El Gobierno de España ha pospuesto 15 días la reapertura de las fronteras terrestres de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla con Marruecos, dos semanas en las que el Ejecutivo espera apuntalar un acuerdo de mínimos aceptado por las autoridades marroquíes que garantice la correcta circulación de personas y mercancías. Un compromiso asumido por las partes en abril durante la visita a Rabat del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El período de la prórroga será de “solo 15 días mientras se terminan de definir las condiciones de reapertura ordenada y progresiva de los puestos terrestres”, contiene la orden dictada por el Ministerio del Interior, publicada en la mañana del sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Aunque “sin perjuicio de su eventual modificación para responder a un cambio de circunstancia”, en caso de que se produzca un acuerdo previo.
El punto tres de la declaración conjunta realizada por España y Marruecos aseguraba la plena normalización de los pasos fronterizos “de manera ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo”. Un pacto que, de verse cumplido, pondría fin al cierre decretado hace dos años como consecuencia de la crisis de la COVID-19 y prolongado en 2021 por Marruecos, quien adujo los mismos motivos en un contexto de crisis diplomática.
La reapertura de las fronteras estaba prevista para el pasado 30 de abril. Sin embargo, el Ministerio del Interior trasladó que aún quedan por “ultimar” algunos detalles y “mecanismos exactos” del acuerdo, por lo que el proceso deberá esperar al menos un par de semanas más, según el BOE, en las que se extenderán las negociaciones entre los grupos de trabajo hispano-marroquíes creados a tal efecto.
Madrid y Rabat mantienen sus diferencias a la hora de abordar la reapertura. El Ministerio de Asuntos Exteriores que dirige José Manuel Albares, presente en la audiencia del presidente con el rey Mohamed VI, apuesta por la reapertura simultánea de la aduana comercial de Melilla y el establecimiento de otra en Ceuta, tal y como anunció el propio Sánchez desde el Palacio de los Huéspedes de Rabat en la rueda de prensa posterior a la reunión con el monarca alauí.
Marruecos, por su parte, proyecta una reapertura para el tránsito de mercancías por los pasos previamente habilitados sin la fijación de aduanas comerciales. De las negociaciones, que se espera continúen en los próximos meses en diversas áreas de cooperación, no han trascendido tampoco las nuevas condiciones de los trabajadores transfronterizos, quienes también deberán esperar para ver resuelta su situación.
Las conversaciones bilaterales se encuentran en un estadio “avanzado”, según el Ministerio del Interior. El titular de la cartera, Fernando Grande-Marlaska, reveló el viernes una reapertura “inminente” de las fronteras terrestres con Marruecos, sin concretar fechas, y aseguró que desde el Ministerio trabajan en un proceso que será “gradual y que contará con todas las garantías tanto sanitarias como desde el plano de la seguridad”.
La orden de fronteras actual caducó el sábado 30 de abril, sin embargo, desde el Ministerio que dirige Grande-Marlaska ponen de relieve que dicha orden comprende todas las restricciones aplicadas a las fronteras exteriores terrestres, marítimas y aéreas nacionales en virtud de las recomendaciones expedidas por el Consejo de la Unión Europea en el marco de la COVID-19. De forma simultánea, Interior ha implementado un refuerzo policial en las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
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