pero, ¿sabes qué significa realmente?
El sector de las finanzas exige licencias a sus empresas
Las casas de bolsa son empresas que dan a sus clientes la posibilidad de invertir en distintos mercados financieros. Algunas ofrecen productos que los usuarios pueden comprar y vender para obtener rendimientos y otras actúan como intermediarios entre el inversor y el mercado en el que quieren operar.
El sector de la inversión está fuertemente regulado en todo el mundo. Para que una empresa pueda prestar este tipo de servicios, es necesario que cumpla una serie de requisitos. Estos están relacionados con la forma en que gestionan el dinero de sus clientes, las condiciones en las que ofrecen sus servicios y las medidas de seguridad a aplicar.
Estos requisitos son dictados por entidades internacionales que se encargan de regular el sector. Expiden licencias a las casas de bolsa interesadas y velan por el cumplimiento de las normas. Cada país tiene sus propios reguladores y puede aceptar las licencias de otras jurisdicciones, siempre que vayan en consonancia con sus propias regulaciones.
¿Cuáles son las autoridades reguladoras más importantes?
Algunas de las entidades reguladoras más exigentes en el sector de las finanzas son la FCA del Reino Unido (Financial Conduct Authority), el Banco Central de Irlanda (CBI), la ASIC australiana (Australian Securities and Investments Commission), la FINMA de Suiza (Financial Market Supervisory Authority) o la IIROC de Canadá (Investment Industry Regulatory Organization of Canada).
Por otro lado, algunas de las más laxas son la SCB de Bahamas (Securities Commission of the Bahamas), la BMA de Bermuda (Bermuda Monetary Authority) o la FSC de las Islas Vírgenes (Financial Services Commission). Estas últimas ejercen muy poco control sobre los brokers que regulan y carecen de credibilidad en la comunidad financiera. Es recomendable que evites las casas de bolsa reguladas por ellas.
¿Cómo puedes saber si una casa de bolsa está regulada?
Las casas de bolsa reguladas muestran la información relativa a su licencia en su sitio web. Lo más habitual es que la encuentres en la parte inferior de las páginas. Además, es muy probable que haya una sección denominada “Regulación”, “Licencias” o similar en la que exponen en dónde está registrada la empresa y ante qué organismo regulador han obtenido su permiso para operar como brokers.
Si visitas la web de la autoridad reguladora, podrás hacer una búsqueda en su listado de empresas autorizadas para verificar si una casa de bolsa realmente está registrada o no. En España, cualquier broker legal debe aparecer en la web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Los riesgos de utilizar brokers no regulados
En ocasiones, los brokers no regulados utilizan campañas de marketing muy agresivas en redes sociales y pueden ofrecer incentivos como bonos u otros regalos para que te registres en ellas. Quieren llamar la atención de los ahorradores menos informados y convencerlos para que depositen su dinero.
La realidad es que ingresar dinero en una casa de bolsa no regulada no es diferente de dárselo a cualquier desconocido que te cruces por la calle. Para empezar, no sabes si se trata realmente de un broker o si sólo se hacen pasar por uno.
Si realmente se trata de un broker, no podrás saber si sigue los estándares de la industria en cuanto a seguridad y control de los fondos de sus clientes. Se han dado casos de brokers piratas que utilizaban el dinero de sus clientes para pagar a sus propios directivos. O que utilizaban los fondos de unos para pagar los beneficios a otros. Cuando una gran parte de los inversores decidieron retirar su capital se encontraron con que la empresa no tenía dinero para pagarles a todos.
Por otra parte, los brokers no regulados podrían incumplir sus propios acuerdos respecto a comisiones y aplicarte otras más elevadas y tú no tendrías ante quien reclamar. Tampoco es extraño escuchar historias de brokers deshonestos que manipulan las interfaces de sus usuarios para asegurarse de que pierden a toda costa.
De cualquier manera, todas estas historias no deberían desanimarte, ni apartarte de los mercados financieros. Sólo es necesario que te muevas con cautela y no utilices brokers sin regular.
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