Estados Unidos ha aprobado un nuevo paquete de sanciones dirigido al petróleo iraní tras acusarle de “ilícito” en un momento en el que las conversaciones entre Estados Unidos e Irán sobre el programa nuclear se encuentran paralizadas.
En un nuevo comunicado, el secretario de Estado, Anthony Blinken, ha afirmado que “hasta que Irán esté preparado para volver a la plena aplicación del Acuerdo Nuclear”, Estados Unidos seguirá “utilizando las autoridades sancionadoras” para dirigirse “a las exportaciones de petróleo, productos petrolíferos y productos petroquímicos de Irán”.
Desde Washington han explicado que el nuevo régimen de sanciones se ha dirigido contra seis compañías petroleras a las que se las ha acusado de ayudar al país chií a exportar petróleo a varios países asiáticos, eludiendo, de esta forma, las sanciones aplicadas con anterioridad a Teherán por parte de Estados Unidos.
De acuerdo con el comunicado, las sanciones se aplicarán en “seis entidades que facilitan las transacciones ilícitas relacionadas con el petróleo iraní (…) fuentes claves de ingresos para Irán”. Entre las empresas sancionadas se encuentran Pioneer Ship Management PTE LD, una empresa que Blinken acusa de gestionar “un buque cisterna de gas licuado de petróleo, por actuar como gestor comercial de un buque que transportaba productos petrolíferos iraníes”.
Otra de las empresas sancionadas sería la Golden Warrior Shipping, que habría participado en “transacciones relacionadas con el petróleo y los productos petrolíferos iraníes, para incluir la prestación de apoyo logístico al comercio de petróleo iraní”.
Por otro lado, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a otras cuatro entidades que “apoyan a la empresa iraní Persian Gulf Petrochemical Industry Commercial Co” que ya estaba bajo sanciones estadounidenses y que sigue “participando en la venta de productos petrolíferos y petroquímicos iraníes en el extranjero”.
Estas sanciones han sido duramente criticadas por Irán, país que ha prometido “responder” a las mismas. Estas nuevas declaraciones por parte de Teherán, acontecidas por la nueva medida estadounidense, se producen justo un día después de que Irán se haya mostrado “optimista” sobre la reanudación de las conversaciones sobre la vuelta al Programa Nuclear tras haber examinado un proyecto propuesto por la Unión Europea que estaría encaminado a desbloquear la actual situación de parálisis.
Según declaró el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, el proyecto europeo está enfocado en acercar a las partes e instarlas a llegar a un punto en común con el fin de evitar lo que el considera como “una peligrosa crisis”. Para el jefe de la diplomacia este proyecto “no es un acuerdo perfecto, pero aborda todos los elementos esenciales e incluye los acuerdos alcanzados con mucho esfuerzo por todas partes”.
En este sentido, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Naser Kanani, defendió que la reactivación del Acuerdo se trata del “camino lógico y racional”, capaz de lograr un pacto “sostenible”. Asimismo, afirmó que Irán asistirá “probablemente a un nuevo ciclo de negociaciones. Pero esto depende totalmente de la voluntad del otro lado, especialmente del lado estadounidense” y pidió a Estados Unidos demostrar “en la práctica” su propia voluntad por reactivar el Acuerdo. Sin embargo, estas declaraciones se han producido antes de que Irán conociese la aplicación de las nuevas sanciones, una situación que ahora podría revertir la apertura iraní.
El Acuerdo, firmado en el año 2015, fue abandonado por el expresidente republicano de los Estados Unidos, Donald Trump, en el año 2018 tras describir al país iraní como “el mayor exportador de terrorismo del mundo”. La salida de Estados Unidos fue un punto de inflexión en el desarrollo de este y en la propia diplomacia entre Washington y Teherán, que desde entonces no ha hecho más que deteriorarse.
El conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), daba a Irán cierto “alivio” sobre la aplicación de las sanciones económicas a cambio de que Teherán frenara su programa nuclear y garantizara que no iba a contribuir en el desarrollo de armas atómicas. Sin embargo, Irán tampoco cumplió su parte y este hizo crecer su programa nuclear, lo que fue provocando cierta desconfianza a nivel global. Junto a esto, tanto Irán como Estados Unidos se han culpado mutuamente del fracaso en las negociaciones y en la escalada de tensión.
Por el momento, las distancias entre Estados Unidos e Irán continúan acrecentándose, desdibujando, de esta manera, un panorama político y diplomático que no es alentador y que en palabras de Borrell puede derivar en “una crisis nuclear”. Mientras tanto, Irán cada vez se encuentra más cerca de desarrollar un arma nuclear y, aunque desde el Gobierno iraní instan de que “por el momento no tiene intención de hacerlo” también alertan que “Irán tiene la capacidad técnica para construir una bomba nuclear”.
Coordinador de América: José Antonio Sierra.
Comentarios recientes