El ministro italiano de Exteriores, Luigi di Maio, considera que «es muy, muy difícil» que el Gobierno de Mario Draghi «siga adelante» y que convocar elecciones anticipadas «no es un problema para los partidos, sino para el país», al tiempo que aseguró que «en Moscú están brindando» por la crisis del Ejecutivo.
«El Gobierno de Draghi y la coalición que lo apoyó deben seguir adelante, pero ahora mismo lo veo muy, muy difícil», dijo Di Maio en declaraciones a los medios sobre la jornada del próximo miércoles, cuando Draghi acudirá al Parlamento para comunicar si sigue al frente del Ejecutivo tras verificar que cuenta con el apoyo de su coalición.
A su juicio, «sin un acto de madurez y responsabilidad por parte de los partidos en las próximas horas, por parte de todos los partidos que eran mayoritarios», el miércoles próximo «Italia corre el riesgo de quedarse sin Gobierno e ir a elecciones anticipadas».
Adelantar los comicios «significa no completar el PNRR (el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia para gestionar los fondos europeos), no aprobar el segundo decreto de 15.000 millones contra el encarecimiento del precio de la energía, no poder seguir la batalla en Europa por el tope del precio del gas y entrar en una administración provisional», añadió.
Di Maio aseguró también que se sentía muy apenado «al ver que en Moscú estaban brindando» porque habían «servido la cabeza de Draghi a (presidente ruso, Vladimir) Putin en bandeja de plata», en referencia a la falta de apoyo al Gobierno de uno de los socios más importantes de su coalición, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), calificado por algunos como prorruso.
«Las autocracias brindan y las democracias son más débiles. Europa también es más débil sin este Gobierno», añadió a la emisora RTL el jefe de la diplomacia italiana, antiguo dirigente del M5S, del que se escindió hace unas semanas llevándose 60 parlamentarios por sus diferencias con el actual líder de la formación, el ex primer ministro Giuseppe Conte.
La crisis política estalló este jueves después de que el M5S decidiese no votar una moción de confianza al Gobierno en el Senado, lo que llevó a Draghi a presentar su dimisión, que fue rechazada por el jefe del Estado, Sergio Mattarella.
Draghi acudirá el próximo miércoles al Parlamento para verificar si cuenta con los apoyos necesarios y comunicar entonces si está dispuesto a continuar al frente del Ejecutivo, la opción preferida por casi todos los partidos de la coalición de «unidad nacional» que le sostiene, aunque con bastantes reticencias por parte de los de la derecha y en particular la Liga del ultraderechista Matteo Salvini, partidario de convocar elecciones.
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