Las nuevas estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura muestran que el África subsahariana sigue siendo la región con más niños y jóvenes sin escolarizar, con un total de 98 millones de niños. Además, es la única región en la que esta cifra aumenta. La segunda región con más población sin escolarizar es Asia Central y Meridional, con 85 millones.
La directora general renovará el llamamiento a la escolarización en la Cumbre sobre la Transformación de la Educación que se celebrará el 19 de septiembre convocada por el secretario general de la ONU, António Guterres, y que reunirá a jefes de Estado y de Gobierno.
Las nuevas previsiones de la UNESCO confirman que las diferencias entre el porcentaje de niñas y niños sin escolarizar disminuyó en todo el mundo. Las brechas a nivel de educación primaria -2,5%- y secundaria -3,9%- que se observaban en todo el mundo en el año 2000 se han reducido al mínimo hasta desaparecer; sin embargo, persisten las disparidades regionales.
El Instituto de Estadística de la UNESCO y los expertos del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo cruzaron múltiples fuentes de datos -incluida la información procedente de encuestas y censos- de manera que las cifras se ajusten lo más posible a la realidad. Es la primera vez que se usa esta metodología para la educación, lo que supone una mejora significativa en la solidez de las estimaciones. Anteriormente se utilizó para calcular indicadores de salud.
También se logró subsanar importantes faltas de datos en países con un gran número de niños sin escolarizar, de los que no se disponía de datos estadísticos de buena calidad desde hace más de una década, como es el caso de Nigeria, donde se calcula que hay 20,2 millones de niños y jóvenes sin escolarizar, Etiopía (10,5 millones), la República Democrática del Congo (5,9 millones) y Kenia (1,8 millones).
Con la ayuda de la UNESCO, el 90% de los países han definido indicadores nacionales para evaluar los avances hacia una educación de calidad para todos en 2030, incluyendo las tasas de no escolarización.
La guerra en Ucrania ha estropeado el inicio del nuevo año escolar para los cuatro millones de escolares ucranianos, declaró la directora ejecutiva de UNICEF, Cattherine Russell, al concluir una visita de tres días por todo el país.
Miles de escuelas de todo el país fueron dañadas o destruidas, y el Gobierno considera que menos del 60% se consideran seguras y aptas para reabrir.
Durante el primer día del curso académico en Ucrania, Russell visitó una escuela primaria rehabilitada, dañada durante las primeras semanas de la guerra. Debido a la capacidad del refugio antibombas de la escuela, sólo pueden asistir 300 alumnos a la vez, un 14% de la capacidad de la escuela antes de la guerra.
«El nuevo año escolar debería ser un momento de entusiasmo y esperanza, ya que los niños vuelven a las aulas y comparten historias de su verano con amigos y profesores», afirmó Russell.
«Sin embargo, para cuatro millones de niños en Ucrania, el sentimiento es de inquietud. Los niños regresan a las escuelas -muchas de las cuales fueron dañadas durante la guerra- y cuentan historias de destrucción, sin saber si sus profesores y amigos estarán allí para darles la bienvenida. Muchos padres dudan en enviar a sus hijos a la escuela, sin saber si estarán seguros», añadió.
UNICEF trabaja con el Gobierno ucraniano ayudando al aprendizaje de los niños ucranianos. Unos 760.000 menores recibieron educación formal o extraescolar desde que comenzó la guerra. Más de 1,7 millones de niños y cuidadores se han beneficiado de actuaciones en materia de salud mental y apoyo psicosocial respaldadas por la agencia de la ONU.
Russell indicó que «las escuelas de Ucrania están buscando desesperadamente recursos para construir refugios contra las bombas en lugar de patios de recreo, y a los niños se les enseña sobre artefactos explosivos sin detonar en lugar de sobre seguridad vial. Esta es la cruda realidad para los estudiantes, padres y profesores ucranianos».
Mientras los niños ucranianos se enfrentan a amenazas inminentes y continuas contra su vida y su bienestar, los niños refugiados se enfrentan a otros retos. A 31 de julio de 2022, se calcula que unos 650.000 niños ucranianos que viven como refugiados en 12 países de acogida aún no estaban matriculados en los sistemas educativos nacionales.
UNICEF apoyó a cerca de la mitad de ellos con educación formal o extraescolar y está trabajando con los gobiernos y otros socios humanitarios a fin de garantizar que los niños refugiados se puedan matricular en escuelas o tengan acceso al aprendizaje en línea.
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