Europa despierta de un largo letargo sin poder llevar a cabo grandes exhibiciones internacionales aeroespaciales y de defensa. Por fortuna, el obligado paréntesis de actividades multitudinarias exigido por la COVID-19 ha llegado a su fin con Eurosatory, el mayor y más importante salón de defensa y seguridad dedicado al armamento terrestre que acoge el viejo continente.
La invasión rusa de Ucrania ha animado el interés de los políticos por incrementar las capacidades de defensa de sus respectivas Fuerzas Armadas, lo que ha provocado que los presupuestos de Defensa de las naciones de la OTAN y de otros muchos países hayan aumentado o estén en vías de hacerlo.
Eurosatory abre sus puertas en la capital de Francia del 13 al 17 de junio, cuando todavía no se ha apagado la guerra desencadenada por Moscú contra Kiev. Cuando las Fuerzas Armadas de numerosas naciones intentan “extraer lecciones de los combates asimétricos asociados a los conflictos de alta intensidad entre estados”, asegura Marc Darmon, presidente de la Asociación de Industrias de Armamento Terrestre de Francia (GIAT).
El presidente Emmnuel Macron, intentará aprovechar el escaparate que le brinda Eurosatory para desbloquear el programa tripartito del caza del futuro (FCAS), reavivar el proyecto franco-alemán del carro de combate de nueva generación (MGCS) e intentar asociar a Berlín en el desarrollo del helicóptero Tigre Mark III que París y Madrid lanzaron hace unos meses.
Según las previsiones, la edición de 2022 va a contar con una afluencia de profesionales superior a la de 2018, que ascendió a 57.000 personas. También es de prever que se supere el número de delegaciones oficiales encabezadas por altos cargos civiles o militares de todo el mundo, que en 2018 fue de 227. El salón arranca tras la suspensión de Eurosatory 2020, año en el que la pandemia obligó a cancelar su celebración. Ahora despega de nuevo en el Parque de Exposiciones de la localidad de Villepinte, a unos 30 kilómetros al noroeste de Paris.
Dominio de la industria europea y ausencia de Rusia
La edición número 27 que ahora da comienzo dispara el pistoletazo de salida de las ferias aeroespaciales y de defensa de la década, todas internacionales pero unas más que otras. Hay inscritos cerca de 1.730 expositores de 62 países, de los que 23 representan a la industria española, que acude a París con sus últimas innovaciones tecnológicas y con sus productos y servicios de más éxito comercial. Pero sobre todo con la voluntad de consolidarse como socios de referencia en el mercado global y aumentar su participación en programas multinacionales.
Las principales tendencias que se van a poder contemplar en Eurosatory 2022 están ligadas a cuatro áreas emergentes. Una es la robótica asociada con la inteligencia artificial, con la presencia de más de medio centenar de familias de vehículos de combate, reconocimiento, detección de explosivos y apagafuegos robotizados, de los que algunos efectuarán demostraciones dinámicas en una zona reservada de 20.000 metros cuadrados. Una segunda es la ciber, representada por más de un centenar de sociedades dedicadas a la producción de tecnologías seguras de la información.
Otra importante esfera de novedades es la del sector aeroespacial relacionado con las fuerzas terrestres. Varios centenares de sociedades de la cadena de valor europea de drones están en Eurosatory, desde fabricantes de aeronaves a productores de equipos. Un cuarto ámbito que emerge con fuerza es el relacionado con las telecomunicaciones seguras y la guerra electrónica. Alrededor de 150 empresas muestran lo último para generar o evitar interferencias, neutralizar transmisiones o derribar aeronaves no tripuladas.
En una superficie expositiva cubierta y al aire libre de 81.300 metros cuadrados, la exhibición parisina está centrada en el sector de la defensa terrestre. En Eurosatory es posible conocer, palpar y a veces hasta probar las novedades en armamento ligero y pesado, municiones de todos los calibres, sistemas de simulación, equipos logísticos e incluso el componente aeromóvil de las unidades terrestres, los helicópteros. Allí se concentran varios centenares de nuevos modelos y versiones de vehículos tácticos, de combate y policiales de todo tipo y características.
