México se coloca como el país con menos inflación en el sector energético de entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos durante marzo. El país norteamericano alcanzó una variación de solo un 5,3%.
La subida de los precios relativos a la energía en México ha quedado muy por debajo de la media de la inflación alcanzada por los otros 37 países miembros, que alcanzaron una fluctuación en los precios del 33,7% en el mismo periodo de tiempo. Según han explicado los economistas expertos de la OCDE, la tendencia al alza general de los precios en todos los países miembros repercutirá de manera importante en la subida de los precios de la energía. En el comparativo que mensualmente publica la entidad, se aprecia que las economías más desarrolladas presentaron una fluctuación mayor que la de otros países aún en vías de desarrollo económico; Holanda se ha colocado como el país con la inflación más alta de la OCDE al inscribir un aumento del 99,7% en los precios de la energía.
Un escalón por debajo de Holanda, pero también con una inflación galopante en lo referente a la energía se sitúan España, donde los precios han aumentado un 60,9% en los últimos 12 meses, y Estados Unidos, cuyos precios han crecido en un 32% durante el mismo periodo de tiempo.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, achaca el mantenimiento de los precios de la energía con respecto a otros países a las medias adoptadas por su Gobierno: “Hemos podido mantener sin un crecimiento desmedido la inflación porque tomamos a tiempo la decisión de controlar los precios de los combustibles. Esto nos ha permitido que tengamos una inflación más baja que en Estados Unidos y se refleja con mucha claridad en el componente energético”, según recoge el diario El Economista.
En contraste con la inflación en el precio de la energía, México ha registrado una de las mayores subidas del precio de los alimentos de toda la OCDE. El país presidido por López Obrador se sitúa el número 8 de los países que más han encarecido su lista de la compra, con una crecida del 13% en los precios. Esto supone un aumento del 3% con respecto a la media de los países de la organización. Según distintos economistas de la ONU, los países con economías en desarrollo son más vulnerables ante la subida de precios de los alimentos, ya que dedican una parte mayor de su gasto a estos productos. Turquía se sitúa como el país que más ha visto subir el precio de la cesta de la compra al inscribir una subida de los precios de más del 70%.
Ante esta situación López Obrador anunció ayer nuevas medidas dedicadas a controlar el precio de los alimentos, como, por ejemplo, estímulos económicos a la producción de granos y acuerdos con empresas para no subir los precios de sus productos. Según ha anunciado el presidente mexicano en rueda de prensa, el objetivo de estas medidas, llamadas “Paquete contra la inflación y la carestía”, es garantizar que los alimentos de primera necesidad tengan un precio justo. «No se trata de control de precios, es un acuerdo, una alianza para garantizar que la canasta básica de alimentos tenga un precio justo», dijo el mandatario al presentar las nuevas medidas en el Palacio Nacional de Ciudad de México. El ministro de Hacienda, que también participó en la rueda de prensa, aseguró que el objetivo principal de las políticas es aumentar la producción de cereales básicos en el país como el maíz, el frijol o el arroz y estabilizar los precios de la energía y los combustibles fósiles. Además, los costes de transporte no repercutirán en el precio final, ya que se mantendrán los precios actuales de peajes y desaparecen los aranceles a los productos importados.
Coordinador de América: José Antonio Sierra.
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