5 consejos para cuidar tu piel
Generalmente pensamos que la piel es solo nuestra superficie visible y no le damos el cuidado que se merece, lo que no sabemos es que es el órgano más grande del ser humano. Quizás no piensas en ella de ese modo, pero es el único que está en contacto directo con el exterior continuamente, se convierte en nuestra primera barrera de defensa. Nos protege del ambiente externo, del aire, de los cambios climatológicos, de los microorganismos y es impermeable, de manera que no deja que nada entre al interior, ni que nada salga. Es por eso, que es esencial que cuidemos nuestra piel. Pero ¿El cuidado es simple o complejo? Bien, el cuidado de la piel paso a paso es complejo, los pasos por si solos no son muy complejos, pero establecer una rutina es lo verdaderamente complejo, por eso a continuación te presentamos 5 consejos para preservar el cuidado de tu piel que requieren productos de cosmética profesional.
1- Una Limpieza diaria: Suena obvio y excesivamente predecible, pero esta es la base de un buen cuidado, porque sin una limpieza adecuada, los poros pueden obstruirse, por lo que los productos de limpieza y cosméticos que apliquemos no podrán actuar adecuadamente, por ende, perderán eficacia en nuestra piel. De igual manera, es muy importante retirar a diario los restos de sebo, suciedad, polución, productos aplicados y los propios productos de deshecho de la piel.
La rutina de limpieza es muy delicada, en especial en la piel del rostro, es por ello que te recomendamos que realices la limpieza dos veces al día, mañana y noche, usando productos adecuados a tu tipo de piel (seca, normal, mixta o grasa) y a sus necesidades. Para ello te recomendamos visitar un establecimiento especializado para evitar adquirir productos de mala calidad. En cuanto a la limpieza corporal con una vez al día suele ser suficiente, pues no está tan expuesta al medioambiente. Los productos de limpieza corporal deben ser suaves, mejor tipo syndet y con un pH adecuado que no modifique el de la piel sana. Importante, para mantener una piel sana hay que evitar por todos los medios la modificación de su pH.
2- Hidratación diaria: Para que la piel esté sana y pueda realizar todas sus funciones es imprescindible que esté correctamente hidratada. Por eso te invitamos a utilizar sérums y cremas adecuadas a las características de tu piel dos veces al día, que cubran sus necesidades tanto de agua como de lípidos. A la hora de aplicarlas lo ideal sería hacerlo al tiempo que realizamos un pequeño masaje con ambas manos, esto suele coincidir con la hora del baño o con la hora previa a dormir.
No todas las zonas de tu piel tienen las mismas características y por eso los productos deben adaptarse a la zona. Así, la piel del cuerpo es generalmente más seca que la de la cara, la piel de la zona del contorno de ojos o la de los labios son muchísimo más finas y delicadas que la del resto del rostro, etc. Dentro de la rutina diaria debes incluir la hidratación de los labios con un producto balsámico y reparador. En invierno, cuando hace frío, o si tienes resfriado, aplica el bálsamo también en la zona nasal para prevenir irritaciones.
3- Protección solar: Este tipo de protección te ahorrará más de un problema en el futuro, debe emplearse a diario, en verano y en invierno, no sólo cuando vayas a la playa. Utiliza un producto con un índice de protección alto y una textura que te resulte cómoda y se adapte a tu ritmo de vida, para que no te resulte difícil incorporarlo a tu rutina diaria y aplicarlo regularmente. El sol afecta a tu piel continuamente y puede provocar manchas, quemaduras, envejecimiento prematuro. Además, aumenta el riesgo de sufrir cáncer en la piel, así que saltarte este paso no es una opción: está en juego tu salud.
4- Exfoliación: La frecuencia en el uso de un exfoliante depende del tipo de piel. Para pieles secas puede ser suficiente con una vez a la semana o cada dos semanas, pero en las pieles más grasas resulta adecuado aumentar la frecuencia a dos veces por semana. La exfoliación es necesaria para ayudar a la piel a renovarse al eliminar las células muertas de la epidermis.
5- Mascarillas: Las mascarillas se deben usar una o dos veces a la semana, preferiblemente tras la exfoliación. Con ellas aportas a tu piel un cuidado intensivo de acción profunda según tus necesidades o preocupaciones. Pueden ser limpiadoras, hidratantes, reafirmantes, exfoliantes, iluminadoras, despigmentantes, calmantes, etc.
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