El Metaverso va directo a las empresas y negocios
Con la llegada del Metaverso, son muchas las empresas que están comprando terrenos virtuales. Una de las intensiones es la inversión a futuro y por qué no, adentrarse en la tecnología.
La idea de gastar miles o incluso millones de dólares para comprar una «tierra» ficticia en un mundo virtual es el nuevo mecanismo de trabajo de las empresas. Lo que parecía imposible se está volviendo una realidad tecnológica, refiere Gurus AWS.
Nada en este sentido es sorprendente, ya que las transacciones en el mundo virtual generalmente se realizan utilizando criptomonedas. Esto, garantiza su permanencia en el mercado.
Las criptomonedas, los tokens no fungibles (NFT) son el método principal para monetizar e intercambiar valor dentro del metaverso.
En plataformas como OpenSea, donde la gente compra e intercambia NFT, ahora hay terrenos o incluso casas virtuales.
Para garantizar que los bienes raíces digitales tengan valor, la oferta es limitada, un concepto en economía llamado «valor de escasez».
Para que se compran terrenos en el Metaverso
Refiere Gurus AWS que la razón por la que se compran estos terrenos es porque si compran una propiedad física en el mundo real, el resultado es tangible. Se trata de un lugar para vivir, para tener seguridad, para recibir a familiares y amigos.
La compra no es una compra ficticia aunque lo parezca, las propiedades virtuales no proporcionan refugio físico, existen algunos paralelismos. Sin embargo, al comprar bienes raíces virtuales podría construir en ellos, o puede elegir una casa ya construida que le guste.
También puede personalizarla con varios objetos digitales, y se puede invitar a amigos y visitar los hogares virtuales de otras personas.
Los tecnólogos predicen que el Metaverso madurará hasta convertirse en una economía en pleno funcionamiento en los próximos años, además de una experiencia digital sincrónica tan ligada a nuestras vidas como lo están ahora el correo electrónico y las redes sociales.
Fuente: Venezuela News
Comentarios recientes