Temor en Siria a las expropiaciones arbitrarias a raíz de nueva ley
Amenazadas de expropiación en Siria, millones de personas desplazadas por la guerra corren el riesgo de no poder regresar nunca a sus casas y sus tierras. Una nueva ley sobre el desarrollo urbano adoptada por el régimen de Damasco preocupa a oenegés y especialistas.
El decreto número 10 –o la ley sobre la renovación urbana– permite al gobierno de Bashar al Asad incautar propiedades privadas para construir proyectos inmobiliarios. En contrapartida, los propietarios son compensados con acciones de esos proyectos.
Pero un país desgarrado por la guerra desde 2011 que llevó al exilio a millones de sirios, los expertos temen abusos.
«La principal preocupación de la gente que podría verse afectada por esta ley, es que no saben con certeza si podrán regresar», asegura Sara Kayyali, investigadora sobre Siria de Human Rights Watch (HRW).
Según esta ley, que entró en vigor en abril, toda propiedad que se encuentre en los terrenos de un nuevo proyecto inmobiliario será expropiada y su propietario actual deberá iniciar un complejo procedimiento con plazos muy cortos para reclamar sus acciones.
Un procedimiento complejo para los cinco millones de sirios refugiados en otros países o los seis millones de desplazados internos.
«Dada la magnitud de los desplazamientos y la pérdida de documentación personal, la ley no da a la gente el tiempo suficiente para reclamar sus derechos», lamenta Kayyali, que denuncia «importantes obstáculos financieros y burocráticos».
– Documentación perdida –
En un país en donde ciudades enteras fueron destrozadas por los combates, la ley no hace mención de los desplazados.
«El tema es tratado como si nunca hubiese pasado nada, y que todos están en Siria, capaces de delegar poder en un abogado, o de reivindicar un derecho de propiedad», lamenta Diana Semaan, investigadora de Amnistía Internacional.
Según la ley, una vez que una zona de desarrollo fue definida, las autoridades tienen un mes para notificar a los propietarios, con anuncios públicos.
Aquellos cuyos títulos de propiedad estén registrados ante las autoridades recibirán automáticamente acciones.
Ese es el centro del problema: incluso antes de la guerra, una «significativa proporción» de la población no registraba los títulos de propiedad, según un informe publicado en 2016 por el Consejo Noruego de Refugiados (NRC).
Los sirios que se encuentren en regla no evitarán tampoco los problemas. Las administraciones públicas en donde se encontraban los documentos oficiales se vieron en algunos casos dañadas por los combates.
«La pérdida de esos documentos puede permitir la ocupación o la transferencia de propiedad a otros individuos o entidades comerciales», advierte el NRC.
– Pocas ilusiones de regresar –
En cuando a los que huyen de la guerra de manera precipitada pueden haberlo hecho sin llevarse los títulos de propiedad, las facturas o incluso los documentos de identidad.
En Jordania sólo el 20% de los refugiados interrogados por el NRC indicaron tener con ellos esos documentos.
En el noroeste de Siria son menos del 40% los desplazados por la ofensiva del régimen en Guta oriental en esa situación, quienes fueron interrogados por una organización de la sociedad civil siria.
Semaan estima que el valor de las acciones ofrecidas en compensación será «mucho más bajo» que el del terreno expropiado, y denuncia una valuación de bienes que no siempre es equitativa.
Una ley de 2012 ya permite al gobierno expropiar a toda persona acusada «de terrorismo», término que utiliza el régimen para calificar a los disidentes.
Según el abogado sirio Husein Bakri, con el decreto número 10 los habitantes de las zonas gubernamentales temerán ser arrestados si inician procedimientos en nombre de parientes que pueden ser calificados, a veces de manera arbitraria, de opositores.
La nueva ley «hará que inevitablemente los propietarios sean expropiados en beneficio de los partidarios del régimen», afirmó.
En un país con la economía destrozada por la guerra, la tierra es un recurso inestimable para el régimen, estimó Jihad Yazigi, director del semanario en internet Syria Report.
«¿Qué otra cosa puede hacer? ¿La industria? ¿La agricultura? ¿Los bancos? No. La tierra tiene varias ventajas», explicó.
Jihad Yazigi no se hace ilusiones sobre el futuro de los propietarios exiliados. «Si aún tenían alguna esperanza de regresar, con esto ya no les queda ninguna».
Fuente(AFP)
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