La ciudad de Mariúpol ha vivido otra noche de intensos bombardeos. Las autoridades locales han denunciado el bombardeo a una escuela de arte donde se refugiaban unas 400 personas. Por el momento no se ha contabilizado ninguna baja. Sin embargo, el gobierno local dijo que el edificio se había destruido, y que es muy probable que haya gente atrapada debajo de los escombros.
Este sábado pasado, las tropas rusas entraron en la asediada y destruida ciudad portuaria de Mariúpol. Es en este territorio donde se están produciendo violentos combates cuerpo a cuerpo. La mayoría de estos se produjeron en una planta siderúrgica, según informaron las autoridades locales.
El avance de las tropas rusas en Mariúpol cada vez es mayor, y la pérdida de esta ciudad significaría una importante pérdida para Ucrania. Ayer, las fuerzas invasoras consiguieron aislar la ciudad del Mar de Azov, y su caída supondría la unión entre Crimea con los territorios separatistas de la zona del Dombass. Esto supondría una gran victoria para Rusia, la cual ya ha abandonado las esperanzas de una invasión rápida.
Oleksiy Arestovych, asesor del presidente ucraniano Volodymir Zelensky, calificó la situación de la ciudad portuaria como complicada pues los combatientes ucranianos tienen que enfrentarse a “la fuerza abrumadora del enemigo”. Arestovych también informó que actualmente no existe una “solución militar para Mariúpol”.
Según varios informes, las tropas rusas pararon varios autobuses que viajaban a Mariúpol para evacuar a los residentes a otras localidades cercanas de la ciudad, informó The Kyiv Independent en redes sociales. Las autoridades locales acusaron a Moscú de realizar desplazamientos forzosos de residentes.
Tras la situación vivida en la ciudad de Mariúpol, Zelensky se dirigió de nuevo a la población la madrugada del domingo. Durante su discurso calificó las acciones cometidas por las tropas rusas de “crímenes de guerra”, y dijo que será un «terror que será recordado por los siglos venideros».
A pesar de condenar la situación de Mariúpol, el presidente ucraniano continuó insistiendo en la necesidad de mantener conversaciones sinceras de paz con Moscú, aunque estas no sean “ni fáciles, ni gratas”.
Además, Zelensky también informó que más de 6.600 ucranianos fueron evacuados el sábado de las ciudades sitiadas por las tropas rusas, gracias a la apertura de ocho nuevos corredores humanitarios.
El presidente ucraniano firmó este domingo un decreto para unificar todos los canales de televisión nacionales en una sola plataforma. Zelensky ha justificado esta medida apelando a la necesidad de una “política de información unificada” bajo la ley marcial.
El Ministerio de defensa ruso ha informado que las tropas rusas han vuelto a utilizar misiles hipersónicos en Ucrania. Según este, los misiles fueron utilizados para destruir un “gran sitio de almacenamiento de combustible y lubricantes de las fuerzas armadas ucranianas”. El almacén destruido estaba situado cerca Kostyantynivka en la región de Mykolaiv.
El Kh-47M2 Kinzhal es un misil balístico de lanzamiento aéreo. Estos forman parte de una serie de armas presentadas en 2018. El nombre Kinzhal significa “daga”, y fue calificado por Putin como “la arma perfecta”, capaz de superar diez veces la velocidad del sonido.
El ministro de exteriores chino, Wang Yi, expresó el sábado durante una rueda de prensa que China será recordada por estar en “el lado bueno de la historia” en este conflicto, y que su posición se encuentra en la “línea del deseo de la mayoría de los países”.
También dijo que el país asiático no “aceptará ninguna coerción o presión externa y se opone a cualquier acusación infundada y sospechosa contra China”. Además, Wang hizo hincapié que el país siempre había “defendido el mantenimiento de la paz y la oposición de la guerra”.
Wang finalizó su discurso diciendo que “la posición de China es objetiva y justa, y está en línea con los deseos de la mayoría de los países. El tiempo demostrará que las afirmaciones de China están en el lado correcto de la historia”.
Este domingo, Australia ha impuesto una prohibición inmediata a las exportaciones de aluminio y minerales de aluminio a Rusia, según informó el Gobierno australiano. Esta nueva sanción se realiza para evitar la capacidad rusa de producción de armas.
El Gobierno dijo en una rueda conjunta con varios ministros en la que también participaba el primer ministro, Scott Morrison, que “Rusia depende de Australia para casi el 20 por ciento de sus necesidades de alúmina”. También se mencionó durante el comunicado que trabajarían “en estrecha colaboración con los exportadores y los principales organismos que se verán afectados por la prohibición para encontrar nuevos mercados y expandir los existentes”.
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