El 73% de las compañías que acuden a Eurosatory 2022 son del viejo continente. Predominan las de nacionalidad francesa, que son 650 expositores, casi la tercera parte de los stands contratados. Le sigue en número Alemania (102 empresas), Reino Unido (64), Italia (42) y Turquía (38). La participación de industrias de países bálticos y del Este ha crecido, en especial de Chequia (30), Estonia (16), Croacia (10) y Polonia (10). La organización ha descartado la asistencia de cualquier compañía bajo bandera de Rusia. Pero si hay un pequeño pabellón de Ucrania, con un stand de su ministerio de Defensa y cuatro corporaciones estatales fabricantes de material militar.
Fuerte presencia del sector de Estados Unidos e Israel
El tejido de defensa español está presente de dos formas. La mayor parte de las compañías (18) se agrupan bajo el pabellón nacional que organiza TEDAE, la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio. Son Arquímea, Centum, Einsa, Escribano Mechanical & Engineering, Expal, GMV, I-4s, Indra, Instalaza, Iraundi, Mades, Nammo, Navantia, Piedrafita, Santa Bárbara Sistemas GDELS, SAPA Placencia, Tecnobit y TSD Internacional. Otras cinco tienen muestran sus productos y servicios en stands situados a lo largo y ancho de la Feria. Son Falken, GTD, Iberoptics, Plesium y SDLE.
La industria de América sigue en importancia a la de Europa, con 195 expositores, cifra que en su inmensa mayoría representa a Estados Unidos (144), el mayor productor y exportador mundial de sistemas de armas. Las otras 51 compañías son de Canadá (27), Brasil (18) y Colombia (6). La asistencia de países de Asía ha sufrido un importante descenso motivado por la práctica ausencia de China. El repunte de la COVID-19 ha aconsejado a las autoridades de Pekín a acudir con solo cuatro empresas, mientras que en 2018 lo hizo con 55. India ocupa su lugar, con 29 compañías, seguida por Corea (19) y Pakistán (9).
Las industrias de África, Oriente Medio y Oceanía representan el 10% de la ocupación. Tres naciones destacan. La primera es Israel, con 56 exhibidores agrupados en un pabellón nacional por la Dirección de Cooperación Internacional (SIBAT) de su ministerio de Defensa. Junto a las grandes empresas de misiles, electrónica y aeroespaciales ‒IAI, Rafael y Elbit‒ hay numerosas PYMES especializadas en tecnologías ciber. Australia acude con 48 entidades y Emiratos con 8, como Al Jasoor y Advanced Armour Engineering, que fabrican vehículos de combate de ruedas y blindajes terrestres y navales, respectivamente.
Andorra asiste por vez primera a Eurosatory con Freemindtronic, una startup que presenta su tecnología EviStealth. Permite incorporar un giroscopio y la huella digital a un teléfono móvil inteligente, y transmitir datos cifrados con las claves de los destinatarios “al instante, sin dejar rastro y de forma sigilosa, anónima y segura”, asegura la empresa.
Los gastos mundiales en armamento y sistemas para la defensa superaron en 2021 por vez primera los 2 billones de dólares, según un informe del pasado mes de abril del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo. Los cinco gobiernos que más fondos dedicaron a la adquisición de armamento fueron los de Washington, Pekín, Nueva Delhi, Londres y Moscú, cuyos presupuestos nacionales acapararon en conjunto el 62% de las compras globales.
Los analistas del SIPRI han calculado que los cinco mayores exportadores de armamento en el quinquenio 2016-2020 fueron Estados Unidos, que vendió a terceros países (37%), Rusia (20%), Francia (8,2%), Alemania (5,5%) y China (5,2%). En cambio, los principales importadores fueron Arabia Saudita (11%), India (9,5%), Egipto (5,8%), Australia (5,1%) y China (4,7%).
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