Los países de la Unión Europea dejan atrás su postura más pacifista respecto a la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Las incesantes ofensivas ejecutadas por parte del Kremlin han hecho reaccionar a Occidente, dando un paso más allá en la ayuda militar y económica hacia Ucrania.
El primer paso lo ha dado Alemania. Esta mañana el canciller alemán, Olaf Scholz, ha anunciado una “partida extraordinaria” de 100.000 millones de euros destinados a las Fuerzas Armadas alemanas. Para el canciller, la invasión de las tropas rusas a Ucrania ha marcado un punto de inflexión. Según ha declarado en el marco de una sesión extraordinaria celebrado en el Bundestag, “la agresión rusa contra Ucrania marca un cambio de era. Amenaza todo nuestro orden de posguerra. En esta situación, es nuestra obligación apoyar a Ucrania en la medida de nuestras posibilidades en la defensa contra el ejército invasor de Vladímir Putin».
Además, Scholz ha informado que aumentará “la inversión anual de más del dos por ciento del producto interior bruto en defensa” y defiende la necesidad de contar con una “Bundeswehr”, unas Fuerzas Armadas, “eficiente, de última generación y avanzada” para proteger al país germano.
Entre esta modernización destacaría una “mejor equipación, equipos modernos y entrenamiento militar, eso cuesta mucho dinero”, afirma. “Lo que está claro”, concluye, “es que el país debe invertir más en su seguridad para proteger la libertad y la democracia”.
De acuerdo con las declaraciones recogidas por EFE, el líder alemán subrayó que “se hará lo que haga falta para garantizar la paz en Europa», y Alemania será solidaria en su contribución, para lo cual, no obstante, la Bundeswehr necesita «nuevas y grandes capacidades”.
En esta línea, la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha descrito a través de su cuenta de Twitter que, por estos motivos “ayudaremos a los soldados ucranianos que luchan por su país con armas antitanque y misiles Stinger”. En concreto, Alemania enviará 1.000 lanzagranadas antitanque y 500 misiles Stinger en caso de tener que emplearlo como emergencia.
Siguiendo la estela germana, países como Países Bajos, Australia o Estados Unidos han anunciado un nuevo envío de armamento para seguir contribuyendo al esfuerzo de resistencia que Ucrania está haciendo frente a Rusia. En este contexto, Estados Unidos anunció también esta misma mañana la autorización de la entrega de armamento valorado en 350 millones de dólares. Asimismo, Países Bajos ha anunciado “el despliegue de 400 cohetes y 50 armas antitanque Panzerfaust-3”.
Por su parte, Australia también ha anunciado su respaldo a Ucrania tras afirmar que llevará a cabo la financiación del suministro de armas letales a Kiev, sin especificar en más detalles. Asimismo, la OTAN ha comenzado a desplegar más fuerzas en Europa del Este «para responder rápidamente a cualquier contingencia».
Tras esta reacción por parte de Occidente, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha puesto en alerta sus fuerzas nucleares. Según ha declarado el líder ruso, “los líderes de los principales países de la OTAN están haciendo declaraciones agresivas sobre nosotros. Así que ordeno trasladar las fuerzas de disuasión de Rusia al modo de alerta máxima». Asimismo, Putin se ha referido a las sanciones económicas aprobadas por la UE tras tildarlas de “ilegitimas”.
Esta amenaza pone en tensión al mundo y hace saltar las alarmas. Algunos expertos declaran que esta declaración se produce en el marco de “librar una guerra psicológica”. Sin embargo, el secretario general de la OTAN afirma que “es una retórica peligrosa. Es un comportamiento irresponsable”.
Desde Estados Unidos estas declaraciones por parte de Putin han sido tomadas como “una amenaza” que responde a la estrategia del líder ruso para sembrar el caos. En este contexto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha declarado a la cadena ABC que este movimiento “es un patrón del presidente Putin que hemos visto a lo largo de este conflicto: fabricar amenazas que no existen para justificar más agresiones”.
Veinte países, entre los que esta incluido España, han anunciado el cierre de su espacio aéreo a los aviones de procedencia rusa. Esta actuación es una forma de rechazo a las agresiones que Rusia ha cometido contra Ucrania.
Entre estos países también se encuentran Alemania, Francia, Reino Unido, Italia (país que mantiene importantes vínculos comerciales) e incluso Canadá. Por su parte, Rusia ha prohibido los vuelos dentro de su territorio de Polonia, Eslovenia y Bulgaria.
Además de esta veintena, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha anunciado el cierre del espacio aéreo de toda la UE a cualquier avión ruso. Asimismo en la misma rueda de prensa ha declarado que Bruselas prohíbe, además, “las emisiones de RT, Sputnik y demás medios de comunicación rusos acusados de difundir informaciones tóxicas”
Desde Madrid, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha declarado a través de un comunicado que “España procederá al cierre del espacio aéreo a las aerolíneas rusas. Siguiendo las directrices de cooperación marcadas por la Unión Europea, esta medida tendrá efectos en los vuelos operados por las aerolíneas rusas que usen el espacio aéreo español».
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