Avon y Fundación Avon para las Mujeres presentan la encuesta de la Ruta Crítica en violencias de género en la región
NOTI AMERICA.COM | COLOMBIA
El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se conmemora cada 25 de noviembre desde 1999, como una forma de denuncia frente a la violencia que sufren mujeres y niñas en todo el mundo. Y aunque hoy en día hay un mayor nivel de conciencia sobre lo que significa la violencia de género, aún hay un bajo nivel de conocimiento sobre lo que abarca e implica.
Es por ello por lo que desde Avon y la Fundación Avon para las Mujeres, de la mano con Quiddity se desarrolló una investigación para detectar los obstáculos, motivadores e inhibidores que se presentan al momento de iniciar, transitar o permanecer en la Ruta Crítica, que de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (2000), es la ruta que toman las mujeres para salir de su situación de violencia.
De acuerdo con los resultados de este estudio realizado entre agosto y septiembre de este año, más del 80% de las mujeres encuestadas afirmó haber atravesado alguna vez por una situación de violencia a lo largo de su vida. En Colombia se presenta una mayor distancia entre quienes identifican las implicaciones de la violencia de género (32%) y quienes la transitaron (83%).
Así mismo, en promedio de los 4 países, 3 de cada 10 mujeres vieron afectada su libertad económica, académica y/o profesional, siendo el 31% quienes manifestaron que no podían tomar decisiones sobre el manejo de su dinero o hacer uso de él; al 28% no se les permitió estudiar o trabajar en algún momento de su vida y el 30% de ellas no recibió la cuota alimentaria de sus hijos por parte de su expareja.
“Con estos resultados podemos identificar un patrón respecto a la violencia hacia las mujeres: uno de los tipos de violencia que más afecta y que poco se menciona es la violencia económica. Mantener una dependencia financiera o de protección por parte de la pareja puede intensificar y diversificar la violencia hacia las mujeres, en tanto no tienen capacidad de autosostenerse y por ende a sus hijos, quedan atrapadas en relaciones de abuso ”, expresó Maria Adelaida Saldarriaga, gerente general de Avon Colombia.
Así mismo, es importante señalar que la violencia psicológica también hace parte de la violencia de género. En el estudio se evidenció que más de la mitad de las mujeres vivió alguna vez una situación de violencia psicológica; el 60% recibió insultos, ofensas y malos tratos; el 57% manifestó que no tomaron en cuenta sus opiniones, ideas o sugerencias; y el 40% vivió situaciones de celos extremos por parte de sus parejas con justificaciones manipuladoras.
“La violencia psicológica es una de las más invisibilizadas o normalizadas en nuestra sociedad, no podemos permitir en la sociedad que, hechos como los celos, el control de la vestimenta que usemos o incluso el aislamiento de nuestras redes más cercanas sean algo naturalizado, eso también es violencia.”, menciona María Adelaida.
Así mismo, se encontró que 4 de cada 10 mujeres pasó alguna vez por una situación de agresión física y/o sexual por su condición de género. Este porcentaje asciende en mujeres entre los 26 a 45 años y las mujeres que han pasado por un proceso de divorcio. Además, muchas de las mujeres entrevistadas para el estudio que afirmaron haber vivido situaciones de violencia física, indican a su vez, haber vivido episodios de violencia psicológica.
Ruta Crítica: entender para acompañar
Más de la mitad de las personas que sufrieron algún tipo de agresión/violencia lo hablaron con alguien, y de estas, el 49% eligió hacerlo con su entorno, familiares y amistades. Se encontró, además, que en Argentina se acude en mayor medida a profesionales de la salud mental. Por su parte, en otros países como Colombia, el apoyo psicológico se percibe como una imposición y persuasión del sistema o la red de apoyo, más que como una decisión personal.
El 11% de las mujeres que atravesaron por alguna situación de violencia hizo una denuncia y el 52% de estas mismas mujeres indicaron que el tratamiento de la situación fue poco o para nada adecuado.
Entre las entrevistadas no se percibe una estructuración lógica de la Ruta Crítica de la violencia que les permita conocer los pasos a seguir para obtener asesoramiento y acompañamiento, tanto a nivel de la sociedad como a nivel institucional.
“Debemos entender que hay tantas experiencias de ruta como casos de violencia de género, la subjetividad es una variable que no podemos aislar. Generalmente se inicia este proceso con un gran desconocimiento, que alimenta el miedo por lo que un pedido de ayuda puede conllevar”. expresó Carolina Henao, directora ejecutiva de la Fundación Avon para las Mujeres.
Por su parte, los principales motivadores para que las mujeres inicien, continúen o retomen el proceso de la ruta pueden ser internos o externos; además, ciertos factores precipitantes para algunas personas pueden actuar como inhibidores para otras: el miedo o la presencia de hijos pueden servir como catalizadores o como un freno. Incluso, 7 de cada 10 consideran que tener personas a cargo es un desafío adicional a la hora de pedir ayuda.
Así mismo, para la Ruta Crítica se presentan algunos actores implicados que resultan de gran ayuda para atravesar la situación de violencia de la mejor manera posible. En esta red se encuentran familiares y amigos, referentes religiosos, sociales o vecinos, asistencia psicológica, legal, ONGs o entidades especializadas en género y policía o entidades judiciales.
“Es importante lo que viene después: la terapia, acompañamiento psicosocial, empoderamiento, acompañamiento a otras mujeres y creación de una red de apoyo, son algunas de las opciones que podemos tener a disposición para la reparación de estos procesos que, aunque son tan íntimos, no podemos permitir que sigan sucediendo e incrementando”, concluye la directora de la Fundación Avon para las Mujeres.
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