Merkel, cercada por oposición en escándalo sobre concesiones de asilo
Fuente Por María Prieto (dpa)
Berlín – El escándalo en Alemania sobre la presunta concesión irregular de asilo a refugiados a cambio de dinero alcanzó hoy una nueva dimensión después de que la oposición solicitase abrir una comisión de investigación para aclarar hasta qué punto la canciller Angela Merkel era consciente de lo que sucedía.
«Se acumulan los indicios de que también la canciller y el entonces coordinador de los refugiados Peter Altmaier (hoy ministro de Economía) estaban al corriente de lo que estaba pasando en la Oficina de Migración y Refugiados de Alemania (BAMF)», señaló hoy en declaraciones al diario «Süddeutsche Zeitung» Stephan Thomae, del partido liberal FDP, impulsor de la iniciativa.
La presión en torno a la dirigente aumentó notablemente en las últimas horas debido a la publicación de una información en el dominical «Bild am Sonntag» en la que se revelaba que Merkel fue informada por el director de la BAMF el año pasado hasta en dos ocasiones de la penosa situación que afrontaba el organismo.
«Es necesario arrojar luz sobre la forma de trabajar de la entidad y sobre la gestión que hizo el Gobierno de la crisis», recalcó hoy el líder del partido liberal, Christian Lindner.
Desde hace semanas, la Oficina de Migración y Refugiados de Alemania está en el punto de mira de la Fiscalía alemana, que investiga a un alto cargo del organismo en la ciudad de Bremen sospechoso de haber concedido asilo entre 2013 y 2016 a cambio de dinero a al menos 1.200 personas que no cumplían con los requisitos establecidos por la ley.
En la mayoría de los casos, de acuerdo con el Ministerio Público, se trataba de ciudadanos kurdos que pertenecían a la comunidad religiosa yazidí.
A finales de abril, la BAMF anunció que revisaría de forma aleatoria decenas de miles de peticiones de asilo para comprobar posibles irregularidades.
El escándalo, que en un principio parecía contar con un carácter meramente local, ocupa en la actualidad a la primera plana de la política alemana. La líder de Los Verdes, Annalena Baerbock, se ha sumado a las críticas de los liberales y ha pedido que la canciller comparezca en una comisión de Interior en el Parlamento alemán para dar explicaciones.
«Merkel debe explicar en el Bundestag por qué a pesar de todas las advertencias no se encargó directamente de la BAMF y obró en consecuencia», declaró la política del partido ecopacifista.
También desde la oposición, la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que con un discurso muy crítico con la política de refugiados de Merkel se erigió en tercera fuerza política en el país en las pasadas elecciones de septiembre, exigió abrir una comisión de investigación.
AfD pide no solo que se aborde este presunto caso de corrupción, sino la gestión de la crisis migratoria que la canciller llevó a cabo en 2015, cuando cerca de un millón de peticionarios de asilo entraron en Alemania.
Las críticas contra el organismo que decide sobre las concesiones de asilo se suceden en Alemania desde que el país se convirtió hace casi tres años en el principal destino para migrantes que huían de la guerra en Siria.
Aunque en un principio las acusaciones se centraban en la lentitud con la que se llevaba a cabo la tramitación de los expedientes -que llevó al Gobierno de Angela Merkel a relevar al máximo responsable del ente- posteriormente ocupó numerosos titulares por nuevos escándalos.
Informes internos revelados por la prensa alertaron sobre la falta de formación del personal que trabajaba en el organismo y luego surgió un escándalo mayor cuando se destapó que la BAMF no fue capaz de detectar que un teniente alemán se registró como peticionario de asilo bajo una identidad falsa con la intención de perpetrar un atentado en el país y que el ataque fuera percibido como un acto terrorista de un inmigrante reconocido como refugiado.
El mal funcionamiento del organismo, sin embargo, nunca hasta ahora había tocado tan de cerca a Angela Merkel
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