Estados Unidos, Reino Unido y Francia han rechazado conjuntamente las últimas acusaciones rusas contra Ucrania. De acuerdo con el ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, Kiev está planeando un ataque con una “bomba sucia”, un arma convencional que alberga material radioactivo y, por lo tanto, es capaz de contaminar varias áreas. Shoigu hizo estas declaraciones en una ronda de conversaciones telefónicas con varios homólogos occidentales durante este fin de semana. El militar ruso también aludió a “posibles provocaciones” por parte del Gobierno ucraniano.

No obstante, Washington, Londres y París han dejado “claro” que rechazan estas acusaciones “transparentemente falsas” y cualquier “pretexto” que pueda dar pie a una escalada militar por parte de Moscú. Ucrania renunció a sus armas nucleares en la década de 1990, por lo que no existen evidencias de que alberge armamento de este tipo.

Ben Wallace, ministro británico de Defensa, subrayó que las afirmaciones de Shoigu no debían usarse “como pretexto para una mayor escalada”. En el comunicado, Wallace también afirma que su homólogo ruso indicó que las acciones que estaba planificando Kiev habían sido “facilitadas” por países occidentales”.

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PHOTO/FILE – Ben Wallace, ministro británico de Defensa

Mason Clark, analista de El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), señala que es “poco probable” que el Kremlin esté preparando un inminente ataque “con bomba sucia de bandera falsa”. Asimismo, Clark descarta “preparativos rusos para usar armas nucleares no estratégicas en Ucrania”. Tal y como sugiere el experto, las declaraciones de Shoigu buscan “presionar a Ucrania e intimidar a la OTAN”.

El ministro ucraniano de Defensa, Dmytro Kuleba, por su parte, calificó las afirmaciones de su homólogo ruso como “absurdas y peligrosas”, subrayando que a menudo los rusos “acusan a otros de lo que ellos mismos planean”. Kuleba también ha recordado que Ucrania es un miembro “comprometido” del TNP (Tratado de No Proliferación Nuclear) y que no tiene ninguna bomba sucia ni planea adquirir ninguna.

En esto coincide el presidente, Volodimir Zelensky, quien advirtió que las acusaciones de Moscú significan que “Rusia ya ha preparado algo”. Por ello, el líder ucraniano pide que el mundo “reaccione con la mayor dureza posible”.

Además de advertir sobre este supuesto ataque, Shoigu también señaló a su homólogo francés, Sebastien Lecornu, que la situación en Ucrania “se está deteriorando rápidamente” y se está dirigiendo hacia “una mayor escalada descontrolada”. A pesar de estas graves declaraciones, el presidente galo, Emmanuel Macron, se ha mostrado optimista ante el conflicto, barajando una posibilidad de alcanzar la paz.

“Existe la perspectiva de la paz, llegará en algún momento”, apuntó Macron durante una conferencia en Roma.  Para el presidente francés, depende de Ucrania “decidir el momento y los términos de paz” con Moscú. “Mantenerse neutral significaría aceptar el orden mundial del más fuerte, y no estoy de acuerdo con eso”, añadió Macron, tal y como recoge AP.

Mientras, los ataques rusos contra la infraestructura energética de Ucrania continúan. De acuerdo con las autoridades de Kiev, este pasado sábado casi 1,5 millones de hogares se quedaron sin electricidad debido a los contantes bombardeos.

Por otro lado, el Ejército ucraniano mantiene la contraofensiva militar cerca de Jersón -región anexionada por Rusia-, donde Moscú ha comenzado a evacuar a la población. Tal y como informa The Kyiv Independent, las autoridades rusas de Jersón planean cortar el internet, la conexión telefónica y el acceso a los medios de comunicación para imponer un “bloqueo informativo” y “aislar” a la ciudad durante la contraofensiva de Kiev.

Asimismo, de acuerdo con Estado Mayor ucraniano citado por el ISW, oficiales y médicos rusos han sido evacuados de Beryslav, una ciudad al noreste de Jersón. “Solo dejaron 2.000 soldados recién movilizados y sin experiencia para mantener la línea del frente y retrasar el avance ucraniano mientras los rusos completaban su retirada”, explica. Por este motivo, el ISW destaca que es “poco probable” que los reservistas rusos, “mal entrenados”, puedan resistir la ofensiva ucraniana.