El primer contingente de temporeras llegará a España, principalmente, para trabajar en el sector de los frutos rojos en la provincia andaluza de Huelva. Los miles de marroquíes que llegarán a la península vendrán de manera escalonada en las próximas semanas. Las primeras temporeras marroquíes que, con contrato en origen, se desplazarán a la provincia de Huelva para participar en la campaña de recolección de los frutos rojos, fundamentalmente de la fresa, según las previsiones barajadas por el Gobierno y el sector. De esta forma, según la Subdelegación del Gobierno en Huelva, durante la semana pasada se estuvieron preparando los visados para traer la primera fase de estas trabajadoras, de las cuales algunas ya han estado en Huelva en más de una campaña.
“Todo está listo para que los primeros barcos empiecen a llegar esta próxima semana, barajándose que sean sobre 4.000 las mujeres que pueden llegar en enero. Para esta campaña los gobiernos de España y Marruecos han acordaron ampliar la contratación en origen elevando a 15.350 el número de contratos que finalmente podrán realizarse”, tal y como informó el diario Huelva Información. La decisión se tomó en Tánger el pasado mes de diciembre en la Reunión de Coordinación del Convenio Circular de Migración, a la que asistieron el director de Migraciones, Santiago Jerga, y representantes del Gobierno marroquí y de las organizaciones empresariales Asaja, Freshuelva, UPA, la Federación de Cooperativas de Andalucía, la Asociación de Cultivo de Cítricos. La Humana (ACPH) y Fresón de Palos.
Esta cifra supone un incremento de 5.000 personas más de lo que en un principio se había barajado, con lo que se iguala los valores pre pandemia y da respuesta a las reclamaciones que las últimas semanas se han hecho desde el sector sobre la necesidad de aumentar el contingente. 12.600 temporeras marroquíes participaron en la campaña de 2022. En 2021 se contó con 12.743 temporeras. Este programa de contratación en origen se remonta a 2001 y cada año ofrece a más de 12.000 familias marroquíes un ejemplo de migración regular, segura y ordenada, según el Gobierno español.
Gracias a la cantidad de vías y a la alta frecuencia de las mismas, los ciudadanos alauís no tendrán apenas inconvenientes para llegar a España. El secretario de Estado de Migraciones en Algeciras afirmó en 2022 que “España es un país pionero en contratación en origen, a través de un proceso de migración regular que permite unir una oferta laboral con una demanda de profesionales en un sector. En una economía interdependiente como la actual, el futuro pertenece a aquellos países que son capaces de establecer mecanismos dinámicos de cooperación para vincular actividad económica y oferta laboral”. La provincia de Huelva es la principal zona productora de fresa en Europa.
La industria forma parte de una cadena agroalimentaria globalizada que está sujeta a las grandes corporaciones multinacionales responsables de los gastos agrícolas y la distribución comercial. Esta es una forma de producción muy intensiva en mano de obra en la que el control de los costes laborales es una de las principales estrategias que utilizan los agricultores para garantizar los márgenes de beneficio. Como resultado, desde la década de 1990, la industria ha explotado la mano de obra migrante de diversas formas y ha sido empleada en condiciones muy precarias. A partir del año 2000, las trabajadoras informales que trabajaban en el sector en la década de 1990 fueron reemplazadas por mujeres temporales “contratadas en origen”.
En Marruecos y los países de Europa del Este, el hecho de que la contratación haya sido exclusivamente para mujeres desde el principio ha provocado una importante feminización del mercado laboral en este sector. Asimismo, la Organización Agraria de Huelva y las autoridades marroquíes, en el marco del programa Aeneas, han determinado que los contratos sólo deben extenderse a mujeres casadas o viudas con hijos menores de 14 años. Del mismo modo, si bien el reclutamiento de origen se considera un modelo de “inmigración ética y ordenada”, es un medio muy imperfecto de garantizar la protección de los derechos de los trabajadores. Las condiciones a las que se enfrentan las mujeres marroquíes que trabajan en origen sólo pueden entenderse asumiendo una selección de las diversas situaciones de vulnerabilidad a las que están expuestas.
Por sus características sociodemográficas, estas mujeres ya enfrentan el riesgo de exclusión social en sus países. Llegan a España sin saber el idioma, la información es inexacta o contraria a lo que quieren encontrar, sus documentos suelen ser confiscados a su llegada a España y no siempre se les devuelven, y no tienen seguro. Nuestro país está reduciendo el impacto de esta situación. Sus lugares de trabajo están aislados, viven donde trabajan, en plantaciones alejadas de los centros de población, limitando el contacto con otras personas y dificultando el acceso a los servicios básicos, estos espacios se convierten en guetos y todos saben lo que pasa, pero nadie hace nada.
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